Policía Neuquén: Agente Implicada en Picadas Clandestinas Enfrenta Sumario y Causa Penal
El rugido de los motores resonó en la tranquilidad de la Ruta Provincial 61, cerca de Junín de los Andes, pero no fue un viaje turístico lo que perturbó la calma. Una picada clandestina de motos, una práctica ilegal y peligrosa, se convirtió en un escándalo cuando se descubrió que una agente de la Policía de Neuquén participaba activamente en las carreras. El video que capturó el momento, viralizado rápidamente, expuso una situación que pone en tela de juicio la integridad de la fuerza y la seguridad vial en la provincia. Este artículo profundiza en los detalles del incidente, las posibles consecuencias legales para la agente involucrada y el impacto en la percepción pública de la policía neuquina.
El Desenmascaramiento: El Video y la Alerta Anónima
Todo comenzó con una llamada anónima a la División Tránsito de Junín de los Andes. La voz al otro lado del teléfono alertó sobre un grupo de motociclistas realizando pruebas de velocidad ilegales en plena calzada de la Ruta Provincial 61. La información, aunque escueta, fue suficiente para movilizar a los efectivos policiales, quienes se dirigieron al lugar con la intención de disuadir y detener a los infractores. Al llegar, la escena era caótica: motocicletas acelerando a toda velocidad, el estruendo de los motores y la clara intención de los participantes de escapar ante la presencia de la policía. La rápida reacción de los motociclistas complicó la situación, desencadenando una breve persecución.
En medio del tumulto, un video comenzó a circular en las redes sociales. Las imágenes, tomadas desde un teléfono celular, mostraban a los motociclistas huyendo y a una mujer intentando ocultar su rostro al ser filmada. La calidad del video no era óptima, pero la insistencia de la mujer en cubrirse la cara levantó sospechas inmediatas. La División Tránsito, al analizar el material, comenzó a sospechar que la mujer podría ser alguien que prefería permanecer en el anonimato, y no tardaron en descubrir su verdadera identidad: una oficial en funciones en el Departamento del Comando Radioeléctrico de Junín de los Andes.
La Agente Identificada: Cargo y Horario Franco
La confirmación de la identidad de la agente policial causó conmoción dentro de la fuerza y en la comunidad. La oficial, cuya identidad no ha sido revelada oficialmente para proteger la investigación, se encontraba en horario franco al momento de participar en la picada. Este detalle, aunque no exime de responsabilidad, es relevante para determinar las posibles sanciones que podría enfrentar. El hecho de que una integrante de la policía, encargada de hacer cumplir la ley, participara en una actividad ilegal y peligrosa como una picada clandestina, genera una profunda desconfianza en la institución y en su capacidad para garantizar la seguridad vial.
La División Tránsito procedió a demorar a dos motociclistas que no lograron escapar, mientras que otros participantes lograron huir aprovechando la confusión. La agente, al ser identificada, fue inmediatamente apartada de sus funciones y se inició un sumario interno para determinar su grado de participación y las posibles responsabilidades administrativas que le corresponden. La situación se agravó al confirmarse que la picada no era un incidente aislado, sino que se sospecha que este tipo de carreras ilegales se realizan con frecuencia en la zona, aprovechando la falta de controles y la escasa iluminación de la Ruta Provincial 61.
Implicaciones Legales: Artículo 193 Bis del Código Penal
La participación de la agente en la picada clandestina podría acarrearle graves consecuencias legales. Las autoridades policiales han informado que se solicitó un informe interno exhaustivo sobre la conducta de la oficial, y que se podría iniciar una causa penal en su contra por la violación del artículo 193 bis del Código Penal. Esta norma sanciona la participación en picadas ilegales, con penas que van desde multas elevadas hasta prisión efectiva, dependiendo de la gravedad de los hechos y de si se produjo algún daño a terceros.
El agravante en este caso es que la infractora es una funcionaria pública, lo que implica una mayor responsabilidad y una posible inhabilitación para ejercer cargos públicos en el futuro. La fiscalía deberá determinar si la agente no solo participó en la picada como espectadora, sino que también contribuyó a su organización o facilitó la huida de otros participantes. La investigación se centrará en determinar si la agente utilizó su posición privilegiada para evitar controles policiales o para alertar a los motociclistas sobre la presencia de la policía en la zona.
La Persecución en Video: Maniobras Temerarias y Riesgo para la Seguridad
Las imágenes de la persecución, que circularon ampliamente en las redes sociales, muestran la temeridad de los motociclistas y el peligro al que se exponen tanto ellos mismos como los agentes de la policía y otros usuarios de la vía pública. En uno de los videos, se puede observar a una camioneta policial intentando detener a un motociclista que, en una maniobra arriesgada, evade el control y casi atropella a un efectivo. La situación pone de manifiesto la necesidad de reforzar los controles policiales en las rutas y de aplicar sanciones más severas a quienes participan en picadas clandestinas.
La falta de iluminación en la Ruta Provincial 61 y la escasa presencia policial facilitan la realización de estas carreras ilegales, que se han convertido en un problema creciente en la zona. Los vecinos de Junín de los Andes han expresado su preocupación por la seguridad vial y han solicitado a las autoridades que tomen medidas urgentes para evitar que se repitan incidentes como este. La policía ha anunciado que intensificará los controles en la zona y que implementará operativos especiales para detectar y sancionar a quienes participen en picadas clandestinas.
Investigación en Curso: Ausencia de Actuaciones Judiciales Iniciales
A pesar de la gravedad de los hechos, las autoridades han confirmado que aún no se han iniciado actuaciones judiciales formales contra la agente involucrada. La investigación se encuentra en una etapa preliminar, y la fiscalía está recopilando pruebas y testimonios para determinar si existen elementos suficientes para imputarla por algún delito. La demora en la presentación de la denuncia formal ha generado críticas por parte de algunos sectores de la comunidad, que consideran que la policía está protegiendo a su propia agente.
Sin embargo, las autoridades insisten en que la investigación avanza a buen ritmo y que se están tomando todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos. Se espera que en los próximos días la fiscalía decida si presenta una denuncia formal contra la agente y si solicita su arresto preventivo. La investigación también se extenderá a otros posibles implicados en la organización de la picada clandestina, incluyendo a los motociclistas que lograron escapar y a cualquier persona que haya colaborado con la realización de la carrera ilegal.
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