Milei desata la economía: Nuevo régimen para blanquear dólares y dinamizar el consumo.
Argentina se encuentra ante un cambio sísmico en su política económica. El gobierno de Javier Milei ha implementado un paquete de reformas fiscales diseñadas para atraer de vuelta al sistema formal los vastos recursos que permanecían ocultos, los denominados “dólares debajo del colchón”. Esta iniciativa, que redefine la relación entre el Estado y el contribuyente, busca no solo aumentar la recaudación, sino también dinamizar la economía a través del consumo e inversión. El levantamiento de controles impositivos y la introducción de un nuevo régimen de Ganancias, con umbrales significativamente elevados para la fiscalización, representan una apuesta audaz para transformar la cultura financiera del país.
El Contexto Histórico de la Evasión en Argentina
La desconfianza en el sistema financiero argentino tiene raíces profundas, alimentadas por décadas de inestabilidad económica. La crisis de 2001, con la imposición del corralito y la posterior devaluación, marcó un punto de inflexión. A partir de entonces, los argentinos comenzaron a buscar refugio en el dólar estadounidense, acumulándolo en efectivo fuera del circuito bancario. Esta tendencia se vio reforzada por los controles cambiarios, las expropiaciones y los defaults sucesivos, que erosionaron la confianza en las instituciones y en la moneda local. Se estima que más de USD 200.000 millones permanecen fuera del sistema financiero formal, una cifra que representa una porción considerable del PIB nacional.
La evasión fiscal, en este contexto, se convirtió en una práctica extendida, no solo como una forma de proteger el patrimonio, sino también como una respuesta a la percepción de un Estado ineficiente y confiscatorio. Los regímenes de información y control, implementados en sucesivas administraciones, se percibían como intrusivos y punitivos, generando una mayor resistencia a la formalización. La complejidad del sistema tributario y la alta carga impositiva también contribuyeron a la proliferación de la economía informal.
Los Pilares del Nuevo Régimen Fiscal
El plan del gobierno de Milei se articula en dos ejes principales: la eliminación de regímenes de información y el aumento de los umbrales para la fiscalización, y la creación de un Régimen Simplificado del Impuesto a las Ganancias. La primera medida implica la supresión de la obligación de reportar una amplia gama de transacciones, como compras de vehículos usados, transferencias de inmuebles, pago de expensas y operaciones notariales. Esto reduce significativamente la carga administrativa para los contribuyentes y disminuye la posibilidad de alertas automáticas por parte del fisco.
El segundo eje, el Régimen Simplificado, ofrece una alternativa atractiva para aquellos que deseen reinsertarse en el sistema formal. Este régimen, de adhesión voluntaria, permite a los contribuyentes tributar únicamente sobre sus ingresos declarados, sin necesidad de informar sobre sus consumos o patrimonio. Esto elimina la preocupación de que la adquisición de bienes o la realización de inversiones puedan generar investigaciones por parte de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). La clave reside en la simplificación y la reducción de la burocracia, buscando incentivar la transparencia y la formalización.
Umbrales de Operaciones: ¿Qué se Puede Hacer sin Alertas?
El nuevo esquema establece umbrales significativamente elevados para las operaciones financieras y de consumo. Las transferencias y acreditaciones bancarias o en billeteras virtuales de hasta $50 millones mensuales por persona ya no generan alertas automáticas. Las extracciones en efectivo pueden alcanzar hasta $10 millones mensuales sin activar el sistema fiscal. También se permite depositar hasta $50 millones mensuales en bancos o billeteras digitales. Estas cifras, considerablemente superiores a las anteriores, brindan una mayor flexibilidad a los contribuyentes.
En cuanto a las inversiones, se permiten plazos fijos, compras de bonos o acciones por hasta $100 millones por mes y por persona. Las compras en supermercados u otros comercios, incluso de alta gama, están exentas de alerta mientras no superen los $10 millones mensuales por persona. Estos umbrales permiten realizar operaciones de considerable envergadura sin despertar la sospecha del fisco, siempre y cuando se mantenga la adhesión al Régimen Simplificado de Ganancias.
Ejemplos Prácticos: Cómo Funciona en la Realidad
Consideremos el caso de una persona con USD 45.000 no bancarizados que decide comprar un departamento en Buenos Aires. Al tipo de cambio oficial, esto equivale a $51.750.000. Si está adherido al Régimen Simplificado de Ganancias, no tiene que justificar el origen del dinero, no se reporta el incremento patrimonial y la operación puede concretarse sin que ARCA active controles. Solo tributa por sus ingresos declarados. Este ejemplo ilustra la facilidad con la que se puede convertir el ahorro informal en un activo registrado, sin temor a represalias impositivas.
Otro ejemplo hipotético es el de un ciudadano que decide comprar un vehículo de gama media-alta por $30 millones. Gracias a la eliminación del régimen informativo para la compra-venta de vehículos usados, puede hacerlo sin ser detectado por el fisco. Puede pagar en efectivo o por billetera virtual dentro del umbral de $50 millones. Si está adherido al Régimen Simplificado, no se considera su nivel de consumo y ARCA no recibe ningún reporte automático. Estos ejemplos demuestran cómo las nuevas reglas facilitan la formalización de transacciones que antes eran consideradas riesgosas.
El Rol de ARCA y la UIF: ¿Hay Límites a la Libertad?
Si bien los nuevos umbrales brindan una mayor libertad a los contribuyentes, no implican una carta blanca absoluta. Movimientos sospechosos o montos muy superiores podrían aún ser investigados por otras entidades, como la Unidad de Información Financiera (UIF) a través del Reporte de Operación Sospechosa (ROS). La UIF tiene la potestad de investigar operaciones que puedan estar relacionadas con delitos como lavado de dinero o financiamiento del terrorismo.
ARCA, por su parte, continuará monitoreando las operaciones financieras y de consumo, aunque con un enfoque más selectivo. La agencia se concentrará en aquellos casos que presenten indicios de irregularidades o que superen los umbrales establecidos. El nuevo esquema busca reducir la fiscalización indiscriminada y concentrar los recursos en la detección de fraudes y actividades ilícitas. La idea es que la mayoría de los contribuyentes puedan operar con sus ahorros sin temor a ser investigados, mientras que aquellos que incurran en prácticas ilegales sean detectados y sancionados.
Implicaciones para la Economía Argentina
La reforma fiscal de Milei tiene el potencial de generar un impacto significativo en la economía argentina. Al incentivar la formalización del ahorro informal, se espera que aumente la disponibilidad de fondos para el consumo, la inversión y la creación de empleo. La mayor demanda interna podría impulsar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
Además, la simplificación del sistema tributario podría reducir los costos de transacción y fomentar la competencia, lo que se traduciría en precios más bajos y una mayor eficiencia económica. La mayor recaudación fiscal, producto de la formalización, permitiría al Estado financiar programas sociales y de infraestructura, contribuyendo al desarrollo del país. Sin embargo, el éxito de la reforma dependerá de la confianza que los ciudadanos depositen en el nuevo sistema y de la capacidad del gobierno para mantener la estabilidad económica.
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