Pesca Argentina al Límite: Revisión de Retenciones para Salvar la Industria y el Empleo
La industria pesquera argentina, un pilar fundamental de la economía costera y proveedora de alimentos a nivel global, se encuentra en una encrucijada crítica. Años de presión impositiva creciente, volatilidad en los mercados internacionales y una compleja estructura de derechos de extracción han llevado al sector al borde del colapso. Este artículo analiza en profundidad la situación actual, las medidas propuestas por el gobierno nacional y los desafíos que enfrenta la pesca argentina para recuperar su competitividad y asegurar su futuro.
- El Asfixiante Peso de la Carga Impositiva y los Derechos de Extracción
- La Intervención del Gobierno y la Posibilidad de Alivio Fiscal
- El Impacto Social y Regional de la Crisis Pesquera
- El Frente Cambiario y la Retracción del Consumo Interno: Doble Presión
- Pesca vs. Agro: Un Debate Sobre la Naturaleza de la Actividad
- Un Resquicio de Esperanza: La Revisión Tributaria y el Futuro de la Pesca Argentina
El Asfixiante Peso de la Carga Impositiva y los Derechos de Extracción
Durante el último año, las empresas pesqueras han experimentado un deterioro significativo en su situación financiera. El aumento constante de los costos operativos, la disminución de la demanda internacional y, crucialmente, el incremento desmedido de los derechos de extracción han generado una tormenta perfecta. El derecho único de extracción (DUE) aplicado a especies clave como la merluza común, negra, de cola y la vieira ha escalado a niveles sin precedentes, impactando directamente en la rentabilidad del sector. Los más de 26 millones de dólares recaudados por el Fondo Nacional Pesquero (FONAPE) hasta julio del corriente año, en contraste con los 2,67 millones de dólares del año anterior, ilustran la magnitud del esfuerzo fiscal que se exige a la industria. Este incremento no solo reduce los márgenes de ganancia, sino que también limita la capacidad de inversión en modernización y sostenibilidad.
La situación se agrava por la complejidad del sistema de cuotas de extracción. La redistribución de especies, aunque con el objetivo de una gestión más equitativa de los recursos, implica costos adicionales para las empresas, que deben competir por el acceso a las cuotas y asumir los gastos asociados. La falta de transparencia en el proceso de asignación y la incertidumbre sobre las futuras regulaciones contribuyen a la desconfianza y dificultan la planificación a largo plazo. La presión impositiva, combinada con la burocracia y la falta de apoyo estatal, ha generado un clima de desincentivo para la inversión y la innovación en el sector.
La Intervención del Gobierno y la Posibilidad de Alivio Fiscal
Ante la creciente preocupación por la situación de la pesca, el gobierno nacional ha comenzado a mostrar señales de apertura al diálogo y a la búsqueda de soluciones. La figura del Secretario de Recursos Acuáticos y Pesca, Juan Antonio López Cazorla, ha sido clave como nexo entre el sector productivo y las altas esferas del poder político. El Ministerio de Economía, en consonancia con el Informe 144 de la Jefatura de Gabinete, ha confirmado que se está evaluando la posibilidad de reducir o incluso eliminar las retenciones aplicadas a las exportaciones pesqueras. Esta medida, de concretarse, representaría un alivio significativo para las empresas, permitiéndoles mejorar su competitividad en los mercados internacionales y recuperar parte de la rentabilidad perdida.
La propuesta se enmarca en una estrategia más amplia de desarmar los “impuestos distorsivos” que afectan a diversos sectores de la economía argentina. El gobierno reconoce que la pesca se encuentra en una situación particularmente delicada, con síntomas de parálisis y un profundo cambio en el esquema laboral industrial y procesador. La caída abrupta de los precios internacionales, el aumento de los costos internos y los márgenes negativos de rentabilidad han generado un panorama social preocupante, con suspensiones, despidos y cierres de plantas procesadoras en importantes plazas como Mar del Plata y Puerto Madryn.
La crisis que atraviesa la pesca argentina no se limita a las empresas y a los inversores. Tiene un impacto directo en miles de familias que dependen de la industria para su sustento. Los despidos y las suspensiones laborales han generado un clima de incertidumbre y angustia en las comunidades costeras, donde la pesca es la principal fuente de empleo. El cierre de plantas procesadoras no solo implica la pérdida de puestos de trabajo directos, sino también la disminución de la actividad económica en toda la región, afectando a proveedores, comerciantes y otros sectores relacionados.
El impacto es especialmente grave en ciudades como Mar del Plata y Puerto Madryn, donde la pesca ha sido históricamente un motor de desarrollo. En Mar del Plata, el cierre de plantas procesadoras ha generado una crisis social y económica que amenaza la estabilidad de la ciudad. En Puerto Madryn, el sector procesador manufacturero del langostino se encuentra en una situación crítica, con un impacto significativo en la ecuación financiera y económica de la región. La falta de políticas públicas que promuevan la diversificación económica y la creación de nuevas fuentes de empleo agrava la situación y aumenta la vulnerabilidad de las comunidades costeras.
El Frente Cambiario y la Retracción del Consumo Interno: Doble Presión
Además de la carga impositiva y la volatilidad de los mercados internacionales, la industria pesquera enfrenta el desafío del frente cambiario y la retracción del consumo interno. La devaluación de la moneda nacional encarece los insumos, los servicios y la mano de obra, aumentando los costos de producción. Al mismo tiempo, la disminución del poder adquisitivo de la población reduce la demanda de productos pesqueros en el mercado interno, pulverizando la capacidad de compra y debilitando aún más los ingresos de las empresas. Este escenario, sumado a la incertidumbre económica y política, crea un clima de desconfianza que dificulta la inversión y la planificación a largo plazo.
La combinación de estos factores ha generado una situación insostenible para muchas empresas pesqueras, que se ven obligadas a reducir su producción, despedir personal o incluso cerrar sus puertas. La falta de acceso a financiamiento y la dificultad para obtener créditos también contribuyen a la crisis, limitando la capacidad de las empresas para invertir en modernización y adaptación a las nuevas condiciones del mercado. La necesidad de una política económica coherente y predecible, que promueva la estabilidad cambiaria y el crecimiento del consumo interno, es fundamental para garantizar la supervivencia de la industria pesquera.
Pesca vs. Agro: Un Debate Sobre la Naturaleza de la Actividad
La propuesta de eliminar las retenciones a las exportaciones pesqueras ha generado un debate sobre la comparación con las economías regionales, que ya han sido beneficiadas con medidas similares. El gobierno ha argumentado que la pesca no puede equipararse a la actividad agropecuaria, ya que no se trata de una producción vinculada a un bien propio, sino de una explotación extractiva de un recurso que pertenece al conjunto de la sociedad argentina. De allí que, según el Ejecutivo, la administración de sus gravámenes requiere un tratamiento singular.
Este argumento, si bien tiene en cuenta la naturaleza extractiva de la pesca, no aborda la complejidad de la industria, que implica una importante inversión en capital, tecnología y mano de obra para capturar, procesar y comercializar los recursos pesqueros. Las empresas pesqueras no solo extraen el recurso, sino que también lo transforman, lo agregan valor y lo distribuyen a los consumidores. Además, la pesca genera empleo, ingresos y divisas para el país, contribuyendo al desarrollo económico y social de las comunidades costeras. La necesidad de un tratamiento diferenciado para la pesca, que tenga en cuenta sus particularidades y su importancia estratégica, es fundamental para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Un Resquicio de Esperanza: La Revisión Tributaria y el Futuro de la Pesca Argentina
A pesar de los desafíos y las dificultades, la inclusión del sector pesquero en la agenda de revisión tributaria abre un resquicio de esperanza para una industria que ha debido navegar entre los embates de la recesión global y la rigidez fiscal doméstica. La posibilidad de reducir o eliminar las retenciones a las exportaciones, combinada con otras medidas de apoyo, podría permitir a las empresas pesqueras recuperar su competitividad, invertir en modernización y generar empleo. Sin embargo, es fundamental que la revisión tributaria se realice de manera integral y transparente, teniendo en cuenta las necesidades y las particularidades del sector.
El desenlace de este debate definirá no solo la competitividad futura de la pesca argentina en los mercados internacionales, sino también la capacidad de sostener empleos y preservar un entramado productivo que hoy se encuentra en estado de fragilidad extrema. La necesidad de una política de Estado que promueva la pesca sostenible, la innovación tecnológica y la diversificación económica es fundamental para garantizar el futuro de la industria y el bienestar de las comunidades costeras. La pesca argentina tiene el potencial de seguir siendo un pilar fundamental de la economía nacional, pero para ello es necesario superar los desafíos actuales y construir un futuro más próspero y sostenible.
Fuente: https://pescare.com.ar/el-gobierno-analiza-eliminar-retenciones-a-las-exportaciones-pesqueras/
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