Pablo Bonina: La Fe y el Fútbol Vencen a la Leucemia – Una Historia Inspiradora de Puerto Deseado
“No pierdan la fe”: la pelea de Pablo Bonina, el “pibe” de Puerto Deseado que enfrentó la leucemia y volvió a entrenar en FerroLa tarde del 21 de agosto, publicó un mensaje que conmovió a la Patagonia: “ ”. Detrás de ese posteo hubo meses de incertidumbre, viajes, sueros y oraciones. También, una pregunta que, según su mamá, Pablo repitió desde el primer día:
El Comienzo
La historia empezó “de golpe”, recordó en diálogo con . Pablo, un pibe sano, deportista desde “chiquitito”, empezó a mostrar hematomas y a sentir dolores en cintura y piernas. “ ”, dijo. En la guardia pidieron un análisis completo. “Repitieron los estudios y volvieron con la noticia de que era una . Me dijeron: ‘Mamá, preparate. Ya pedí la derivación urgente a Comodoro Rivadavia'”, contó Carol. “ ”.
El Viaje y el Tratamiento
La familia se partió en la ruta y en el alma. Carol viajó con Pablo a Comodoro; sus otros dos hijos quedaron con parientes en Deseado. “ ”, relató. El equipo médico preparó a todos para “ir con artillería pesada”. Carol lo explicó con crudeza: “Las primeras quimios fueron de siete días, de 23 horas, y los tres primeros eran dobles. La de tres horas era la más fuerte y lo descomponía por completo”. Hubo, sin embargo, una ventaja: “ ”.
La Solidaridad
El golpe se sintió en la casa y en la ciudad. Puerto Deseado respondió con lo que mejor sabe dar: solidaridad. “Hubo una movida muy importante: rifas, mensajes, cadenas de oración. No puedo nombrar a todos”, afirmó Carol. “Nunca perdimos la fe. Yo repetía: ‘Dios es grande y me lo va a sacar adelante'”. La red se extendió a Comodoro, Caleta, Buenos Aires y, sobre todo, al mundo del fútbol local. Ferro se mantuvo cerca; profes y compañeros preguntaron, grabaron videos, mandaron entrenamientos.
El Diagnóstico y el Motor
Cuando le tocó hablar, Pablo reconstruyó el momento del diagnóstico y la pregunta que lo persiguió: “A comienzos de enero me detectaron leucemia y me trasladaron rápido para empezar el tratamiento con la doctora . En todo momento mi familia estuvo unida, diciéndome que no decaiga, que soy un pibe fuerte. Los profes y mis categorías, tanto de futsal como de cancha grande, estuvieron a disposición por lo que hiciera falta”. El fútbol, dijo, fue su motor: “ ”.
El Regreso y los Sueños
El regreso, por ahora, es diferenciado. “Llevo dos entrenamientos con el profe, todo cuidado. . Me cuesta arrancar los trotes y las carreras largas, pero ”, contó Pablo, que no perdió el foco: “Primero quiero terminar bien el tratamiento. Después, volver a jugar como antes, y conocer el Monumental, sacarme una foto con los jugadores y que me firmen algo”.
El Presente y el Futuro
La escena del reencuentro con la cancha mezcló alegría y temores. Carol lo definió como “sentimientos encontrados”: “ ”. Nos queda una tercera quimio y, luego, un trasplante en Buenos Aires. Aún no hay fecha para esa etapa”. En medio de ese calendario tenso, la médica autorizó “un respiro”: “Para que renueve fuerzas, hablaron con el profe Maxi, que va una hora antes y le da media hora de trabajos suaves. ”.
El Sostén Colectivo
En la cancha y en casa, el sostén fue colectivo. “ ”, subrayó Carol. “Recibimos desde una oración hasta un mensaje. Las iglesias lo pusieron en sus intenciones; amigos y desconocidos, también. Y en el club siempre nos preguntaron qué necesitábamos”. Pablo agregó: “Lo que sentí al volver fue una alegría enorme. Cuando me descubrieron la enfermedad yo estaba por empezar la pretemporada con Primera y Reserva. ”.
El Recorrido
La película, mirando en orden, tiene sus capítulos. Primero, las manchas y el dolor; después, la guardia en el hospital de Puerto Deseado y el diagnóstico presuntivo; más tarde, la derivación y la internación en Comodoro, con ciclos de quimio “de artillería pesada”. En paralelo, la red que se tejió entre familia, amigos, profes y vecinos. Y, ahora, el regreso controlado a los movimientos que hacen feliz a Pablo. En lo deportivo, su recorrido se explica fácil: cancha grande en Ferro; futsal en y ; y el presente, otra vez, con la camiseta que lo hace sentir como en casa. “ . Tenemos por delante la última quimio y el trasplante. Seguimos con fuerza
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