Moldavia rechaza la entrada en la UE en un referéndum marcado por el boicot prorruso
Los moldavos han rechazado la adhesión a la Unión Europea (UE) en un referéndum constitucional que fue boicoteado por los prorrusos. Según la Comisión Electoral Central (CEC), un 45,35% de los moldavos votaron a favor, pero un 54,65% se opuso a la integración europea tras el escrutinio de poco más del 85% de los votos emitidos.
El electorado prorruso
El electorado prorruso, incluida la autonomía de Gagauzia, donde más del 95% votó en contra, se hizo oír mucho más que los votantes de la capital, Chisinau, y de la diáspora, más proclives a la entrada en el bloque europeo. Moldavia, uno de los países más pobres de Europa, aspiraba a ingresar en 2030 en la UE, a la que ya exporta el 65% de sus productos y de la que recibe más del 80% de las inversiones directas.
Muchos votantes rusoparlantes criticaron al Gobierno por no explicar las implicaciones jurídicas de introducir en el preámbulo de la Constitución la aspiración de los moldavos a ingresar en la UE. A las autoridades pareció perjudicarles celebrar la consulta popular junto con las elecciones presidenciales, tras cuatro años de caída del nivel de vida debido al covid, el conflicto en la vecina Ucrania y la guerra energética con Rusia.
Oposición del Kremlin
El Kremlin se opuso al referéndum y, según la Fiscalía moldava, el prófugo oligarca Ilon Shor intentó comprar los votos de 130.000 personas con una transferencia de 15 millones de dólares desde bancos rusos. El no a la UE es un duro varapalo para la presidenta moldava, la liberal Maia Sandu, quien tampoco pudo ser reelegida en las elecciones del domingo, por lo que tendrá que disputar en noviembre una segunda vuelta.
A falta de que termine el escrutinio, Sandu se enfrentará muy probablemente al candidato del Kremlin, el exfiscal general Alexandr Stoianoglo, quien boicoteó el referéndum europeísta.
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