Palabras que queremos en el diccionario RAE: Delulu, moñeco y más términos de moda
La lengua española, un organismo vivo en constante evolución, se ve moldeada por las nuevas generaciones, las tendencias culturales y la influencia de las redes sociales. Palabras que ayer eran jerga juvenil o expresiones locales, hoy aspiran a un lugar en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Este artículo explora un puñado de términos que, por su uso extendido y su capacidad para capturar nuevas realidades, merecen ser considerados para su inclusión en la próxima edición del diccionario, analizando su origen, significado y relevancia cultural.
- Moñeco: La Inmovilidad Sorprendida
- Delulu: El Optimismo Desenfrenado
- Quereseres: La Búsqueda de la Autenticidad
- Eurovisión y el "Eurofán": Más Allá del Festival
- "Maloserá": La Sabiduría Gallega Inversa
- "Mazo": El Intensificador Madrileño
- "Tonto": Un Americanismo con Raíces Andaluzas
- "Periquear": Más Allá de la Definición Desfasada
Moñeco: La Inmovilidad Sorprendida
“Moñeco” es un término coloquial que describe un estado de inmovilidad o aturdimiento, generalmente provocado por la sorpresa o el asombro. Su uso se extiende por diversas regiones de España, aunque su origen exacto es incierto. La palabra evoca la imagen de un muñeco inerte, incapaz de reaccionar ante un estímulo. Se utiliza para describir tanto la reacción física de quedarse paralizado como el estado mental de incredulidad. Ejemplo: "Me quedé moñeco cuando vi el resultado de la lotería." Su popularidad radica en su capacidad para expresar de forma vívida y concisa una experiencia común a todos: la sorpresa que nos deja sin palabras y sin movimiento.
Delulu: El Optimismo Desenfrenado
Proveniente de la abreviación del término inglés "delusional" (delirante), “delulu” ha conquistado el léxico de la Generación Z. Define una forma de optimismo extremo, a menudo rayando en la fantasía, que se aferra a la posibilidad de que algo suceda a pesar de la falta de evidencia o la improbabilidad lógica. Estar “delulu” implica creer fervientemente en un resultado deseado, incluso si las circunstancias indican lo contrario. Este término no se limita a la esperanza ingenua; implica una aceptación consciente de la irrealidad de la situación, pero una elección deliberada de mantener la fe. La FundéuRAE ya ha reconocido su existencia, lo que subraya su creciente popularidad y su impacto en la comunicación contemporánea. Ejemplo: "Estoy delulu con que mi artista favorito me responda en Twitter."
Quereseres: La Búsqueda de la Autenticidad
“Quereseres” describe a aquellas personas que carecen de una personalidad definida, que se adaptan a las circunstancias y a las expectativas de los demás sin mostrar una identidad propia. El término, de origen incierto pero popularizado en redes sociales, implica una falta de convicción y una tendencia a la superficialidad. A diferencia de la timidez o la inseguridad, el “quereseres” disfruta de su falta de personalidad y no siente remordimientos por ello. Se asocia a menudo con la cultura de la imagen y la búsqueda de aprobación social. El origen de la palabra se vincula a la charca o ciénaga del ogro Shrek, sugiriendo un ambiente estancado y carente de profundidad. Ejemplo: "No te preocupes por su opinión, es un quereseres y no tiene criterio propio."
Eurovisión y el "Eurofán": Más Allá del Festival
El Festival de Eurovisión, un evento musical de alcance internacional, ha generado su propia cultura y su propio vocabulario. El término “eurofán” designa a los seguidores apasionados del festival, mientras que “eurodrama” se refiere a los sucesos desafortunados que ocurren en torno al concurso. En 2025, la controversia en torno a la participación de Israel y la consecuente decisión de España de no participar han intensificado el uso de este término, reflejando la frustración y la decepción de los eurofans. El “eurodrama” encapsula la tensión política y emocional que a menudo acompaña al festival, convirtiéndose en un término clave para comprender la experiencia de los seguidores más comprometidos. Ejemplo: "El eurodrama de este año ha sido increíblemente intenso."
"Maloserá": La Sabiduría Gallega Inversa
“Maloserá” es una expresión gallega peculiar que desafía la lógica lingüística. A pesar de su apariencia negativa, su significado es precisamente el opuesto: indica la esperanza de que algo bueno suceda para evitar un resultado desfavorable. La expresión refleja una visión optimista y fatalista del mundo, donde la adversidad es inevitable pero siempre puede ser superada. La fuerza de “maloserá” reside en su capacidad para transmitir una actitud resiliente y una confianza inquebrantable en el destino. Su uso se caracteriza por la convicción y la seguridad con la que lo pronuncian los gallegos, incluso cuando la situación parece desesperada. Ejemplo: "El pronóstico del tiempo es terrible, pero bueno, maloserá."
"Mazo": El Intensificador Madrileño
“Mazo”, proveniente del juego de cartas, se utiliza en el habla madrileña como un intensificador, similar a “muy” o “mucho”. Su uso es coloquial y expresivo, añadiendo énfasis y emoción a las frases. A pesar de su arraigo en la cultura popular madrileña, “mazo” aún no figura en el diccionario de la RAE. Su inclusión sería un reconocimiento a la riqueza y diversidad del español regional. Ejemplo: "Me gusta mazo este restaurante." La expresión refleja la vitalidad y el carácter desenfadado del habla madrileña, contribuyendo a su singularidad y atractivo.
"Tonto": Un Americanismo con Raíces Andaluzas
Aunque ya reconocido en el diccionario de americanismos, el término “tonto” (en el sentido de persona ingenua o poco perspicaz) merece ser incluido en el diccionario de la RAE. Su uso es especialmente común en Andalucía, particularmente en Cádiz, donde se emplea con un tono a veces cariñoso, a veces despectivo. “Tonto” puede referirse a alguien que es ingenuo, vago, poco espabilado o que pierde el tiempo. Su significado varía según el contexto y la intención del hablante. Ejemplo: "No seas tonto y presta atención." La inclusión de “tonto” en el diccionario de la RAE reconocería su amplia difusión y su relevancia cultural en diversas regiones de España.
"Periquear": Más Allá de la Definición Desfasada
La RAE define “periquear” como “Dicho de una mujer: Disfrutar de excesiva libertad”, una definición que resulta desfasada y poco representativa de su uso actual. En la actualidad, “periquear” se utiliza para describir una conversación trivial y sin importancia, un parloteo sin sustancia. Su origen se remonta al sonido que producen los periquitos al hablar, sugiriendo una comunicación superficial y repetitiva. La actualización de la definición de “periquear” en el diccionario de la RAE reflejaría su significado contemporáneo y su relevancia en la comunicación cotidiana. Ejemplo: "Estaban periqueando sobre el tiempo que hacía."




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