Padrinazgo del séptimo hijo: ¿Milei o el gobernador Vidal?
El nacimiento de Noah Maciel Portillo, el séptimo hijo varón de Mirta Portillo y su esposo en Río Gallegos, ha generado expectativas sobre quién será su padrino. Por ley, el presidente de la Nación en funciones debería apadrinar al pequeño, pero a horas de cumplir un mes, la familia no ha tenido noticias de Javier Milei.
La Ley del Padrinazgo Presidencial
La Ley 20.843 establece que el presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una familia apadrine al menor. Esta ley incluye una beca estudiantil para el apadrinado.
Según Mirta Portillo, "cuando estuvimos internados, me dijeron que se iban a hacer cargo ellos de contactarse y mandarle los papeles" al presidente Milei. Sin embargo, la familia no ha recibido aún ninguna comunicación oficial.
El Gobernador de Santa Cruz como Candidato a Padrino
Ante la falta de noticias del presidente, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, ha visitado a la familia y ha manifestado su deseo de apadrinar a Noah. "El gobernador también quiere ser el padrino", ha declarado Mirta Portillo.
Ante la posibilidad de que tanto el presidente como el gobernador sean padrinos, la madre de Noah ha dicho "por qué no". Y sobre la elección de uno u otro, ha señalado "vamos a ver qué pasa y si no se acerca (Javier Milei), aceptamos la propuesta del gobernador".
El Padrinazgo Presidencial en Peligro
La tradición del padrinazgo presidencial podría terminar si prospera el proyecto presentado por el legislador Esteban Paulón, que busca derogar la Ley 20.843. Paulón considera que la ley es "absolutamente caprichosa y arbitraria", ya que se basa en el mito del hombre lobo y no en razones de protección social.
De aprobarse el proyecto, los presidentes ya no tendrían que apadrinar a los séptimos hijos varones o séptimas hijas mujeres de las familias argentinas, y la beca estudiantil asociada al padrinazgo también sería eliminada.
Un Mito en el Origen de la Ley
Según Paulón, el origen de la Ley 20.843 se encuentra en el mito del hombre lobo, según el cual el séptimo hijo varón nacido en una familia está destinado a convertirse en hombre lobo. Para evitar este destino, el presidente apadrinaba al niño y lo protegía de cualquier mal.
Sin embargo, Paulón sostiene que "lejos está de justificar su vigencia en razones de protección social ante la presunta vulnerabilidad social o económica de una familia numerosa".
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