Netanyahu ordena ocupación total de Gaza: Riesgo para rehenes y tensión militar.
La escalada del conflicto entre Israel y Hamás ha alcanzado un punto crítico. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha convocado a la cúpula militar con la clara intención de ordenar la ocupación total de la Franja de Gaza, una decisión que ha generado fuertes tensiones internas dentro del propio aparato de seguridad israelí. La frase contundente del vocero de Netanyahu, "La suerte está echada: vamos a ocupar por completo la Franja de Gaza", resuena como un punto de no retorno, marcando una nueva fase en la operación militar y abriendo interrogantes sobre las consecuencias humanitarias y geopolíticas de esta medida.
El Anuncio de la Ocupación Total: Contexto y Motivaciones
La decisión de Netanyahu de buscar la ocupación total de Gaza no es un evento aislado, sino la culminación de semanas de intensos combates y una creciente frustración por la incapacidad de erradicar completamente a Hamás. El ataque sorpresa del 7 de octubre, que dejó más de 1.400 israelíes muertos y cientos de rehenes, desencadenó una respuesta militar masiva que ha devastado gran parte de la Franja de Gaza. La presión interna para garantizar la seguridad de los ciudadanos israelíes y liberar a los rehenes ha sido un factor determinante en la postura intransigente de Netanyahu.
Sin embargo, la ocupación total implica un cambio radical en la estrategia israelí, pasando de una operación militar focalizada en destruir la infraestructura de Hamás a un control territorial a largo plazo. Esta decisión se basa en la creencia de que solo a través de una presencia militar permanente se podrá desmantelar la capacidad de Hamás para lanzar ataques futuros. La ocupación también podría tener como objetivo establecer una zona de seguridad en la Franja de Gaza, impidiendo que el grupo terrorista vuelva a armarse y organizar operaciones.
La declaración del vocero de Netanyahu, que incluso llegó a sugerir la dimisión del jefe del Estado Mayor si no estaba de acuerdo con la ocupación, revela la determinación del primer ministro de llevar a cabo esta operación a pesar de la oposición interna. Esta confrontación entre el liderazgo político y el estamento militar subraya la complejidad de la situación y los riesgos asociados a una escalada del conflicto.
La Oposición del Estamento Militar: Riesgos y Preocupaciones
La oposición del jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, y de otros altos cargos de seguridad a la ocupación total de Gaza se basa en una serie de preocupaciones estratégicas y tácticas. La principal de ellas es el temor a que las milicias palestinas ejecuten a los rehenes en caso de un avance de las tropas israelíes. El incidente de finales de agosto de 2024, en el que seis cautivos fueron hallados muertos, sirve como un recordatorio brutal de esta amenaza.
Además, el estamento militar considera que destruir completamente el entramado de Hamás podría llevar años, incluso décadas, y requerir un despliegue masivo de tropas y recursos. La ocupación de Gaza implicaría un enfrentamiento prolongado con milicias palestinas, un alto costo en vidas humanas y un desgaste significativo para el ejército israelí. La experiencia en otros conflictos, como la ocupación de Irak y Afganistán, ha demostrado que las ocupaciones prolongadas pueden ser extremadamente costosas y difíciles de gestionar.
La cancelación de la visita de Zamir a Estados Unidos y la suspensión de la extensión del servicio militar regular son señales claras de la tensión entre el liderazgo político y el estamento militar. La decisión de dar a los soldados "espacio para respirar" refleja la preocupación por el bienestar de las tropas y la necesidad de mantener la moral alta en medio de un conflicto prolongado.
Implicaciones Humanitarias de la Ocupación
La ocupación total de la Franja de Gaza tendría consecuencias humanitarias devastadoras para la población palestina. La Franja, que ya se encontraba en una situación precaria antes del conflicto, ha sido sometida a un bloqueo israelí durante más de 15 años, lo que ha limitado el acceso a alimentos, agua, medicinas y otros bienes esenciales. Los intensos bombardeos y combates han destruido gran parte de la infraestructura civil, incluyendo hospitales, escuelas y viviendas.
La ocupación implicaría un control aún más estricto sobre la vida de los palestinos, restringiendo su libertad de movimiento, su acceso a servicios básicos y su capacidad para reconstruir sus vidas. La experiencia en otros territorios ocupados, como Cisjordania, ha demostrado que la ocupación puede generar un ciclo de violencia y desesperación, alimentando el extremismo y dificultando la búsqueda de una solución pacífica.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación humanitaria en Gaza y ha instado a Israel a respetar el derecho internacional humanitario y a proteger a los civiles. Sin embargo, la ocupación total podría socavar aún más los esfuerzos para brindar ayuda humanitaria y garantizar la seguridad de la población palestina.
Reacciones Internacionales y Posibles Escenarios Futuros
El anuncio de Netanyahu ha provocado una ola de condenas y preocupación a nivel internacional. Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha expresado su oposición a la ocupación total de Gaza, advirtiendo que podría desestabilizar aún más la región y socavar los esfuerzos para lograr una paz duradera. Otros países, como Francia, Alemania y el Reino Unido, también han instado a Israel a moderar su postura y a buscar una solución negociada.
La Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica han condenado enérgicamente la decisión de Netanyahu, calificándola de "violación flagrante del derecho internacional" y de "amenaza para la seguridad regional". Egipto y Jordania, los únicos países árabes que mantienen relaciones diplomáticas con Israel, han expresado su preocupación por las posibles consecuencias de la ocupación.
Los posibles escenarios futuros son inciertos y dependen de una serie de factores, incluyendo la evolución de los combates, la respuesta de Hamás y la presión internacional. Si Israel decide llevar a cabo la ocupación total, es probable que se enfrente a una resistencia armada prolongada por parte de las milicias palestinas, lo que podría resultar en un alto costo en vidas humanas y un deterioro aún mayor de la situación humanitaria. Por otro lado, si Israel se retracta de su decisión, podría perder credibilidad ante sus propios ciudadanos y ante la comunidad internacional.
La situación actual exige un diálogo urgente entre todas las partes involucradas para encontrar una solución pacífica y duradera al conflicto. La ocupación total de Gaza no es una solución viable, sino que solo agravará la situación y perpetuará el ciclo de violencia y desesperación. Es fundamental que se respeten los derechos de todos los pueblos de la región y que se busque una solución justa y equitativa que garantice la seguridad y la dignidad de todos.
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