Milei y el Hostigamiento al Periodismo: FOPEA Alerta por Aumento de Agresiones y Riesgo a la Libertad de Expresi ón
La libertad de prensa en Argentina se encuentra bajo una creciente amenaza, según denuncia el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). El informe anual de Monitoreo de Libertad de Expresión 2024 revela un alarmante aumento de agresiones contra periodistas, con una preocupante conexión directa entre el discurso del presidente Javier Milei y el hostigamiento digital y físico que sufren los profesionales de la comunicación. Este artículo analiza en profundidad las acusaciones de FOPEA, el contexto político que las alimenta, las consecuencias para el periodismo y la democracia argentina, y la necesidad urgente de una respuesta coordinada para proteger la libertad de expresión.
El Aumento Exponencial de Agresiones al Periodismo
El informe de FOPEA detalla que durante el año pasado se registraron 179 agresiones a periodistas en Argentina, lo que convierte a 2023 en el segundo año más crítico desde que la organización comenzó a realizar este monitoreo en 2013. Solo superado por 2013, este incremento no solo es numérico, sino también cualitativo. Fernando Stanich, protesorero de FOPEA, subraya que el 80% de estas agresiones pueden atribuirse a la violencia estatal y parestatal, especialmente a la acción de "trolls organizados" que amplifican el discurso hostil del presidente Milei. Este dato es crucial, ya que revela una estrategia sistemática de deslegitimación y acoso dirigida contra periodistas críticos con el gobierno.
La gravedad de la situación se agudiza al considerar que el 65% de las agresiones son directamente protagonizadas por el presidente Javier Milei, a través de sus declaraciones y publicaciones en redes sociales. Estas acciones no se limitan a críticas puntuales, sino que se caracterizan por ataques personales, descalificaciones y la difusión de información falsa, creando un clima de hostigamiento permanente y personalizado. Esta táctica, según FOPEA, busca no solo silenciar a los periodistas, sino también criminalizar la opinión y generar un efecto disuasorio en el ejercicio de la profesión.
El Rol del Presidente Milei: Habilitador de la Hostilidad
La denuncia central de FOPEA se centra en el papel del presidente Milei como habilitador de un clima de hostigamiento contra el periodismo. Stanich argumenta que las declaraciones y publicaciones del presidente actúan como una "catarata de mensajes hostiles" que incitan a la violencia digital y física contra los periodistas. Esta estrategia, aunque indirecta, es altamente efectiva, ya que legitima el acoso y la intimidación por parte de sus seguidores y simpatizantes. La especificidad de los ataques, dirigidos a periodistas con nombre y apellido, demuestra una intención clara de deslegitimar su trabajo y socavar su credibilidad.
La querella del presidente contra periodistas específicos, como Carlos Pagni, es vista por FOPEA como un intento de criminalizar la opinión y aleccionar a la prensa. Esta acción judicial, más allá de su resultado, envía un mensaje intimidatorio a toda la comunidad periodística, sugiriendo que la crítica al gobierno puede tener consecuencias legales. La estrategia de deslegitimación se complementa con la difusión de noticias falsas y la manipulación de la información, creando un ambiente de confusión y desconfianza en los medios de comunicación.
La Reacción de los Medios y el Silencio Empresarial
Inicialmente, la respuesta de los medios de comunicación ante el hostigamiento al periodismo fue percibida como pasiva, especialmente hasta fines de 2023. Sin embargo, Stanich señala un cambio reciente, con ejemplos como la defensa firme de La Nación en el caso de Carlos Pagni. Este tipo de reacciones demuestran una creciente conciencia de que la amenaza no se limita a una discusión interna del periodismo, sino que representa un ataque a un pilar fundamental de la democracia. La defensa de la libertad de expresión requiere una respuesta unificada y contundente por parte de todos los actores involucrados.
A pesar de este cambio positivo, FOPEA critica el silencio de los sectores empresariales, instando a una reacción más visible y activa. La organización considera que es necesario una convocatoria amplia, que involucre a periodistas de diferentes afiliaciones y a representantes de los medios de comunicación, para coordinar acciones concretas en defensa de la libertad de expresión. El apoyo de los empresarios de medios es crucial para garantizar la independencia y la sostenibilidad del periodismo en Argentina.
La Violencia Digital y sus Consecuencias Reales
FOPEA ha documentado la proliferación de noticias falsas y la difusión de información manipulada con el objetivo de desacreditar a la organización y a los periodistas críticos. Se han inventado diálogos falsos atribuidos a miembros de la Comisión de Monitoreo de FOPEA, e incluso se ha difundido la falsa información de que la organización realiza encuestas, lo cual es falso. El presidente Milei, según denuncia FOPEA, ha fomentado activamente esta desinformación, amplificando la mentira y socavando la credibilidad de la organización. Esta estrategia de desinformación es una herramienta clave en el arsenal de ataque contra el periodismo.
La preocupación de FOPEA se centra en la conexión directa entre la violencia digital y las agresiones reales contra periodistas. Stanich señala que es imposible no relacionar el clima de hostigamiento instalado por el presidente con los ataques sufridos por Roberto Navarro, María Eugenia Duffard y Pablo Grillo. Estos casos demuestran que la incitación al odio y la deslegitimación del periodismo pueden tener consecuencias graves y tangibles, poniendo en riesgo la integridad física y la seguridad de los profesionales de la comunicación. La violencia digital no es un fenómeno aislado, sino un precursor de la violencia física.
Acciones Legales y la Lenta Respuesta de la Justicia
FOPEA ha presentado denuncias ante la justicia contravencional porteña por hostigamiento digital y ha denunciado los intentos de instalar noticias falsas. Sin embargo, Stanich lamenta la lentitud de la justicia en responder a estas denuncias, señalando que la desinformación se propaga a una velocidad mucho mayor en las redes sociales que la capacidad de la justicia para investigar y sancionar a los responsables. Esta asimetría dificulta la protección de los periodistas y perpetúa la impunidad de los agresores.
A pesar de las dificultades, FOPEA continúa trabajando y alertando sobre la gravedad de la situación. La organización considera que es fundamental mantener viva la denuncia pública y exigir una respuesta contundente por parte de las autoridades. La defensa de la libertad de expresión es una tarea constante y requiere el compromiso de todos los actores involucrados, incluyendo a los periodistas, los medios de comunicación, los empresarios, la justicia y la sociedad civil.
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