Plaza de Mayo: Masiva Marcha por la Memoria, Verdad y Justicia 2025
El 24 de marzo de 2025, la Plaza de Mayo en Buenos Aires fue escenario de una masiva manifestación en conmemoración del 49º aniversario del golpe militar de 1976. La marcha, que congregó a organismos de derechos humanos, sindicatos, partidos políticos y organizaciones sociales, reafirmó el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, y se convirtió en un espacio de denuncia contra las políticas del gobierno actual, percibidas como una amenaza a la preservación de la memoria histórica. Este artículo analiza en profundidad los detalles de la jornada, los actores involucrados, las demandas expresadas y el contexto político en el que se desarrolló la movilización.
El Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia: Un Legado en Marcha
El 24 de marzo, instaurado como el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia en Argentina, conmemora el inicio de la última dictadura militar (1976-1983), un período marcado por la sistemática violación de los derechos humanos, la persecución política, la tortura y la desaparición forzada de personas. La fecha se ha convertido en un símbolo de resistencia y lucha por la justicia, y es recordada a través de diversas actividades y manifestaciones en todo el país. La elección de esta fecha no es casual; marca el punto de inflexión donde la democracia fue brutalmente interrumpida, dando paso a un régimen de terror que dejó una profunda cicatriz en la sociedad argentina.
La importancia de mantener viva la memoria radica en la necesidad de evitar la repetición de estos hechos. La memoria no es solo un acto de recordar el pasado, sino también una herramienta para construir un futuro más justo y democrático. Es un recordatorio constante de los peligros del autoritarismo y la importancia de defender los derechos humanos. La verdad, por su parte, es fundamental para establecer responsabilidades y garantizar que los culpables sean juzgados y condenados. La justicia, finalmente, es el camino para reparar el daño causado a las víctimas y sus familias.
La Marcha de 2025: Actores y Demandas
La marcha del 24 de marzo de 2025 fue protagonizada por una amplia gama de actores sociales y políticos. Organismos de derechos humanos, como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, jugaron un papel central en la movilización, liderando las columnas y transmitiendo su testimonio. La Confederación General del Trabajo (CGT), principal sindicato del país, también participó activamente, movilizando a sus afiliados y expresando su solidaridad con las víctimas de la dictadura. Partidos de izquierda y La Cámpora, una organización juvenil cercana al gobierno anterior, también se sumaron a la marcha, aportando su fuerza y visibilidad.
El documento consensuado que marcó el tono de la jornada, y que lleva la firma de diversos organismos de DDHH y organizaciones políticas, dirigió una fuerte crítica al gobierno de Javier Milei. La principal demanda expresada fue la defensa de la memoria histórica, ante lo que consideran un intento de relativizar los crímenes cometidos durante la dictadura. La frase "la memoria es nuestra herramienta" resume la postura de los manifestantes, quienes ven en la memoria un instrumento fundamental para resistir las políticas actuales y construir un futuro más justo. También se reclamó por la continuidad de los juicios a los responsables de crímenes de lesa humanidad, la protección de los espacios de memoria y la promoción de la educación en derechos humanos.
El Rol de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, figuras emblemáticas de la lucha por los derechos humanos en Argentina, fueron protagonistas centrales de la marcha. Estas mujeres, que han dedicado sus vidas a buscar a sus hijos y nietos desaparecidos, continúan siendo un símbolo de resistencia y esperanza. Su presencia en la Plaza de Mayo, con sus pañuelos blancos en la cabeza, es un recordatorio constante de las miles de víctimas de la dictadura. Su lucha ha sido fundamental para visibilizar los crímenes cometidos durante el régimen militar y para exigir justicia.
A lo largo de los años, las Madres y Abuelas han logrado importantes avances en la búsqueda de la verdad y la justicia. Han logrado identificar a numerosos nietos apropiados por las fuerzas de seguridad durante la dictadura y han contribuido a la condena de muchos responsables de crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, su lucha continúa, ya que aún quedan miles de desaparecidos por encontrar y muchos culpables impunes. Su compromiso inquebrantable con la memoria y la justicia es una inspiración para las nuevas generaciones.
La Participación Sindical y Política
La participación de la CGT y de partidos de izquierda en la marcha del 24 de marzo de 2025 refleja la importancia que la defensa de los derechos humanos tiene para el movimiento sindical y para la oposición política. La CGT, como representante de los trabajadores, ha expresado su preocupación por las políticas del gobierno actual, que considera que atentan contra los derechos laborales y sociales. Su participación en la marcha fue una forma de mostrar su solidaridad con las víctimas de la dictadura y de reafirmar su compromiso con la defensa de la democracia.
Los partidos de izquierda, por su parte, han denunciado lo que consideran un intento de relativizar los crímenes cometidos durante la dictadura y de avanzar hacia un retroceso en materia de derechos humanos. Su participación en la marcha fue una forma de expresar su oposición a estas políticas y de reafirmar su compromiso con la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. La presencia de La Cámpora, una organización juvenil cercana al gobierno anterior, también fue significativa, ya que demuestra que la defensa de la memoria y la justicia trasciende las diferencias políticas.
La Ausencia del Protocolo Antipiquetes y su Significado
La decisión del gobierno de no aplicar el protocolo antipiquetes, con una menor presencia policial en las calles, fue un hecho relevante en la jornada del 24 de marzo de 2025. Esta decisión, que contrastó con la política de represión a las protestas sociales que había caracterizado a los primeros meses de gobierno de Milei, fue interpretada por algunos como una señal de apertura al diálogo y al respeto por la libertad de expresión. Sin embargo, otros la vieron como una estrategia para evitar confrontaciones directas y deslegitimar la marcha.
La ausencia de un fuerte despliegue policial permitió que la marcha se desarrollara de manera pacífica y sin incidentes mayores. Esto facilitó la participación de un mayor número de personas y contribuyó a fortalecer el mensaje de unidad y solidaridad que transmitieron los manifestantes. Sin embargo, también generó interrogantes sobre las intenciones del gobierno y sobre si esta decisión era un cambio de política genuino o simplemente una táctica puntual.
"Estamos en esta plaza, con los 30 mil como bandera, con las Madres y las Abuelas, con los sobrevivientes de los campos de concentración, con los hijos, hijas y los nietos y las nietas, hermanos y hermanas de los detenidos desaparecidos y con el conjunto de organismos de derechos humanos para decirle a Milei: la memoria es nuestra herramienta."
Documento consensuado de organismos de DDHH y organizaciones políticas adherentes.
El Contexto Político y las Tensiones Actuales
La marcha del 24 de marzo de 2025 se desarrolló en un contexto político marcado por fuertes tensiones y polarización. El gobierno de Javier Milei, que asumió el cargo a fines de 2023, ha implementado una serie de medidas económicas y políticas que han generado controversia y protestas sociales. Su discurso, que ha sido calificado por algunos como revisionista y negacionista, ha generado preocupación entre los organismos de derechos humanos y la oposición política.
La defensa de la memoria histórica se ha convertido en un punto de conflicto central entre el gobierno y los sectores que se oponen a sus políticas. El gobierno ha cuestionado la validez de los testimonios de las víctimas de la dictadura y ha relativizado la gravedad de los crímenes cometidos durante el régimen militar. Estas actitudes han sido fuertemente criticadas por los organismos de derechos humanos, que denuncian un intento de borrar la memoria y de justificar la represión. La marcha del 24 de marzo de 2025 fue una respuesta a estas actitudes y una reafirmación del compromiso con la verdad y la justicia.
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