Patagonia: CRA exige proteger barrera sanitaria y apoyar al productor ovino ante desafíos económicos.
La Patagonia argentina, un territorio vasto y rico en recursos naturales, enfrenta desafíos cruciales para la sostenibilidad de su producción ovina, pilar fundamental de su economía regional. La reciente decisión gubernamental de permitir el ingreso de carne con hueso ha generado una profunda controversia, poniendo en riesgo la barrera sanitaria que protege a la región de enfermedades como la fiebre aftosa. En este contexto, Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), ha alzado su voz en defensa de los productores patagónicos, instando a la búsqueda de una solución definitiva que garantice tanto la sanidad animal como el desarrollo económico de la región. Este artículo explora en profundidad las preocupaciones planteadas por Castagnani, los desafíos que enfrenta la producción ovina en la Patagonia y las posibles vías para asegurar un futuro próspero para el sector.
La Defensa de la Barrera Sanitaria: Un Legado en Riesgo
La Patagonia se distingue a nivel mundial por su estatus sanitario privilegiado, siendo una región libre de fiebre aftosa sin vacunación. Este logro, fruto de décadas de esfuerzo y rigurosos controles, ha permitido el acceso a mercados internacionales exigentes y ha posicionado a la carne ovina patagónica como un producto de alta calidad y valor agregado. La reciente habilitación del ingreso de carne con hueso, proveniente de zonas con diferente estatus sanitario, representa una amenaza latente para esta barrera, ya que aumenta el riesgo de introducción de enfermedades que podrían devastar la producción regional.
La preocupación de los productores no es infundada. La fiebre aftosa, una enfermedad viral altamente contagiosa, puede causar pérdidas económicas significativas debido a la reducción de la producción de carne, leche y lana, así como a las restricciones comerciales impuestas por los países importadores. La recuperación de un estatus sanitario perdido implica un proceso largo y costoso, que puede llevar años y afectar gravemente la competitividad de la región.
Castagnani ha enfatizado la necesidad de una evaluación exhaustiva de los riesgos asociados a la importación de carne con hueso, así como la implementación de medidas de control y vigilancia más estrictas. Asimismo, ha propuesto la conformación de una mesa de trabajo integrada por representantes del gobierno nacional, los gobiernos provinciales y los productores, con el objetivo de encontrar una solución consensuada que proteja la sanidad animal y garantice la continuidad de la producción ovina en la Patagonia.
El Impacto de la Medida Gubernamental: Malestar e Incertidumbre
La decisión del gobierno de habilitar el ingreso de carne con hueso fue tomada de manera unilateral, sin consultar a los actores clave del sector. Esta falta de diálogo generó un profundo malestar e incertidumbre entre los productores patagónicos, quienes se sienten desprotegidos y amenazados. La medida fue percibida como una falta de respeto a los esfuerzos realizados durante años para mantener el estatus sanitario de la región y como un retroceso en la defensa de los intereses del sector.
La incertidumbre se agrava ante la falta de claridad sobre los protocolos de control y vigilancia que se implementarán para garantizar la seguridad sanitaria de la importación. Los productores temen que la carne con hueso provenga de fuentes no confiables y que los controles sean insuficientes para detectar la presencia de enfermedades. Esta situación podría generar desconfianza en los mercados internacionales y afectar la imagen de la carne ovina patagónica.
El gobierno ha anunciado un plazo de 90 días para evaluar la medida y considerar posibles modificaciones. Sin embargo, los productores exigen que este plazo se utilice de manera efectiva para realizar una evaluación rigurosa de los riesgos y para establecer un marco regulatorio claro y transparente que proteja la sanidad animal y garantice la competitividad del sector.
La Necesidad de un Diálogo Constructivo y una Legislación Justa
Castagnani ha insistido en la importancia de que la mesa de trabajo propuesta por el gobierno incluya la participación activa de los gobiernos provinciales y los productores. Considera que es fundamental que todos los actores involucrados tengan la oportunidad de expresar sus preocupaciones y de aportar soluciones constructivas. Asimismo, ha enfatizado la necesidad de una legislación justa que garantice el resguardo sanitario logrado, la expansión económica de los productores y el equilibrio de precios conforme a los costos de producción.
Una legislación justa debe establecer criterios claros y transparentes para la importación de carne con hueso, así como protocolos de control y vigilancia estrictos que garanticen la seguridad sanitaria de la importación. Asimismo, debe prever mecanismos de compensación para los productores en caso de que se produzca un brote de fiebre aftosa o de otra enfermedad relacionada con la importación.
Además, la legislación debe tener en cuenta las particularidades de la producción ovina en la Patagonia, como los altos costos de producción y la necesidad de mantener la calidad y el valor agregado de la carne. Es fundamental que se promueva la inversión en tecnología y en infraestructura para mejorar la eficiencia y la competitividad del sector.
Más Allá de la Sanidad: Desafíos Adicionales para la Producción Ovina
La producción ovina en la Patagonia enfrenta una serie de desafíos adicionales que van más allá de la amenaza a la barrera sanitaria. La proliferación de guanacos y depredadores, el alto costo de producción y la carga impositiva son factores que dificultan la rentabilidad del sector y ponen en riesgo la sostenibilidad de las explotaciones.
La proliferación de guanacos ha generado graves daños a los campos de pastoreo, reduciendo la disponibilidad de alimento para el ganado y aumentando los costos de producción. Los depredadores, como los pumas y los zorros, también causan pérdidas económicas significativas debido a la mortandad de corderos y ovejas.
El alto costo de producción, debido a la lejanía de los centros urbanos, la falta de infraestructura y las condiciones climáticas adversas, dificulta la competitividad de la carne ovina patagónica en los mercados internacionales. La carga impositiva, que incluye impuestos nacionales, provinciales y municipales, agrava aún más la situación, reduciendo los márgenes de ganancia de los productores.
La Urgencia de Revisar la Carga Impositiva y Fortalecer el Apoyo al Sector
Castagnani ha denunciado la injusticia que implica el sobrecosto laboral en la Patagonia, donde los productores deben pagar un 20% más en el pago de sueldos debido a la zona desfavorable. Considera que esta medida es contraproducente, ya que en lugar de acompañar al productor, se lo castiga con un costo adicional. Ha solicitado la revisión urgente de este tema, sin afectar los derechos de los empleados.
Asimismo, ha criticado el actual esquema de devolución del IVA, que demora meses en concretarse y afecta la liquidez de los productores. Ha propuesto agilizar el proceso de devolución y aumentar el porcentaje del IVA que se devuelve, para aliviar la carga financiera de los productores.
Castagnani ha destacado la necesidad de fortalecer organismos clave para el sector, como el INTA y el Banco Nación. Ha elogiado el trabajo del INTA en la Patagonia, destacando su papel fundamental en la investigación, el desarrollo y la transferencia de tecnología. Asimismo, ha resaltado la importancia del Banco Nación como fuente de financiamiento para los productores.
Carlos Castagnani, Presidente de CRA “Debemos defender la barrera sanitaria y garantizar el desarrollo del productor patagónico consensuando una solución definitiva. Tenemos un status sanitario virtuoso que costó años de esfuerzo consolidar y que es clave para la producción y exportación de carne ovina.”
Señales Positivas y el Camino a Seguir
A pesar de los desafíos, Castagnani ha valorado algunas medidas que avanzan en el sentido correcto, como la desaceleración de la inflación, la eliminación de las retenciones a las economías regionales y la apertura de nuevos mercados. Sin embargo, ha advertido que aún queda mucho por hacer para devolver a los productores la posibilidad de trabajar dignamente y de vivir con sus familias en el campo.
Ha enfatizado la necesidad de mejorar la conectividad, los caminos y las rutas en la Patagonia, así como de combatir la corrupción. Considera que estas son condiciones indispensables para el desarrollo sostenible de la producción ovina y para el bienestar de las comunidades rurales.
Castagnani ha concluido afirmando que el campo está dispuesto a apoyar el esfuerzo del gobierno para lograr un futuro próspero para la Patagonia. Ha expresado su confianza en que, trabajando juntos, se puedan superar los desafíos y construir un sector ovino fuerte, competitivo y sostenible.
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