¡Microorganismos desafiantes: Bacterias procariotas revelan un eslabón perdido en la evolución!
El mundo microbiano es un misterio intrigante, lleno de organismos enigmáticos que desafían constantemente las normas establecidas. Recientemente, un descubrimiento revolucionario ha vuelto a sacudir los cimientos de nuestra comprensión de la evolución celular: el hallazgo de bacterias que pueden "devorar" a otras bacterias, un fenómeno que alguna vez se consideró exclusivo de las células más complejas.
Las bacterias de otro mundo: devorando a sus propias congéneres
Las bacterias, organismos microscópicos que se encuentran en casi todos los rincones de la Tierra, son bien conocidas por su asombrosa capacidad de adaptación. Sin embargo, el reciente descubrimiento de bacterias que pueden engullir y consumir otras bacterias ha abierto nuevos horizontes en nuestra comprensión de su versatilidad.
Esta habilidad, conocida como endocitosis, fue considerada durante mucho tiempo un rasgo exclusivo de las células eucariotas, las células más complejas que forman todos los organismos vivos desde las plantas hasta los animales. La endocitosis requiere una cantidad significativa de energía, lo que llevó a la creencia de que solo las células con mitocondrias, las centrales eléctricas de las células, podían poseer esta capacidad.
Planctomicetos: los "devoradores de bacterias"
El descubrimiento de estas bacterias devoradoras de células fue realizado por un equipo de investigadores dirigido por el profesor Christian Jogler de la Universidad de Jena. El equipo se centró en un grupo único de bacterias conocidas como planctomicetos, conocidas por su capacidad de cambiar de forma y moverse de maneras inusuales para las bacterias.
Después de un extenso estudio, los investigadores hicieron un descubrimiento asombroso: los planctomicetos podían devorar activamente otras bacterias. Este hallazgo desafió directamente la teoría científica establecida, que sostenía que la endocitosis era exclusiva de las células eucariotas.
Uabimicrobium helgolandensis: el eslabón perdido
Entre las bacterias devoradoras de células descubiertas por el equipo de Jogler se encontraba una nueva especie a la que llamaron Uabimicrobium helgolandensis. Esta especie exhibió una notable capacidad para consumir otras bacterias, lo que llevó a Jogler a especular que podría representar un "eslabón perdido" en la evolución celular.
Jogler sugiere que los planctomicetos pueden haber desempeñado un papel crucial en la evolución de las células complejas, sirviendo como un puente entre las células procariotas simples y las eucariotas más sofisticadas. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para comprender cómo surgió la vida en la Tierra y cómo evolucionaron las células con el tiempo.
Implicaciones para la evolución y la vida extraterrestre
El descubrimiento de bacterias devoradoras de células tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de la evolución. Sugiere que las células complejas pueden haber surgido de un antepasado procariota que poseía la capacidad de engullir otras células, desafiando la teoría tradicional de la fusión de dos células procariotas.
Además, este hallazgo amplía los posibles orígenes de la vida en la Tierra y en otros planetas. Si las bacterias devoradoras de células pueden desarrollarse en nuestro propio planeta, es plausible que existan organismos similares en otros lugares del universo, lo que abre nuevas vías de investigación sobre la vida extraterrestre.
"Esta bacteria nos obliga a repensar lo que sabemos sobre la evolución, a aprender cómo comenzó la vida en nuestro planeta".
- Profesor Christian Jogler, Universidad de Jena
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