Patatas fritas: un peligro diario que aumenta el riesgo de cáncer
Las patatas, un alimento básico en los hogares españoles, pueden suponer un riesgo para la salud si se consumen con frecuencia y de forma inadecuada.
**El peligro de las patatas fritas**
Consumir patatas fritas con regularidad puede ser perjudicial debido a la acrilamida, un compuesto químico que se genera al freírlas a altas temperaturas. La acrilamida afecta a los genes, aumentando el riesgo de **mutaciones genéticas** y **tumores**. Según estudios realizados con animales, la exposición oral a altas cantidades de acrilamida puede provocar mutaciones genéticas y tumores. En humanos, el exceso de acrilamida aumenta el riesgo de cáncer de riñón, endometrio y ovarios.
**Consejos para evitar la acrilamida**
Para minimizar la formación de acrilamida en los alimentos, se recomienda evitar cocinarlos a temperaturas excesivamente altas. Según expertos en alimentación, es aconsejable "dorar la comida sin que llegue a ponerse marrón" y retirarla en ese momento para prevenir la aparición de acrilamida. En cuanto a las patatas, conviene guardarlas a temperatura ambiente, ya que almacenarlas en la nevera favorece la transformación del almidón en azúcar, lo que acelera la formación de acrilamida durante la cocción.
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