Reducción de la jornada a 37,5 horas: control reforzado para evitar abusos laborales
El Gobierno español ha aprobado un anteproyecto de ley que reducirá la jornada laboral a 37,5 horas semanales, tras el acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, pero sin el apoyo de la patronal.
Medidas para controlar el cumplimiento
El objetivo del Gobierno es que la norma, que beneficiará a cerca de 12 millones de trabajadores del sector privado, esté publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del verano para que las empresas puedan tener unos meses de adaptación. En caso de incumplimiento, habrá sanciones.
Además, también se implementará un nuevo modelo de registro horario digital para controlar que los trabajadores no se exceden de las 37,5 horas o, en caso contrario, reciben remuneración extra por ello. Este registro permitirá a la inspección de trabajo saber en tiempo real cuántas horas de trabajo se hacen al día.
Garantía de desconexión laboral
El anteproyecto de ley también garantiza la denominada 'desconexión laboral', por la cual los trabajadores tienen derecho a no recibir llamadas ni mensajes relacionados con el trabajo fuera de su horario laboral. Esta medida tiene como objetivo mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar.
Beneficios esperados
Según la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la reducción de la jornada laboral bajará el absentismo laboral, "democratizará" los beneficios, aumentará la igualdad y, sobre todo, mejorará la productividad.
Trámite parlamentario y posibles dificultades
El anteproyecto de ley necesita la aprobación del Congreso. Junts, formación necesaria para que reciba la luz verde, ya ha asegurado que el Gobierno no ha consensuado la norma y que "será complicado" que den su apoyo.
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