Merval a la baja: Licitación exitosa del Tesoro no impulsa la Bolsa y bonos mixtos
El panorama económico argentino, marcado por la volatilidad y la incertidumbre, continúa presentando desafíos complejos. A pesar de los esfuerzos gubernamentales por estabilizar la situación, los mercados reaccionan con cautela, evidenciando una desconfianza persistente. Este artículo analiza en profundidad las recientes dinámicas del Merval, los bonos soberanos, la licitación del Tesoro Nacional y las estrategias adoptadas para fortalecer las reservas, ofreciendo una visión detallada de los factores que influyen en la economía argentina actual.
- Merval: Racha Bajista y Contradicciones del Mercado
- Renta Fija: Bonos Soberanos y la Búsqueda de Refugio
- Licitación del Tesoro: Éxito en la Colocación y Estrategia Dual
- Refuerzo de Reservas y Sostenibilidad de la Deuda
- Apetito por el Riesgo y Horizonte Temporal
- Bonte30: Captación de Divisas a un Costo Elevado
Merval: Racha Bajista y Contradicciones del Mercado
El índice Merval, principal indicador de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, ha extendido su racha bajista, registrando una caída del 0,5% en la jornada del jueves. Esta tendencia negativa se produce a pesar de los resultados positivos de la reciente licitación del Tesoro y el clima más favorable en los mercados globales, impulsado por una decisión judicial inesperada que suspendió temporalmente una serie de tarifas globales impuestas durante la administración Trump. La aparente contradicción entre estos factores sugiere una cautela subyacente en el mercado local, donde los inversores parecen priorizar la gestión del riesgo ante la incertidumbre política y económica.
Dentro del panel líder del Merval, las acciones que experimentaron los retrocesos más pronunciados fueron Banco Supervielle (-3,3%), BBVA (-2,9%), Loma Negra (-2,1%), Banco Macro (-1,9%) y Grupo Financiero Galicia (-1,9%). Estas caídas reflejan una percepción negativa sobre el desempeño futuro de estos sectores, posiblemente influenciada por las expectativas de una desaceleración económica o por preocupaciones específicas sobre la rentabilidad de estas empresas. La correlación entre las pérdidas en el Merval y las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, con caídas similares en Banco Supervielle, BBVA, Grupo Financiero Galicia, Edenor y Banco Macro, indica una falta de confianza generalizada en la economía argentina por parte de los inversores internacionales.
Renta Fija: Bonos Soberanos y la Búsqueda de Refugio
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares bajo legislación extranjera han mostrado una tendencia bajista a lo largo de la curva, con caídas de hasta 0,7%, lideradas por el Global 35, seguido por el AE38D, que perdió un 0,5%. Esta disminución en el valor de los bonos en dólares sugiere una creciente aversión al riesgo y una búsqueda de activos más seguros por parte de los inversores. La preocupación por la capacidad del gobierno argentino para cumplir con sus obligaciones en dólares, sumada a la incertidumbre sobre la evolución del tipo de cambio, ha contribuido a esta tendencia.
En contraste, los títulos en pesos ajustados por CER han mostrado leves alzas de hasta 0,1%, con el TX26 liderando las subas. Este comportamiento indica una preferencia por los activos que ofrecen protección contra la inflación, en un contexto donde la devaluación del peso y la persistencia de la inflación son preocupaciones centrales. La demanda de bonos CER refleja la expectativa de que la inflación se mantendrá en niveles elevados, lo que erosionará el valor de los activos denominados en pesos no ajustados.
Licitación del Tesoro: Éxito en la Colocación y Estrategia Dual
La reciente licitación del Tesoro Nacional se considera un éxito, ya que se adjudicó la totalidad del nuevo bono TY30P, equivalente a unos 1.000 millones de dólares, frente a ofertas por 1.694 millones. La tasa nominal anual (TNA) de corte fue del 29,5%, lo que implicó una tasa interna de retorno (TIR) del 31,68%. Sumando los demás instrumentos en pesos ofrecidos, el monto total adjudicado fue de 8,56 billones de pesos, con un rollover del 100,12%. Este resultado positivo demuestra la capacidad del gobierno para acceder a financiamiento en un contexto desafiante, y la confianza de los inversores en la estrategia económica implementada.
La sociedad de bolsa Max Capital destacó que el rollover del 100,12% permitió renovar prácticamente toda la deuda que vencía. De los 8,56 billones de pesos adjudicados, 7,41 billones fueron destinados a inversores locales, mientras que el resto, equivalente a u$s 1.000 millones, fue colocado mediante el nuevo bono Bonte30, orientado a inversores extranjeros. Esta operación permitió al gobierno acumular u$s 1.000 millones adicionales en reservas, utilizando un tipo de cambio situado en el punto medio de las bandas oficiales, e inyectar $ 1,14 billones en la economía local.
Refuerzo de Reservas y Sostenibilidad de la Deuda
La estrategia del Ministerio de Economía, según analistas de Max Capital, se consolida en mantener la sostenibilidad de la deuda en pesos y reforzar el frente externo. El éxito de la licitación contribuye a sostener la estabilidad cambiaria en un contexto aún sensible. La acumulación de reservas en dólares es crucial para fortalecer la posición del Banco Central y reducir la vulnerabilidad de la economía argentina ante shocks externos. La inyección de pesos en la economía local, por otro lado, busca estimular la actividad económica y aliviar las presiones financieras.
La demanda por parte de los inversores locales se concentró en instrumentos de corto plazo, sobre todo en LECAPs con vencimientos previos a las elecciones de octubre, representando el 70% del total adjudicado. Este comportamiento pone de manifiesto una preferencia clara por minimizar riesgos políticos y financieros de cara al segundo semestre. El Tesoro emitió $ 6,3 billones en LECAPs, lo que representa más del 80% del total colocado en la jornada, con tasas efectivas mensuales que varían entre 2,58% para los plazos más próximos y 2,35% para los vencimientos más largos.
Apetito por el Riesgo y Horizonte Temporal
La concentración de la demanda en instrumentos de corto plazo refleja la percepción de que el proceso de desinflación sigue siendo frágil, aunque ya empieza a impactar en las decisiones de los inversores. La cautela de los inversores se manifiesta en su preferencia por plazos más cortos, lo que les permite reducir su exposición a la incertidumbre política y económica. La emisión de BONCAP por $ 0,55 billones y BONCER por $ 0,16 billones, con vencimientos más extendidos, tuvo menor aceptación relativa, en línea con la estrategia de cobertura de riesgos a corto plazo que prioriza el mercado local.
Esta dinámica muestra un mercado de deuda en pesos segmentado, con una clara diferenciación entre el apetito por riesgo en función del horizonte temporal de los instrumentos. Los inversores locales, en general, muestran una mayor aversión al riesgo y prefieren instrumentos de corto plazo, mientras que los inversores extranjeros, en cambio, pueden estar dispuestos a asumir un mayor riesgo a cambio de rendimientos más elevados.
Bonte30: Captación de Divisas a un Costo Elevado
El Bonte30 fue el vehículo utilizado por el gobierno para captar divisas de parte de inversores extranjeros, alcanzando el tope anunciado de u$s 1.000 millones, aunque la demanda superó ese monto, con ofertas que totalizaron u$s 1.700 millones. La tasa efectiva anual convalidada fue de 31,68%, lo que equivale a un rendimiento mensual de 2,32%. Este nivel de tasa está alineado con las LECAPs de mayor plazo, pero el costo de financiamiento a cinco años continúa siendo elevado, a pesar de las señales de desinflación.
El gobierno optó por priorizar la acumulación de reservas, incluso a costa de aceptar un rendimiento superior al que sugería la curva local de tasas. El Bonte30 incluye una opción de venta en 2027, lo que teóricamente reduce el riesgo para los tenedores. Sin embargo, los inversores exigieron un rendimiento más alto de todos modos, reflejando tanto la incertidumbre de mediano plazo como la necesidad de generar un colchón frente a eventuales movimientos del tipo de cambio. Los inversores externos no están dispuestos a asumir riesgo argentino sin una prima significativa.
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