Productores Rurales Urgen Medidas: Retenciones y Rentabilidad en el Campo Argentino
El campo argentino, motor fundamental de la economía nacional, se encuentra en una encrucijada. La paciencia de los productores, históricamente resilientes ante las fluctuaciones económicas, se agota. La reciente reunión zonal ampliada de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) en Nueve de Julio, con la participación de más de 30 referentes rurales y un centenar de productores, ha puesto de manifiesto una realidad ineludible: la necesidad urgente de medidas concretas que impulsen la rentabilidad y la inversión en el sector. La frase contundente que resume la situación, “Cada día que se posterga una medida concreta, se pierden productores”, resuena como una advertencia clara al gobierno nacional. Este artículo explorará en profundidad las demandas del sector, el contexto económico que las motiva y las posibles soluciones que podrían evitar un impacto negativo en la producción y la riqueza del país.
- El Legado del “No Positivo” y la Reemergencia de CARBAP
- La Paciencia Agotada: Rentabilidad como Condición Indispensable
- El Impacto de las Retenciones y la Necesidad de un Debate Profundo
- Más Allá de los Impuestos: Un Abanico de Medidas Necesarias
- El Contexto Económico Global y los Desafíos del Sector
El Legado del “No Positivo” y la Reemergencia de CARBAP
La historia de las tensiones entre el campo y el gobierno argentino está marcada por momentos de confrontación y diálogo. Uno de los hitos más recordados es el “no positivo” de 2007, que frenó la Resolución 125 y desató una crisis en el sector agropecuario. La reciente reactivación de CARBAP, con su agenda centrada en la urgencia de decisiones, evoca ese pasado y subraya la persistencia de los desafíos. La entidad busca recuperar su rol como representante legítimo de los productores, promoviendo un diálogo constructivo pero firme con las autoridades. La reunión en Nueve de Julio no solo fue un espacio para expresar las demandas, sino también para reafirmar el compromiso de CARBAP con el desarrollo del campo y la construcción de una “nueva Argentina” que reconozca el valor estratégico de la producción agropecuaria.
Ignacio Kovarsky, presidente de CARBAP, enfatizó la importancia de la presencia de la entidad en el territorio, escuchando directamente a los productores y canalizando sus necesidades. Este enfoque territorial es crucial para comprender la diversidad de realidades que existen en el campo argentino y diseñar políticas que sean efectivas y adaptadas a las particularidades de cada región. La insistencia en que “no puede ser nunca mejor pedir plata que producir y generar riqueza” refleja la frustración de los productores ante una situación en la que la carga impositiva y la falta de incentivos desincentivan la inversión y la producción.
La Paciencia Agotada: Rentabilidad como Condición Indispensable
Durante años, el sector agropecuario ha demostrado una notable capacidad de adaptación y ha acompañado los esfuerzos del gobierno nacional por ordenar la macroeconomía. La disciplina fiscal, la baja de la inflación y la normalización de precios son objetivos que el campo comparte y ha apoyado. Sin embargo, los productores advierten que estos esfuerzos, por sí solos, ya no son suficientes. La falta de rentabilidad, producto de altos impuestos, costos de producción elevados y precios internacionales volátiles, está erosionando la capacidad de inversión y poniendo en riesgo la continuidad de muchas explotaciones. La situación es especialmente crítica para los pequeños y medianos productores, que carecen de los recursos para resistir una prolongada crisis.
Los testimonios escuchados en la reunión de Nueve de Julio revelaron una creciente preocupación por el futuro del campo. Productores agrícolas, mixtos, pequeños y grandes, coincidieron en la necesidad de medidas urgentes que mejoren la rentabilidad y fomenten la inversión. La demanda principal se centra en la reducción de impuestos, que se consideran una carga excesiva que limita la capacidad de crecimiento del sector. Además, se solicitan políticas que promuevan el acceso al crédito, la innovación tecnológica y la mejora de la infraestructura, elementos clave para aumentar la productividad y la competitividad del campo argentino.
El Impacto de las Retenciones y la Necesidad de un Debate Profundo
Las retenciones a las exportaciones agropecuarias son uno de los temas más controvertidos y sensibles en la relación entre el campo y el gobierno. Si bien el gobierno las justifica como una herramienta para recaudar fondos y proteger la industria nacional, los productores las consideran un impuesto distorsivo que reduce la rentabilidad y desincentiva la producción. La demanda de CARBAP de revisar y reducir las retenciones es una constante en sus reclamos. Argumentan que estas medidas afectan la competitividad del sector, limitan la capacidad de inversión y generan incertidumbre en los mercados.
El debate sobre las retenciones no puede ser simplificado. Es necesario analizar en profundidad sus efectos en la cadena de valor agropecuaria, considerando tanto los beneficios fiscales que generan para el gobierno como los costos que imponen a los productores y a la economía en general. Una alternativa a las retenciones podría ser la implementación de un sistema tributario más equitativo y eficiente, que promueva la inversión y la producción sin afectar la competitividad del sector. La búsqueda de un consenso en este tema es fundamental para garantizar la sostenibilidad del campo argentino.
Más Allá de los Impuestos: Un Abanico de Medidas Necesarias
Si bien la reducción de impuestos es una prioridad para el sector, las demandas de CARBAP van más allá. Se solicitan medidas que promuevan la inversión en infraestructura, como la mejora de las rutas, los puertos y las líneas de energía. La falta de infraestructura adecuada dificulta el transporte de la producción, aumenta los costos y limita el acceso a los mercados. Además, se pide fomentar la innovación tecnológica, a través de incentivos a la investigación y el desarrollo, y facilitar el acceso al crédito, con tasas de interés más bajas y plazos más flexibles.
Otro aspecto importante es la necesidad de simplificar los trámites burocráticos y reducir la carga regulatoria. Los productores se enfrentan a una gran cantidad de regulaciones y procedimientos que dificultan la gestión de sus explotaciones y aumentan los costos. La simplificación de estos trámites y la reducción de la burocracia podrían liberar recursos y fomentar la inversión. Asimismo, se solicita una mayor inversión en capacitación y asistencia técnica, para mejorar las habilidades y conocimientos de los productores y promover la adopción de prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles.
El Contexto Económico Global y los Desafíos del Sector
El sector agropecuario argentino no opera en un vacío. Está expuesto a las fluctuaciones de los mercados internacionales, a las políticas comerciales de otros países y a los efectos del cambio climático. La guerra en Ucrania, por ejemplo, ha generado una volatilidad en los precios de los granos y ha afectado las cadenas de suministro globales. El cambio climático, con sus sequías, inundaciones y eventos climáticos extremos, representa una amenaza creciente para la producción agropecuaria. En este contexto, es fundamental que el gobierno nacional adopte políticas que protejan al sector de estos riesgos y promuevan su adaptación al cambio climático.
La apertura de nuevos mercados y la diversificación de las exportaciones son también estrategias clave para fortalecer el sector agropecuario. Argentina tiene un gran potencial para convertirse en un proveedor líder de alimentos y productos agropecuarios a nivel mundial. Sin embargo, para aprovechar este potencial, es necesario superar las barreras comerciales, mejorar la calidad de los productos y promover la innovación. La colaboración entre el gobierno, los productores y las instituciones de investigación es fundamental para lograr estos objetivos.
Artículos relacionados