Putin y la Paz en Ucrania: ¿Una Táctica para Desestabilizar el Mundo?
La reciente ola de “gestos de buena voluntad” por parte de Vladimir Putin, manifestados en altos el fuego unilaterales, no debe interpretarse como un sincero deseo de paz en Ucrania. Más bien, se trata de una táctica calculada para manipular la percepción internacional, explotando la debilidad percibida en Occidente y socavando los esfuerzos de negociación liderados por Estados Unidos. Una paz impuesta que favorezca a Putin no solo perpetuaría la injusticia contra Ucrania, sino que desestabilizaría el orden mundial, alentando a otros actores a desafiar las normas internacionales y a recurrir a la fuerza para lograr sus objetivos.
El Patrón de los Altos el Fuego Tácticos
Putin ha recurrido repetidamente a la estrategia de anunciar altos el fuego unilaterales, a menudo coincidiendo con fechas simbólicas como las festividades religiosas ortodoxas o el Día de la Victoria. Estos armisticios, generalmente de corta duración, sirven a múltiples propósitos. En primer lugar, permiten a Putin presentarse ante su audiencia interna y ante la comunidad internacional como un líder dispuesto a la paz, a pesar de ser el agresor en el conflicto. En segundo lugar, buscan generar confusión y dividir a la opinión pública occidental, sembrando dudas sobre la sinceridad de las intenciones de Ucrania y la viabilidad de una solución negociada. Finalmente, estos altos el fuego brindan a las fuerzas rusas la oportunidad de reagruparse, reabastecerse y prepararse para nuevas ofensivas, sin atraer la condena inmediata que acompañaría a una continuación ininterrumpida de los combates.
La respuesta de Ucrania y de sus aliados occidentales a estos gestos ha sido consistentemente escéptica. Volodimir Zelenski ha denunciado estas treguas como intentos de manipulación y engaño, mientras que funcionarios de la Comisión Europea y de la Casa Blanca han enfatizado la necesidad de un alto el fuego permanente y la importancia de que Rusia detenga sus ataques de manera incondicional. Sin embargo, la persistencia de Putin en esta táctica sugiere que él cree que puede seguir explotando la indecisión y la falta de unidad en Occidente para avanzar en sus objetivos en Ucrania.
La Debilidad Occidental como Catalizador
El análisis de expertos como Peter Dickinson del Atlantic Council apunta a que Putin se ha “envalentonado por la debilidad occidental”. Esta percepción se basa en varios factores, incluyendo la lentitud en la entrega de ayuda militar a Ucrania, las divisiones internas en la Unión Europea sobre la estrategia a seguir frente a Rusia, y la influencia de voces en Estados Unidos que abogan por una solución negociada a cualquier costo. La reticencia de algunos países occidentales a imponer sanciones más severas a Rusia y la preocupación por las consecuencias económicas de la guerra también contribuyen a esta percepción de debilidad. Putin calcula que, al prolongar el conflicto y al presentar una imagen de moderación a través de sus altos el fuego tácticos, puede desgastar la determinación de Occidente y obligar a Ucrania a aceptar un acuerdo de paz desfavorable.
La influencia del expresidente Donald Trump y sus simpatías hacia Putin añaden una capa adicional de complejidad a esta dinámica. La posibilidad de un regreso de Trump a la Casa Blanca en el futuro podría alentar aún más a Putin a creer que puede obtener concesiones significativas en Ucrania. La ambigüedad de algunos líderes occidentales sobre el apoyo a Ucrania y la falta de una estrategia coherente a largo plazo también contribuyen a la percepción de debilidad que explota Putin.
El Día de la Victoria y la Propaganda Rusa
El anuncio del alto el fuego de 72 horas, coincidiendo con el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, es particularmente significativo desde el punto de vista de la propaganda rusa. El Día de la Victoria es una fecha sagrada en Rusia, utilizada para celebrar el patriotismo, el heroísmo militar y la grandeza nacional. Putin planea utilizar el desfile militar en Moscú, con la presencia de dignatarios extranjeros de China, Brasil e India, para proyectar una imagen de fuerza y estabilidad, a pesar de las dificultades que enfrenta en Ucrania. Un ataque ucraniano durante el desfile sería un golpe devastador para la imagen de Putin, por lo que el alto el fuego le brinda una oportunidad para garantizar la seguridad del evento y para presentar una narrativa favorable a su audiencia interna.
Sin embargo, este intento de utilizar una fecha histórica para fines propagandísticos es visto con desprecio por Ucrania y por muchos en Occidente. Zelenski ha enfatizado que Ucrania valora las vidas humanas por encima de los desfiles, y ha reafirmado su compromiso con un alto el fuego incondicional de 30 días. La crítica de la Comisión Europea también subraya la hipocresía de Putin, quien podría detener las matanzas y los bombardeos en cualquier momento, sin necesidad de esperar hasta el 8 de mayo.
Las Consecuencias de una Paz a Favor de Putin
Una paz que beneficie a Putin, es decir, una paz que permita a Rusia mantener el control sobre territorios ucranianos ocupados, que socave la soberanía de Ucrania y que impida su integración en la Unión Europea y la OTAN, tendría consecuencias desastrosas para el orden mundial. En primer lugar, enviaría un mensaje peligroso a otros actores autoritarios, alentándolos a desafiar las normas internacionales y a recurrir a la fuerza para lograr sus objetivos. Si Putin logra salirse con la suya en Ucrania, otros líderes podrían sentirse tentados a seguir su ejemplo, lo que podría conducir a una escalada de conflictos y a una mayor inestabilidad global.
En segundo lugar, una paz injusta en Ucrania socavaría la credibilidad de las instituciones internacionales, como las Naciones Unidas y la OTAN. Si estas organizaciones no pueden proteger a un país soberano de la agresión rusa, su capacidad para mantener la paz y la seguridad internacionales se verá seriamente comprometida. Esto podría conducir a un mundo más fragmentado y peligroso, donde las reglas se basen en el poder y no en el derecho.
En tercer lugar, una paz a favor de Putin tendría consecuencias económicas negativas para el mundo. La guerra en Ucrania ya ha provocado un aumento de los precios de la energía y los alimentos, y una prolongación del conflicto o una resolución desfavorable podrían agravar estos problemas. La inestabilidad en Ucrania también podría afectar el comercio y la inversión, y podría conducir a una crisis financiera global.
El Futuro de la Negociación y la Presión Internacional
La clave para evitar una paz desfavorable para Ucrania y para el mundo reside en mantener la presión sobre Rusia y en fortalecer el apoyo a Ucrania. Esto implica continuar proporcionando a Ucrania la ayuda militar, económica y humanitaria que necesita para defenderse y para reconstruir su país. También implica imponer sanciones más severas a Rusia y a aquellos que la apoyan, y en aislar a Putin en la escena internacional.
Es fundamental que Occidente se mantenga unido y que presente un frente común frente a Rusia. Las divisiones internas y la falta de una estrategia coherente solo sirven para alentar a Putin y para debilitar la posición de Ucrania. La diplomacia debe seguir siendo una herramienta importante, pero debe basarse en principios claros y en el respeto a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Cualquier negociación debe incluir la retirada completa de las fuerzas rusas del territorio ucraniano, la restauración de la integridad territorial de Ucrania y la garantía de su seguridad futura.
La comunidad internacional también debe trabajar para responsabilizar a Rusia por sus crímenes de guerra y por las violaciones del derecho internacional humanitario que ha cometido en Ucrania. La impunidad solo alentará a Putin a seguir cometiendo atrocidades y a desafiar las normas internacionales. La búsqueda de la justicia y la rendición de cuentas son esenciales para garantizar que se haga justicia a las víctimas y para prevenir futuras atrocidades.
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