Patagonia en Alerta: Gobierno Flexibiliza Barrera Sanitaria y Pone en Riesgo Exportaciones y Familias.
La Patagonia argentina, un territorio vasto y emblemático, se encuentra en el centro de una creciente controversia que amenaza su identidad económica y sanitaria. Una reciente decisión del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa) de flexibilizar la barrera sanitaria del Río Colorado, permitiendo la entrada de carne con hueso desde regiones con diferentes protocolos sanitarios, ha desatado una ola de preocupación entre productores, gobiernos provinciales y entidades rurales. Esta medida, aunque temporalmente suspendida, pone en riesgo décadas de trabajo para mantener a la Patagonia libre de aftosa sin vacunación, un estatus crucial para su acceso a mercados internacionales y la sostenibilidad de su industria ganadera. El temor no es solo económico; se teme un retroceso sanitario que podría afectar la salud animal y la soberanía en un territorio estratégico.
- El Estatus Sanitario Patagónico: Un Legado en Riesgo
- Impacto Económico Potencial: Más Allá de la Ganadería
- Reacciones y Movilizaciones: Un Frente Unido en Defensa de la Patagonia
- Argumentos en Contra de la Flexibilización: Riesgos Sanitarios y Comerciales
- El Debate Sobre el Precio de la Carne: Una Falsa Disyuntiva
- La Soberanía en Juego: El Arraigo Productivo y la Permanencia en el Territorio
- La Necesidad de un Diálogo Abierto y Transparente
El Estatus Sanitario Patagónico: Un Legado en Riesgo
Durante décadas, la Patagonia ha mantenido un estatus sanitario privilegiado, libre de aftosa sin necesidad de vacunación. Este logro, resultado de rigurosos controles y una barrera sanitaria efectiva en el Río Colorado, ha permitido a la región acceder a mercados exigentes que valoran la calidad y la seguridad de sus productos cárnicos. La aftosa, una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al ganado, puede causar pérdidas económicas significativas y restringir el comercio internacional. La ausencia de vacunación en la Patagonia, combinada con la barrera sanitaria, ha sido un factor clave para garantizar la confianza de los compradores internacionales y mantener la competitividad de la región.
La Resolución 180/25 del Senasa, que buscaba flexibilizar la entrada de carne con hueso desde zonas donde sí se vacuna contra la aftosa, es percibida como una amenaza directa a este estatus. Los productores argumentan que la introducción de material genético proveniente de áreas con diferentes protocolos sanitarios aumenta el riesgo de contagio, incluso si la carne es sometida a controles. La preocupación radica en la posibilidad de que el virus se propague a través de vectores, como el viento o los animales silvestres, o a través de prácticas de manejo inadecuadas.
Impacto Económico Potencial: Más Allá de la Ganadería
El impacto económico de la flexibilización de la barrera sanitaria se extiende mucho más allá del sector ganadero. La Patagonia representa un tercio del territorio nacional, pero alberga solo el 4% de los registros ganaderos y el 5% de la población. La ganadería, especialmente la ovina, es una de las pocas actividades productivas con un fuerte arraigo y permanencia en el interior patagónico profundo, proporcionando empleo y sustento a numerosas familias. La pérdida de acceso a mercados internacionales, o la necesidad de implementar costosas medidas de control sanitario, podría llevar al quiebre de las explotaciones y al abandono de los campos.
Según estimaciones, alrededor de 100.000 familias podrían verse afectadas por esta medida. La industria frigorífica, que procesa la carne y genera valor agregado, también se vería perjudicada. Además, la flexibilización de la barrera sanitaria podría tener un impacto negativo en otros sectores económicos relacionados, como el transporte, la logística y el comercio. La ganadería patagónica no solo es una fuente de ingresos para la región, sino también un componente esencial de su identidad cultural y social.
Reacciones y Movilizaciones: Un Frente Unido en Defensa de la Patagonia
La decisión del Senasa ha generado una fuerte reacción por parte de los actores patagónicos. Productores, frigoríficos, gobiernos provinciales y entidades rurales se han unido para expresar su rechazo a la Resolución 180/25 y exigir su derogación. Se han realizado reuniones de emergencia, asambleas de productores y gestiones ante las autoridades nacionales. La Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS) ha liderado las gestiones ante Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Secretaría de Agricultura.
En abril pasado, los ministros de las cinco provincias patagónicas del sur del río Colorado se reunieron con representantes de la Mesa de Enlace, integrada por CRA, Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro y Federación Agraria. En mayo, las cinco Federaciones patagónicas rurales se reunieron con las autoridades de la Secretaría de Agricultura y el presidente del Senasa, Pablo Cortese. Sin embargo, hasta el momento no se ha convocado a nuevas reuniones, lo que ha generado frustración y desconfianza entre los productores.
Argumentos en Contra de la Flexibilización: Riesgos Sanitarios y Comerciales
Los productores patagónicos argumentan que la flexibilización de la barrera sanitaria rompe un esquema sanitario que ha demostrado ser efectivo durante décadas. Señalan que la introducción de carne con hueso proveniente de zonas donde se vacuna contra la aftosa aumenta el riesgo de contagio, incluso si se cumplen todos los protocolos de control. Además, advierten que la medida podría afectar la continuidad de los mercados de exportación que valoran el estatus libre de aftosa sin vacunación de la Patagonia.
Países compradores han manifestado históricamente su reticencia a adquirir carne de regiones donde se vacuna contra la aftosa. La apertura sin garantías podría poner en riesgo toda la incipiente exportación de bovinos y la histórica y sumamente importante exportación de ovinos, única en el país. La Patagonia es un importante proveedor de carne ovina para mercados exigentes como la Unión Europea y Oriente Medio, y la pérdida de acceso a estos mercados tendría consecuencias devastadoras para la economía regional.
El Debate Sobre el Precio de la Carne: Una Falsa Disyuntiva
El Senasa ha argumentado que la flexibilización de la barrera sanitaria busca reducir el precio de la carne en la Patagonia. Sin embargo, los productores rechazan este argumento, señalando que del 60 al 70% del total consumido de carne sin hueso en la región proviene del norte de la barrera y se vende al mismo precio que la producción local. Esta situación demuestra que el problema no es la oferta, sino otros factores que influyen en el precio, como los costos de transporte, los impuestos y los márgenes de ganancia de los intermediarios.
Los productores sostienen que la flexibilización de la barrera sanitaria no resolverá el problema del precio de la carne, pero sí pondrá en riesgo la sostenibilidad de la industria ganadera patagónica. Consideran que es necesario implementar políticas que promuevan la producción local, reduzcan los costos y fomenten la competencia, en lugar de adoptar medidas que comprometan la salud animal y la seguridad alimentaria.
La Soberanía en Juego: El Arraigo Productivo y la Permanencia en el Territorio
La Patagonia es un territorio estratégico para la Argentina, tanto por su riqueza natural como por su importancia geopolítica. La ganadería es una de las pocas actividades productivas con un fuerte arraigo y permanencia en el interior patagónico profundo, contribuyendo a mantener la población y a ejercer la soberanía en un territorio vasto y poco poblado. Un cambio en las condiciones comerciales podría significar el abandono de los campos, con la gravedad que implica en el ejercicio real de la soberanía.
Los productores advierten que la flexibilización de la barrera sanitaria podría desencadenar un proceso de despoblación y abandono de los campos, lo que debilitaría la presencia del Estado en la región y facilitaría la incursión de intereses ajenos. Consideran que es fundamental proteger la industria ganadera patagónica, no solo por su importancia económica, sino también por su contribución a la seguridad y la soberanía nacional.
La Necesidad de un Diálogo Abierto y Transparente
Ante la creciente preocupación y la movilización de los productores, se hace urgente un diálogo abierto y transparente entre el Senasa, los gobiernos provinciales y las entidades rurales. Es necesario analizar en profundidad los riesgos y beneficios de la flexibilización de la barrera sanitaria, y buscar soluciones que protejan el estatus sanitario de la Patagonia y garanticen la sostenibilidad de su industria ganadera.
Los productores solicitan al gobierno nacional que consulte con los países compradores sobre la aceptación comercial de esta flexibilización, para conocer de antemano las posibles consecuencias en términos de acceso a mercados. También exigen que se realicen estudios técnicos rigurosos que evalúen el impacto sanitario y económico de la medida. La Patagonia merece un trato especial, dada su importancia estratégica y su compromiso con la calidad y la seguridad de sus productos.
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