Pablo Gajardo, el "Mañoso" de Comodoro: Ídolo de Newbery y Huracán
En el corazón del fútbol de Comodoro Rivadavia, la figura de Pablo Gajardo se erige como un referente de talento, carisma y pasión por el deporte rey. Su trayectoria, marcada por su paso por clubes emblemáticos como Jorge Newbery y Huracán, dejó una huella imborrable en los corazones de los aficionados.
Un niño prodigio en las canchas
El destino de Pablo Gajardo con el fútbol estaba escrito desde sus primeros años. Con apenas nueve años, deslumbraba en el "Cosmos", un equipo de barrio donde sus habilidades innatas y su amor por el esférico cautivaban a todos. Su talento precoz le llevó a formar parte de la Escuela de Fútbol de Víctor Doria, donde continuó puliendo su técnica y su capacidad goleadora.
Un viaje marcado por la familia
Los hermanos Gajardo compartieron el sueño de convertirse en futbolistas profesionales. Juntos, formaron parte de la Escuelita de Fútbol de Víctor Doria, el tío de Pablo, donde recibieron una valiosa formación que les preparó para afrontar los retos del deporte de élite. Entre ellos, destacaba Pablo, cuya habilidad y destreza le permitieron destacarse en cada campeonato en el que participaba.
De Portugués a Newbery, un salto a la gloria
A los 15 años, Pablo Gajardo debutó con el Deportivo Portugués en Primera División, dando sus primeros pasos en el fútbol profesional. Junto a su hermano Javier, lograron alcanzar un repechaje para el ascenso ante Oeste Jrs., donde el "Mañoso" brilló con luz propia. Su buen rendimiento atrajo la atención de Huracán, pero el elevado precio solicitado por Portugués frustró su fichaje. Fue entonces cuando Jorge Newbery se cruzó en su camino, ofreciéndole un contrato por dos años que marcaría su destino.
Un físico privilegiado y una técnica exquisita
Pablo Gajardo poseía un físico privilegiado para la práctica del fútbol. Su musculatura desarrollada en piernas, torso y brazos le permitía aguantar la marca y los golpes de defensores rivales. Además, su habilidad para saltar y cabecear era excepcional, lo que le convertía en un peligro constante para los rivales. Su técnica refinada y su dominio del balón le permitían sortear defensas con facilidad y lograr goles imposibles.
"Su técnica individual era brillante. Podía hacer lo que quisiera con el balón, driblar a varios rivales y marcar goles desde cualquier posición." - Ismael "Flaco" González, ex entrenador de Pablo Gajardo
Un regreso a Portugués y un nuevo encuentro con Doria
Tras su paso por Jorge Newbery, Pablo Gajardo regresó al Deportivo Portugués. Fue entonces cuando Víctor Doria, que se encontraba en Petroquímica, volvió a contactar con él y le propuso fichar por el "Ocho". Gajardo aceptó y se unió a los "petroleros", donde formó una dupla letal con su gran amigo Pablo Muñoz, con quien compartió camiseta en dos equipos más.
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