Recuperación del agujero de ozono en la Antártida: una señal de esperanza
El agujero de ozono sobre la Antártida: Una recuperación notable en 2024
Comportamiento del agujero de ozono de 2024
En 2024, el agujero de ozono sobre la Antártida mostró una recuperación significativa, con un área máxima de aproximadamente 22 millones de kilómetros cuadrados hacia finales de septiembre. Este tamaño fue significativamente menor que en los años recientes, donde el área de disminución del ozono alcanzó extensiones mucho mayores.
El agujero de ozono de este año comenzó a formarse hacia finales de agosto, un inicio más tardío en comparación con 2023. Las investigaciones del Observatorio de la Tierra de la NASA sugirieron que los eventos de calentamiento estratosférico repentinos detectados en julio y agosto pudieron haber influido en este comportamiento.
Una vez que el agotamiento de la capa de ozono se intensificó, el área del agujero creció rápidamente, alcanzando áreas similares al tamaño del continente antártico (15 millones de kilómetros cuadrados) en los primeros días de septiembre. Posteriormente, se registró su máxima extensión a finales de ese mes, alineándose con el promedio histórico.
En contraste, los agujeros de 2022 y 2023 habían alcanzado áreas cercanas a los 25 millones de kilómetros cuadrados.
Cierre del agujero de ozono
El cierre del agujero de ozono también mostró una evolución destacada. A partir de octubre, su área disminuyó sostenidamente, persistiendo en torno a los 10 millones de kilómetros cuadrados durante noviembre, para finalmente cerrarse en la primera semana de diciembre.
Este comportamiento difiere de los últimos cuatro años, caracterizados por agujeros más grandes y de cierre tardío.
Comprender la recuperación
Si bien el comportamiento del agujero de ozono en 2024 puede interpretarse como una señal alentadora, las razones detrás de los agujeros excepcionalmente persistentes de los últimos años siguen bajo investigación.
Un factor clave ha sido la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai en 2021, que inyectó millones de toneladas de vapor de agua en la estratosfera. Este vapor, al alterar el balance químico y térmico, podría haber contribuido a vórtices polares más fuertes, lo que favorece un mayor agotamiento del ozono.
El papel del Protocolo de Montreal
El Protocolo de Montreal, firmado en 1987, ha sido fundamental para reducir las sustancias que agotan la capa de ozono, logrando eliminar el 99% de estos compuestos a nivel global. Este esfuerzo colectivo no solo ha favorecido la recuperación del ozono, sino que también ha contribuido a mitigar el calentamiento global, evitando un aumento adicional de 0,5 °C en la temperatura promedio del planeta.
El impacto positivo de este tratado se refleja en la evolución de los agujeros de ozono durante las últimas décadas. Sin embargo, los expertos destacan que la recuperación completa podría extenderse hasta mediados del siglo XXI.
Seguimiento y prevención a futuro
Mantener el compromiso de aplicar las regulaciones del Protocolo de Montreal será crucial para garantizar una recuperación continua del agujero de ozono. Además, es esencial monitorear cómo evoluciona el cambio climático y sus efectos sobre la estratosfera.
La protección de la capa de ozono es un ejemplo inspirador de cómo la acción global coordinada puede abordar desafíos ambientales complejos. Mantener este compromiso será crucial para garantizar un planeta más saludable para las generaciones futuras.
El agujero de ozono sobre la Antártida se está cerrando gradualmente, lo que demuestra el éxito del Protocolo de Montreal. Sin embargo, se necesita una vigilancia continua para garantizar que la recuperación continúe.
Experto de la NASA
Fuente: https://elrompehielos.com.ar/el-agujero-de-ozono-sobre-la-antartida-recupero-la-normalidad-en-2024
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