Pesca Ilegal en Chubut: Denuncian Barcos que Eluden el Control y Pescan en Veda

La pesca ilegal en la costa chubutense, un problema latente que amenaza la sostenibilidad de los recursos marinos, ha resurgido con fuerza en las últimas semanas. Denuncias de pesca en zonas de veda y manipulación de sistemas de monitoreo satelital han puesto en el centro de la escena a empresarios y embarcaciones que, paradójicamente, se presentan como defensores de la moralidad pesquera. Este artículo profundiza en las acusaciones del Sindicato Unido de Portuarios de Argentina (SUPA Chubut), la inacción de las autoridades provinciales y el silencio cómplice que impera en el puerto de Rawson, revelando una trama de irregularidades que pone en riesgo el futuro del caladero.

Denuncias del SUPA Chubut: Un Patrón de Ilegalidad

El SUPA Chubut, liderado por Alexis Gutierrez, ha alzado la voz en repetidas ocasiones para denunciar prácticas ilegales que socavan la gestión pesquera responsable. Hace dos semanas, el sindicato hizo pública su preocupación por la pesca de langostino, que se estaba desarrollando de manera errática, con lances desiguales entre los buques. La denuncia central se centra en un grupo de embarcaciones que se dirigían a la “pared” de las 12 millas, el límite de la jurisdicción provincial, y que, de manera sospechosa, desactivaban su sistema de monitoreo satelital (Monpesat) al llegar a ese punto.

Según el SUPA, estas embarcaciones pescaban en aguas prohibidas, más allá de las 12 millas, y luego reactivaban el Monpesat al regresar, aparentando haber realizado una pesca dentro de los límites legales. Esta práctica, además de ser una clara violación de las normativas vigentes, distorsiona las estadísticas de captura y dificulta el control efectivo de la actividad pesquera. El sindicato señala que las embarcaciones regresaban al puerto con apenas la mitad de su capacidad de bodega llena, lo que sugiere que una parte importante de la captura se había realizado en zonas no autorizadas.

La denuncia del SUPA no se limita a la manipulación del Monpesat. También se acusa a algunas embarcaciones de pescar directamente dentro de las zonas de veda, áreas protegidas destinadas a la recuperación de las poblaciones de peces. Esta práctica, aún más grave, amenaza la sostenibilidad del recurso y pone en peligro el equilibrio del ecosistema marino. El sindicato advierte que estas acciones tensionan aún más un caladero ya sobreexplotado, agravando la situación de los pescadores que cumplen con las normas.

El Silencio en los Muelles: Un Código de Omertà

A pesar de la gravedad de las denuncias, en el puerto de Rawson reina un silencio cómplice. Los tripulantes de las embarcaciones involucradas, conscientes de las irregularidades que se están cometiendo, temen represalias y se niegan a denunciar a sus empleadores. La pérdida del empleo es una amenaza real que los obliga a guardar silencio, perpetuando un círculo vicioso de ilegalidad e impunidad. Este clima de miedo y desconfianza dificulta la investigación y el enjuiciamiento de los responsables.

La información sobre las prácticas ilegales circula en los muelles, transmitida de boca en boca entre los trabajadores portuarios. Todos conocen los barcos y los empresarios involucrados, pero nadie se atreve a hablar abiertamente. Este código de omertà, característico de ambientes donde la ilegalidad está arraigada, impide que la verdad salga a la luz y que se haga justicia. La falta de protección a los denunciantes es un factor clave que contribuye a este silencio.

La situación se agrava aún más por la falta de transparencia en la gestión pesquera. La opacidad en la asignación de cuotas de captura y la falta de control efectivo de la actividad pesquera favorecen la corrupción y la impunidad. Los empresarios que se benefician de la pesca ilegal tienen un gran poder económico y político, lo que les permite influir en las decisiones de las autoridades y evitar ser sancionados.

La Inacción de la Secretaría de Pesca de Chubut: Un Escándalo en Desarrollo

Lo más llamativo de este escándalo es la inacción de la Secretaría de Pesca de Chubut, a cargo de Andrés Pedro Arbeletche. A pesar de las denuncias del SUPA y del conocimiento generalizado de las irregularidades en el puerto de Rawson, las autoridades provinciales no han iniciado sumarios ni han sancionado a los barcos que se les desconectaba el monitoreo satelital. Esta falta de respuesta ha generado indignación entre los pescadores honestos y ha puesto en duda la credibilidad de la gestión provincial.

La Secretaría de Pesca se ha limitado a guardar silencio, sin ofrecer explicaciones sobre su inacción. Esta actitud alimenta las sospechas de connivencia con los empresarios involucrados en la pesca ilegal. La falta de transparencia en la gestión pesquera y la opacidad en la toma de decisiones dificultan la rendición de cuentas y la supervisión de la actividad gubernamental. La ciudadanía tiene derecho a saber qué medidas se están tomando para proteger los recursos marinos y garantizar una pesca responsable.

La inacción de la Secretaría de Pesca no solo perjudica a los pescadores honestos, sino que también pone en riesgo el futuro del caladero. La pesca ilegal y la sobreexplotación de los recursos marinos amenazan la sostenibilidad de la actividad pesquera y pueden provocar el colapso de las poblaciones de peces. Es urgente que las autoridades provinciales tomen medidas drásticas para combatir la ilegalidad y garantizar una gestión pesquera responsable.

La Hipocresía de los Infractores: Moralidad Selectiva

Uno de los aspectos más preocupantes de este escándalo es la hipocresía de los infractores. Los empresarios y embarcaciones que se dedican a la pesca ilegal son los mismos que se rasgan las vestiduras dando consejos de moralidad pesquera y de preservación del recurso. Esta doble moral es inaceptable y socava la confianza en la gestión pesquera. Los infractores no solo violan las normas, sino que también intentan manipular la opinión pública y presentarse como defensores del medio ambiente.

Estos empresarios han sido los principales protagonistas del crecimiento del esfuerzo pesquero en las últimas décadas en Rawson, contribuyendo a la sobreexplotación de los recursos marinos. Su actitud irresponsable ha puesto en peligro la sostenibilidad de la actividad pesquera y ha generado graves consecuencias para el ecosistema marino. Es fundamental que se les responsabilice por sus acciones y que se les impidan seguir depredando los recursos naturales.

La hipocresía de los infractores se manifiesta también en su oposición a las medidas de control y regulación de la actividad pesquera. Estos empresarios se oponen a la implementación de sistemas de monitoreo más estrictos y a la reducción de las cuotas de captura, argumentando que estas medidas perjudican la competitividad de la industria. Sin embargo, su verdadero objetivo es seguir pescando ilegalmente y maximizar sus ganancias a costa del medio ambiente.

Testimonios y Evidencias: La Voz de los Trabajadores

Las denuncias del SUPA se basan en múltiples testimonios de trabajadores y tripulaciones que han presenciado las prácticas ilegales. Estos testimonios, aunque anónimos por temor a represalias, revelan un patrón de comportamiento sistemático que involucra a un grupo reducido de embarcaciones y empresarios. Los trabajadores describen cómo se desactivaba el Monpesat al llegar a la “pared” de las 12 millas, cómo se pescaba en zonas de veda y cómo se manipulaban las estadísticas de captura.

Estos testimonios son una prueba contundente de la ilegalidad que se está cometiendo en la costa chubutense. Sin embargo, las autoridades provinciales se han negado a investigar estas denuncias y a tomar medidas para proteger a los denunciantes. La falta de voluntad política y la connivencia con los empresarios involucrados impiden que se haga justicia. Es fundamental que se garantice la protección de los denunciantes y que se les brinde la oportunidad de testificar sin temor a represalias.

Además de los testimonios, existen evidencias indirectas que respaldan las denuncias del SUPA. La disparidad en los lances entre los buques, la baja capacidad de bodega de las embarcaciones que regresan al puerto y la falta de correspondencia entre las estadísticas de captura y la realidad del caladero son indicios de que se están cometiendo irregularidades. Es necesario que las autoridades provinciales realicen una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los implicados.

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/el-silencio-de-pesca-ante-una-denuncia-por-graves-transgresiones/