Peligro para el Calamar Argentino: Sobrepesca y Abusos Laborales Amenazan la Pesquería Clave de Argentina.
El resplandor artificial que ilumina las noches del Atlántico Sur esconde una realidad alarmante: la pesquería de calamar argentino, Illex argentinus, se encuentra al borde del colapso. Lo que desde la distancia parece una próspera actividad económica, con exportaciones que superan los 300 millones de dólares anuales, esconde una explotación descontrolada, abusos laborales y una amenaza latente para un ecosistema marino vital. Este artículo profundiza en el informe “Bright Light, Dim Prospects” de la Environmental Justice Foundation (EJF), desentrañando los riesgos que acechan a esta pesquería clave y las consecuencias potenciales para Argentina y la región.
- La Importancia Ecológica y Económica del Calamar Argentino
- La "Ciudad Flotante" en la Milla 201: Un Esfuerzo Pesquero Desenfrenado
- Señales de Alerta: Disminución de Capturas y Riesgo de Colapso
- Abusos Laborales en la Flota Potera: Una Realidad Oculta
- La Necesidad de una Gobernanza Regional y Medidas Urgentes
La Importancia Ecológica y Económica del Calamar Argentino
El calamar argentino no es simplemente un recurso pesquero valioso; es una pieza fundamental del intrincado rompecabezas del ecosistema del Atlántico Sudoccidental. Su posición central en la cadena trófica lo convierte en un eslabón crucial para la supervivencia de numerosas especies, desde peces comerciales como la merluza y el atún, hasta mamíferos marinos y aves. La salud de la población de calamar impacta directamente en la abundancia y la estabilidad de todo el ecosistema. Su valor económico para Argentina es innegable, representando hasta el 18% del total de las exportaciones pesqueras. El aumento de las ventas en 2025, superando ampliamente las cifras de 2023, demuestra la dependencia del país de este recurso. Sin embargo, esta dependencia económica no debe eclipsar la necesidad urgente de una gestión sostenible.
La plataforma patagónica, con sus corrientes marinas convergentes, proporciona las condiciones ideales para la proliferación del calamar. Esta zona, rica en nutrientes, sustenta una alta productividad biológica, atrayendo a la especie durante su ciclo de vida. No obstante, la migración del calamar más allá de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) argentina expone al recurso a una explotación sin control en aguas internacionales, donde la regulación es prácticamente inexistente. Esta situación crea un vacío legal que permite a flotas de aguas distantes, principalmente chinas, taiwanesas y surcoreanas, operar sin restricciones, poniendo en peligro la sostenibilidad de la pesquería.
La "Ciudad Flotante" en la Milla 201: Un Esfuerzo Pesquero Desenfrenado
La denominada “milla 201”, justo fuera de la jurisdicción argentina, se ha convertido en un punto de concentración masiva de buques poteros. El informe de la EJF revela un aumento alarmante del esfuerzo pesquero en esta zona, con un promedio de 343 buques operando anualmente entre 2019 y 2024, lo que representa un incremento del 65% en las horas de pesca. La abrumadora mayoría de estos buques, un 91%, son de bandera china y pertenecen a una nueva generación, equipados con tecnología avanzada para la captura de calamar. La intensidad de la actividad pesquera es tal que las luces utilizadas para atraer a los calamares crean un resplandor visible desde los satélites, una imagen impactante que ilustra la magnitud de la explotación.
Este escenario contrasta drásticamente con el régimen regulado que rige dentro de las aguas argentinas, donde se aplican licencias, monitoreo electrónico y cierres de temporada. La falta de regulación en alta mar permite a las flotas de aguas distantes operar sin las mismas restricciones, lo que genera una competencia desleal y pone en riesgo la sostenibilidad del recurso. El aumento del esfuerzo pesquero en la milla 201, combinado con la disminución de los índices de captura por unidad de esfuerzo (CPUE), sugiere que la población de calamar está siendo sobreexplotada, acercándose peligrosamente al punto de no retorno.
Señales de Alerta: Disminución de Capturas y Riesgo de Colapso
Los desembarques de calamar argentino muestran un patrón cíclico de auge y caída, pero la recuperación tras la crisis de 2009 no se repitió después de la caída de 2016. Desde entonces, los índices CPUE se han mantenido en niveles preocupantemente bajos en aguas afuera de Argentina, lo que indica una disminución de la abundancia del recurso. Los científicos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) advierten que un solo año de sobrepesca, sumado a condiciones ambientales desfavorables, podría desencadenar el colapso de la especie. Esta advertencia se basa en la experiencia de otras pesquerías de calamar, como la del Atlántico Norte, que colapsó en la década de 1980 debido a la sobreexplotación.
La historia de la pesquería de calamar del Atlántico Norte sirve como un recordatorio sombrío de las consecuencias de una gestión insostenible. El colapso de esta pesquería no solo tuvo un impacto económico devastador, sino que también alteró profundamente el ecosistema marino. La EJF enfatiza que la situación actual de la pesquería de calamar argentino presenta similitudes preocupantes con la del Atlántico Norte, lo que subraya la urgencia de tomar medidas para evitar un desenlace similar.
Abusos Laborales en la Flota Potera: Una Realidad Oculta
Más allá del daño ambiental, la investigación de la EJF revela una realidad alarmante en la flota potera de alta mar: un alto riesgo de trabajo forzoso y abusos laborales. Los testimonios de 169 tripulantes, principalmente indonesios y filipinos, describen condiciones de trabajo inhumanas, que incluyen golpes, jornadas extenuantes, retención de salarios y prácticas violentas. Algunos tripulantes denunciaron el arponeo deliberado de lobos marinos y la pesca ilegal dentro de zonas prohibidas, lo que demuestra una falta de respeto por la ley y el medio ambiente.
Más del 60% de los buques chinos identificados en las entrevistas están vinculados a episodios de violencia física o muertes de trabajadores. Estas condiciones se ven agravadas por la permanencia prolongada de los barcos en el mar, abastecidos y descargados mediante transbordos que les permiten evadir los controles portuarios. La falta de supervisión y la impunidad favorecen la perpetuación de estas prácticas abusivas, convirtiendo a la flota potera en un caldo de cultivo para la explotación laboral. La EJF denuncia que estas condiciones violan los derechos humanos fundamentales y exigen una respuesta contundente por parte de las autoridades.
La Necesidad de una Gobernanza Regional y Medidas Urgentes
La EJF concluye que la falta de un marco regional para gestionar la pesquería de calamar argentino compromete no solo la sostenibilidad del recurso, sino también los ecosistemas y las comunidades que dependen de él. La organización reclama medidas de gobernanza colectiva en alta mar, cooperación científica entre países y controles más estrictos para asegurar condiciones laborales dignas. La implementación de un sistema de monitoreo, control y vigilancia (MCV) eficaz en la milla 201 es fundamental para disuadir la pesca ilegal y garantizar el cumplimiento de las regulaciones.
La cooperación científica entre Argentina, China, Taiwán, Corea del Sur y otros países involucrados en la pesquería es esencial para obtener una comprensión más precisa de la dinámica de la población de calamar y desarrollar estrategias de gestión basadas en la evidencia. El intercambio de datos, la realización de investigaciones conjuntas y la adopción de medidas de conservación coordinadas son pasos cruciales para garantizar la sostenibilidad del recurso. Además, es necesario fortalecer los mecanismos de control laboral para prevenir y sancionar los abusos en la flota potera, protegiendo los derechos de los trabajadores y promoviendo condiciones de trabajo justas y seguras.

Fuente: https://pescare.com.ar/colapso-pesqueria-calamar-argentino/




Artículos relacionados