Milei destituye al secretario de Transporte: ¿Venganza política y nuevos Caputo en el gobierno?
La reciente remoción de Franco Mogetta como Secretario de Transporte de la Nación argentina ha desatado una serie de especulaciones y análisis sobre las dinámicas internas del gobierno de Javier Milei. Más allá de las razones oficiales, la decisión parece estar profundamente arraigada en una compleja red de tensiones políticas y ambiciones de poder que involucran al propio presidente, a su influyente asesor Santiago Caputo, y al ministro de Economía, Luis Caputo. Este artículo desentraña los motivos detrás de la destitución de Mogetta, explorando las alianzas estratégicas, los roces internos y los desafíos que enfrenta su sucesor, Luis Pierrini, en un sector crucial para la economía y la vida cotidiana de los argentinos.
- El Ascenso y Caída de Mogetta: Un Producto del Acuerdo Schiaretti
- La Lucha de Poder entre los Caputo y la Expansión de su Influencia
- Roces Internos y Fondos No Remitidos: El Detonante de la Crisis
- Luis Pierrini: Los Desafíos que Afronta el Nuevo Secretario de Transporte
- El Conflicto Salarial con los Choferes: Un Test de Fuego para Pierrini
- La Posición de Caputo: Austeridad Fiscal por Encima de Todo
- El Debut de Pierrini: Un Escenario Complejo y Desafiante
El Ascenso y Caída de Mogetta: Un Producto del Acuerdo Schiaretti
Franco Mogetta llegó a la administración libertaria como parte de un acuerdo político entre Javier Milei y el exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Este pacto, que incluyó la incorporación de otros funcionarios cordobeses, buscaba ampliar la base de apoyo del nuevo gobierno y asegurar el quórum legislativo en momentos clave. Mogetta, inicialmente, logró sortear las purgas que afectaron a otros funcionarios, como Guillermo Ferraro, exministro de Infraestructura. Sin embargo, su posición se volvió vulnerable cuando el bloque de diputados nacionales vinculados a Schiaretti facilitó el quórum necesario para la oposición en la creación de una comisión investigadora sobre el escándalo del cripto activo $Libra, que involucra directamente al presidente Milei y a su hermana, Karina Milei.
Este apoyo a la oposición fue interpretado por el gobierno como una señal de distanciamiento del peronismo cordobés, lo que desencadenó una reacción similar a la que ya había sufrido Osvaldo Giordano, ex titular de la ANSES, quien fue desplazado tras la votación en contra de su esposa, diputada nacional por Córdoba, Alejandra Torres, a algunos artículos de la Ley Bases. La lógica detrás de estas decisiones parece ser clara: castigar a aquellos que se desvían de la línea del gobierno y reafirmar el control sobre las alianzas políticas.
La Lucha de Poder entre los Caputo y la Expansión de su Influencia
Más allá del factor Schiaretti, la salida de Mogetta también responde a una dinámica interna de poder entre Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei, y Luis Caputo, el ministro de Economía. Ambos buscan ampliar su influencia y control dentro de la administración mileísta, y el desplazamiento de Mogetta les abre nuevas oportunidades para consolidar su posición. Luis Caputo, en particular, ve en el nombramiento de un hombre de su confianza, Luis Pierrini, la posibilidad de "despolitizar y homogeneizar" su equipo, asegurando una mayor alineación con sus políticas económicas.
Santiago Caputo, por su parte, busca extender su influencia en el sector del transporte a través del nombramiento de nuevas autoridades en las empresas y organismos que dependen de la Secretaría. Esta lucha de poder refleja las tensiones inherentes a cualquier gobierno, donde diferentes actores compiten por el acceso al poder y la capacidad de influir en las decisiones políticas. La remoción de Mogetta, en este contexto, se convierte en una pieza más en el tablero de ajedrez político.
Roces Internos y Fondos No Remitidos: El Detonante de la Crisis
Los roces internos entre Mogetta y el ministro Caputo se agudizaron a principios de abril, principalmente por la falta de remisión de los fondos comprometidos para las obras del plan de emergencia ferroviaria. Esta situación generó tensiones y desconfianza entre ambos funcionarios, y contribuyó a la erosión de la relación laboral. Además, las diferencias en cuanto al alcance de la restructuración y el ajuste interno en el área de Transporte, impulsado por Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, también exacerbaron las diferencias.
Mogetta, proveniente del "cordobesismo", parecía tener una visión diferente sobre la implementación de las políticas de ajuste y restructuración, lo que lo puso en conflicto con la línea más dura impulsada por Caputo y Sturzenegger. La falta de fondos para las obras ferroviarias, en particular, fue un punto de fricción importante, ya que comprometía la ejecución de proyectos clave para el desarrollo del sector.
Luis Pierrini: Los Desafíos que Afronta el Nuevo Secretario de Transporte
Luis Pierrini, el nuevo secretario de Transporte, hereda una situación compleja y desafiante. Uno de los principales objetivos que se le ha asignado es disolver y transferir las tareas y funciones de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) a un nuevo organismo fusionado con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (JNST). Esta reestructuración busca simplificar la burocracia y mejorar la eficiencia del sector, pero también podría generar resistencias y conflictos internos.
Además, Pierrini deberá abordar el conflicto salarial con los choferes de colectivos, que amenaza con paralizar el transporte público en todo el país. El gremio de la UTA, liderado por Roberto Fernández, ha lanzado un paro total de actividades si no se llega a un acuerdo salarial que reconozca la inflación de los últimos tres meses. La situación es delicada, ya que los empresarios del sector solo ofrecen sumas fijas no remunerativas, y el gobierno de Milei, a través de Caputo, se muestra reacio a autorizar aumentos de tarifas o subsidios que puedan impactar en la inflación y el déficit fiscal.
El Conflicto Salarial con los Choferes: Un Test de Fuego para Pierrini
El sindicato de choferes reclama una actualización salarial del 8%, pero los empresarios solo ofrecen sumas fijas que no alcanzan a cubrir la pérdida de poder adquisitivo. Además, los empresarios plantean que cualquier aumento salarial adicional deberá ser compensado con un aumento de los boletos o con un mayor desembolso de subsidios estatales. Esta postura, sin embargo, choca con la política de ajuste y recorte del gasto público impulsada por el gobierno de Milei.
Caputo ha dejado claro que no convalidará incrementos de tarifas que puedan alimentar la inflación, ni elevará la suma pagada por subsidios. Esto pone a Pierrini en una posición difícil, ya que deberá encontrar una solución que satisfaga las demandas de los choferes sin comprometer los objetivos fiscales del gobierno. La disputa salarial se presenta como un verdadero test de fuego para el nuevo secretario de Transporte, y podría determinar su éxito o fracaso en el cargo.
La Posición de Caputo: Austeridad Fiscal por Encima de Todo
La firme posición de Caputo en contra de cualquier aumento de tarifas o subsidios refleja su compromiso con la austeridad fiscal y el control de la inflación. El ministro de Economía considera que cualquier medida que pueda generar un aumento de la inflación socavaría los esfuerzos del gobierno por estabilizar la economía y recuperar la confianza de los inversores. Por lo tanto, está dispuesto a asumir el costo político de un posible paro de colectivos antes que ceder a las presiones de los sindicatos y los empresarios.
Esta postura, sin embargo, podría tener consecuencias negativas para la población, especialmente para aquellos que dependen del transporte público para sus actividades diarias. Un paro de colectivos generaría inconvenientes y pérdidas económicas, y podría afectar la imagen del gobierno. Pierrini, en este contexto, deberá navegar entre las presiones de los diferentes actores y encontrar una solución que minimice los impactos negativos.
El Debut de Pierrini: Un Escenario Complejo y Desafiante
Luis Pierrini, quien hasta ahora se desempeñaba como titular de Triunfo Seguros y vicepresidente del club Independiente Rivadavia, asumirá las riendas de Transporte el lunes próximo. Su debut se presenta como un escenario complejo y desafiante, marcado por la reestructuración del sector, el conflicto salarial con los choferes y las tensiones internas dentro del gobierno. Pierrini deberá demostrar su capacidad de gestión y negociación para superar estos obstáculos y llevar adelante las políticas del gobierno en el sector del transporte.
La resolución de la disputa salarial con los choferes será crucial para su desempeño, y podría determinar su futuro en el cargo. Si logra evitar un paro de colectivos y llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes, se consolidará como un actor clave en la administración mileísta. De lo contrario, podría enfrentarse a críticas y presiones para abandonar su puesto.
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