Pueblos divididos por vías sin seguridad: El riesgo diario de los vecinos
En Palencia, un fatal accidente ferroviario ha puesto de relieve un problema grave: la existencia de pueblos divididos por vías de tren sin condiciones de seguridad para cruzar. El caso de Muñoz, en Salamanca, es un ejemplo de ello, con quejas vecinales constantes por la peligrosa situación que viven tras un trágico suceso.
El trágico episodio de Muñoz
El 28 de octubre de 1990, un tren de línea cruzó sin barreras las vías férreas en Muñoz, arrollando a un autobús escolar que transportaba a 62 personas. 49 niños murieron y otras 61 resultaron heridas. Este devastador accidente dejó una huella imborrable en la comunidad, y el municipio continúa dividido por las vías sin un paso seguro para los peatones.
Un vecino, Félix, explica que se construyó un pasadizo elevado, pero resulta estrecho e inadecuado para el paso de peatones. "Si cruzan dos coches al mismo tiempo no dejan espacio a los peatones". Además, es muy empinado, lo que dificulta su uso para personas mayores o con problemas físicos.
Un proyecto estancado
La necesidad de un paso a nivel seguro y adaptado en Muñoz es evidente, pero el proyecto parece haberse estancado. "No sé si por falta de dinero o de interés", lamenta Félix. Mientras tanto, los vecinos continúan arriesgando sus vidas para cruzar las vías, un riesgo que se hace aún mayor con la llegada del invierno y las condiciones meteorológicas adversas.
El llamado vecinal
Los vecinos de Muñoz piden a las autoridades que actúen y construyan un paso seguro que garantice su seguridad. "No podemos seguir viviendo con miedo a ser atropellados", afirma Félix. "Necesitamos un paso digno que nos permita cruzar las vías sin poner nuestras vidas en peligro".
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