Movilización histórica: Argentina clama por la defensa de la educación pública
En el corazón palpitante de Argentina, donde la educación pública constituye el tejido vital de su sociedad, se ha encendido una llama de defensa contra las políticas incisivas del gobierno libertario de Javier Milei. Esta llama ha prendido ante la amenaza percibida de un "nido de adoctrinamiento", un desdén que ha incitado a cientos de miles de ciudadanos a tomar las calles.
La Marcha Federal Universitaria: Un Grito de Unidad
Las calles de Argentina se transformaron en un torrente humano cuando ciudadanos de todos los ámbitos de la vida, estudiantes, académicos, personal universitario, sindicatos, políticos y organizaciones sociales, se unieron en la Marcha Federal Universitaria. Su objetivo era claro: proteger la educación superior pública contra las políticas de ajuste del gobierno.
El Ministerio de Capital Humano, en un intento de apaciguar la creciente disidencia, anunció el depósito de 10.075 millones de pesos para cubrir los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales, pero la marcha siguió adelante, un testimonio del profundo arraigo de la educación pública en la psique argentina.
La cifra oficial, estimada entre 100.000 y 150.000 personas congregadas en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, palidece en comparación con el verdadero alcance de la movilización. Las calles adyacentes estaban abarrotadas de manifestantes, elevando la cifra total a casi medio millón.
Ley 1420: La Base de la Gratuidad Educativa
La educación pública gratuita y obligatoria es un pilar fundamental del sistema educativo argentino, consagrado en la Ley 1420 promulgada en 1884 bajo la presidencia de Julio Argentino Roca. Esta ley sentó las bases de la gratuidad hasta la educación superior, un derecho del que gozan incluso los ciudadanos extranjeros.
La presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, proclamó con orgullo que "somos orgullosos hijos de la universidad pública argentina". Afirmó que la educación es "un derecho humano fundamental, porque se impone sobre el ingrato azar de la desigualdad".
Demandas Claves de los Manifestantes
La marcha no fue solo una demostración de unidad, sino también una plataforma para las demandas específicas de los manifestantes:
- Actualización de salarios y gastos de funcionamiento para reflejar la inflación galopante.
- Mejoras en las pensiones de los jubilados.
- Restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).
Soporte Político Transpartidista
La convocatoria fue una iniciativa de la sociedad civil, pero los representantes políticos de todo el espectro no pudieron resistirse a sumarse. Entre los asistentes a la manifestación de Buenos Aires se encontraban el gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el exministro de Economía y adversario de Milei en las últimas elecciones presidenciales, Sergio Massa; y el presidente del radicalismo, el senador Martín Lousteau.
El exalcalde de Buenos Aires y cofundador del partido Propuesta Republicana, Horacio Rodríguez Larreta, expresó su apoyo antes de la marcha. Desde un balcón cercano al Congreso, la expresidenta argentina Cristina Fernández agitó una prenda universitaria en solidaridad con los manifestantes.
La Movilización Pacífica de Córdoba: Un Hito Histórico
Córdoba, un bastión del activismo estudiantil y sede de la venerable Universidad Nacional de Córdoba, fundada en 1613, fue testigo de una movilización masiva de unas 30.000 personas.
Conocida como la "Docta", Córdoba ha sido escenario de importantes revueltas estudiantiles, incluido el "Cordobazo" de 1969, un levantamiento cívico-militar que sacudió al país.
Conclusión:
La Marcha Federal Universitaria fue un claro testimonio del profundo apego de Argentina a la educación pública. La sociedad se unió en un coro de cientos de miles de voces, defendiendo un principio que ha sido la base de su sistema educativo durante generaciones.
Mientras el gobierno de Milei continúa su búsqueda de políticas de ajuste, la marcha envía un mensaje inequívoco: la educación pública no es un gasto prescindible, sino un pilar vital de la sociedad argentina.
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