Protege a tus hijos en línea: Controles parentales y riesgos en vacaciones
En las vacaciones, los niños y jóvenes tienen más tiempo libre y dedican más horas a dispositivos electrónicos. Sin embargo, a menudo eluden los controles parentales, poniendo en riesgo su privacidad e integridad. Este artículo explora las formas en que los menores saltan los controles parentales y las consecuencias potenciales.
El uso de los dispositivos electrónicos por los menores
Cada vez más, los menores empiezan a utilizar dispositivos electrónicos a edades más tempranas. En España, casi el 50% de los niños tiene su primer contacto con Internet antes de los siete años, mientras que en Argentina la edad promedio ronda los nueve años. Esto conlleva a que los menores busquen formas de acceder a Internet y aplicaciones sin el permiso de sus padres.
Una de las formas más comunes es utilizar los propios dispositivos de los adultos, aprovechando que no suelen tener restricciones de contenido. De esta manera, pueden acceder a contenidos inapropiados para su edad, como temas relacionados con la violencia, sexuales o con lenguaje explícito. También pueden exponer información personal a extraños, lo que puede llevar a situaciones como el ciberacoso.
El peligro del WiFi
Otro elemento que puede poner en peligro la integridad de los menores es el WiFi. La falta de conectividad puede generar ansiedad, lo que lleva a los niños a conectarse a cualquier red WiFi disponible, como las públicas. Estas redes suelen carecer de las medidas de seguridad adecuadas, lo que facilita a los ciberdelincuentes interceptar datos sensibles y comprometer la seguridad de los dispositivos conectados.
Las redes públicas tampoco suelen contar con sistemas de encriptación, lo que permite a los agentes maliciosos acceder fácilmente a los datos de los menores, como sus direcciones de correo electrónico o perfiles en redes sociales. Estos datos pueden robarse para tomar el control de sus dispositivos de forma remota.
Cuentas alternativas y el modo incógnito
Las cuentas alternativas son otro problema común. Se trata de cuentas configuradas para no mostrar actividad a los padres en dispositivos, juegos y redes sociales. Esto permite a los niños navegar sin restricciones o acceder a contenidos potencialmente peligrosos sin la supervisión de un adulto.
Además, los menores también utilizan el modo incógnito, diseñado para proteger la privacidad, para ocultar su historial de navegación. Esto les permite participar en chats con desconocidos o visitar páginas web que sus padres les habrían restringido.
Aplicaciones bóveda
Las aplicaciones bóveda son servicios diseñados para ocultar y proteger archivos, datos, mensajes y llamadas mediante métodos de autenticación como códigos, contraseñas o datos biométricos. Los menores utilizan estas aplicaciones para eludir los controles parentales, ya que tienen un icono inofensivo (un calendario, una calculadora, una galería de fotos) pero ofrecen acceso a funciones ocultas para almacenar contenido inapropiado.
Las aplicaciones bóveda pueden almacenar fotos, vídeos, mensajes y contactos que los padres no pueden ver. Esto puede crear un entorno peligroso para los menores, ya que pueden ocultar evidencia de acoso cibernético, contacto con depredadores o participación en actividades ilegales.
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