Pesca Ilegal y Esclavitud: EEUU Incauta Calamar de Buque Chino Zhen Fa 7
El océano, fuente de vida y sustento para millones, se ha convertido en escenario de prácticas inescrupulosas que esconden tras la promesa de abundancia, la explotación y el sufrimiento humano. La reciente incautación del calamar capturado por el buque pesquero chino Zhen Fa 7 por parte de las autoridades estadounidenses, no es solo un golpe a la pesca ilegal, sino una denuncia escalofriante de las condiciones de esclavitud y abuso que se esconden en las profundidades del Pacífico y Atlántico Sur. Este caso, revelado por el Círculo de Políticas Ambientales, expone una red de vulnerabilidad, falta de control y complicidad que exige una revisión profunda de las prácticas pesqueras a nivel global y la responsabilidad de los puertos que facilitan estas operaciones.
- El Zhen Fa 7: Un Buque Fantasma y sus Crímenes Marítimos
- Evidencia Irrefutable: La Investigación de la CBP y el Rol del Círculo de Políticas Ambientales
- Montevideo: Un Puerto de Tolerancia y Complicidad
- La Milla 201 y el Refugio en Aguas Argentinas: Evasión y Continuidad de las Prácticas Ilegales
- Acuerdos con China y la Expansión de la Pesca Ilegal: Un Peligro Creciente
- La Necesidad de una Acción Global y la Responsabilidad de los Estados
El Zhen Fa 7: Un Buque Fantasma y sus Crímenes Marítimos
El Zhen Fa 7, un buque potero con bandera china, operaba en las aguas de Ecuador, Perú, Chile y Argentina, dejando tras de sí un rastro de violaciones de derechos humanos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos identificó múltiples indicadores de trabajo forzoso, incluyendo abuso de vulnerabilidad, aislamiento, retención de documentos de identidad, condiciones de vida y trabajo abusivas, violencia física y sexual, y servidumbre por deudas. Estas prácticas no son incidentes aislados, sino un patrón sistemático de explotación que convierte a los tripulantes en víctimas de la trata de personas en alta mar.
La incautación del calamar no es solo una medida punitiva, sino un mensaje claro de que Estados Unidos no tolerará la importación de productos obtenidos a través de la explotación humana. El buque se beneficiaba de menores costos laborales, produciendo bienes por debajo del valor de mercado, perjudicando a empresas estadounidenses y obteniendo ganancias injustamente. Esta competencia desleal, basada en la violación de derechos fundamentales, socava la integridad del mercado y perpetúa un ciclo de abuso.
Evidencia Irrefutable: La Investigación de la CBP y el Rol del Círculo de Políticas Ambientales
La sanción impuesta al Zhen Fa 7 está respaldada por una fuerte evidencia recopilada por la CBP, que ha identificado los indicadores clave de trabajo forzoso según los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Milko Schvartzman, experto en pesca ilegal del Círculo de Políticas Ambientales, destaca la excepcionalidad de esta sanción y la solidez de la evidencia estadounidense. La investigación revela un sistema de control y coerción que despoja a los tripulantes de su libertad y dignidad, convirtiéndolos en meras herramientas de producción.
El Círculo de Políticas Ambientales ha jugado un papel crucial en la exposición de las prácticas ilegales del Zhen Fa 7, proporcionando información detallada sobre sus movimientos y operaciones. Su trabajo de investigación ha permitido a las autoridades estadounidenses identificar y sancionar al buque, sentando un precedente importante en la lucha contra la pesca ilegal y el trabajo forzoso. La colaboración entre organizaciones no gubernamentales y agencias gubernamentales es fundamental para abordar este problema complejo y multifacético.
Montevideo: Un Puerto de Tolerancia y Complicidad
El puerto de Montevideo, Uruguay, ha sido identificado como un punto clave en las operaciones del Zhen Fa 7, debido a su falta de controles e inspecciones. Schvartzman señala que el puerto uruguayo es el más utilizado por las flotas de pesca INDNR (ilegal, no declarada y no reglamentada) en Sudamérica, precisamente por la ausencia de regulaciones y supervisión. Esta laxitud permite a los buques pesqueros operar con impunidad, evadiendo las leyes y explotando a sus tripulantes.
En 2021, el Zhen Fa 7 abandonó en Montevideo a un tripulante indonesio de 21 años que se encontraba en estado de agonía, quien falleció horas después. Este trágico incidente, lejos de generar una respuesta contundente por parte de las autoridades uruguayas, quedó impune. La Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay no registra oficialmente todos los arribos de buques, lo que dificulta el seguimiento y control de las actividades pesqueras en la región. La falta de transparencia y la ausencia de mecanismos de control convierten a Montevideo en un refugio para la pesca ilegal y la explotación laboral.
La Milla 201 y el Refugio en Aguas Argentinas: Evasión y Continuidad de las Prácticas Ilegales
A pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos, el Zhen Fa 7 continuó operando hasta el 16 de junio pasado, incluso buscando refugio en aguas argentinas por temporales en alta mar, a la altura del Golfo San Jorge, entre Chubut y Santa Cruz. Este movimiento, junto con otros buques que pescan en la “Milla 201”, revela una estrategia de evasión y continuidad de las prácticas ilegales. La búsqueda de refugio en aguas argentinas, bajo la apariencia de una necesidad climática, esconde la intención de seguir operando y evadiendo la justicia.
La pesca en la “Milla 201”, una zona limítrofe con la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina, es una práctica común entre los buques pesqueros ilegales, que buscan explotar los recursos marinos sin respetar las regulaciones nacionales. La falta de control y vigilancia en esta zona permite a los buques operar con impunidad, causando daños al ecosistema marino y perpetuando la explotación laboral. La complicidad de las autoridades argentinas, ya sea por negligencia o por connivencia, es un factor clave en la continuidad de estas prácticas.
Acuerdos con China y la Expansión de la Pesca Ilegal: Un Peligro Creciente
A fin de mayo pasado, la Unidad de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos emitió una orden a todos los puertos de EEUU de retener el buque y decomisar su mercadería, incluyendo el calamar, basándose en sospechas razonables de que utiliza trabajo forzoso. Esta medida, impulsada por el Comisionado Pete Flores, se enmarca en la política de Donald Trump de restaurar la competitividad de la industria pesquera combatiendo prácticas comerciales desleales. La lucha contra el trabajo forzado es central para la misión de proteger la seguridad nacional de Estados Unidos.
En un contexto preocupante, la provincia de Santa Cruz avanzó en enero pasado en un acuerdo con empresas chinas para darles apoyo logístico. Estas empresas tienen antecedentes de abuso a los derechos humanos y pesca ilegal, incluyendo haber realizado pesca ilegal dentro de la ZEE de Argentina en 2019. Este acuerdo, lejos de proteger los recursos marinos y los derechos de los trabajadores, facilita la expansión de la pesca ilegal y la explotación laboral en la región. La falta de transparencia y la ausencia de criterios ambientales y sociales en la negociación de estos acuerdos son un grave error que pone en riesgo el futuro del océano y la dignidad humana.
La Necesidad de una Acción Global y la Responsabilidad de los Estados
El caso del Zhen Fa 7 pone de manifiesto la necesidad urgente de una acción global coordinada para combatir la pesca ilegal y el trabajo forzoso en el sector pesquero. Los estados deben fortalecer sus regulaciones y mecanismos de control, aumentar la transparencia en las operaciones pesqueras y cooperar en la investigación y persecución de los responsables. La lucha contra la pesca ilegal no es solo una cuestión ambiental, sino también una cuestión de derechos humanos y justicia social.
Los puertos, como Montevideo, deben asumir su responsabilidad y establecer controles e inspecciones rigurosos para evitar que se conviertan en refugios para los buques pesqueros ilegales. La falta de controles no solo facilita la explotación laboral, sino que también socava la integridad del mercado y perjudica a las empresas que operan legalmente. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar que los puertos cumplan con su función de proteger los recursos marinos y los derechos de los trabajadores.
Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/ee-uu-sanciono-a-potero-chino-que-operaba-frente-a-la-patagonia/
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