Recomendaciones para almacenar leña: Evitar la humedad y seguir la fecha de caducidad
La leña tiene fecha de caducidad y los expertos piden no usarla en la chimenea a partir de esta fecha
Recomendaciones para almacenar leña
Para almacenar leña de manera óptima y garantizar su máxima eficiencia, es esencial seguir ciertas recomendaciones:
Almacenar la leña antes del verano para asegurar su sequedad. Colocar la leña en un lugar bien ventilado con luz solar. La leña recién cortada contiene mucha humedad, por lo que debe apilarse en consecuencia. Evitar colocar la leña en el suelo, ya que el contacto con la tierra atrae la humedad y los insectos. Utilizar un leñero para separar la leña del suelo y permitir la circulación del aire. Apilar los troncos más grandes en la base para mayor estabilidad. Cubrir la leña para protegerla de la lluvia.
Tiempo de almacenamiento de la leña
La Asociación Federal de Deshollinadores advierte sobre el uso de leña demasiado húmeda, ya que produce más emisiones y es menos eficiente. El tiempo de almacenamiento también es crucial:
La leña recién talada contiene demasiada humedad y debe evitarse su uso. La leña puede almacenarse durante el tiempo que se desee, pero el almacenamiento excesivo puede provocar su degradación y pudrición. Los expertos recomiendan almacenar la leña por no más de cinco años, aunque su durabilidad varía según el tipo de madera. Por ejemplo, la leña de abeto tiene un período máximo de almacenamiento de un año, mientras que la leña de roble y árboles frutales dura al menos dos años.
Artículos relacionados