Retoman la Prospección de Langostino en Aguas Nacionales: Subáreas 11 y 13
La largamente esperada temporada de langostino en aguas argentinas finalmente se pone en marcha, tras superar una serie de obstáculos climáticos, operativos y gremiales. La Subsecretaría de Pesca de la Nación ha autorizado la reanudación de la prospección en las subáreas 11 y 13 de la Zona de Veda Permanente para Juveniles de Merluza (ZVPJM), una decisión crucial para evaluar la viabilidad de una apertura comercial que podría revitalizar el sector pesquero. Este artículo analiza en detalle los pormenores de esta nueva etapa, los protocolos implementados, los buques participantes y las expectativas que rodean este operativo.
- Contexto y Antecedentes: La Demora en el Inicio de la Temporada
- La Decisión del Consejo Federal Pesquero y el Acta Nro. 17/2025
- Cronograma y Protocolo de la Prospección en las Subáreas 11 y 13
- Buques Participantes: Sfida, Franco, Nono Pascual, San Matías, Mar Sur, Luca Santino, Acrux y Huafeng 815
- La Importancia de la Evaluación de Resultados y la Sostenibilidad del Recurso
- Expectativas y Desafíos para la Temporada de Langostino
Contexto y Antecedentes: La Demora en el Inicio de la Temporada
El inicio de la temporada de langostino se ha visto retrasado en múltiples ocasiones, generando incertidumbre y tensiones entre los armadores y los trabajadores del sector. Las condiciones climáticas adversas, con fuertes vientos y marejadas, impidieron la realización de las primeras prospecciones en las subáreas 4 y 5, resultando en la necesidad de buscar nuevas zonas de exploración. A esto se sumaron diferencias gremiales que complicaron aún más el panorama, retrasando la definición de los protocolos y las condiciones de trabajo. La decisión de retomar la prospección en las subáreas 11 y 13 responde a la necesidad de obtener resultados positivos que justifiquen la apertura de la pesca comercial, evitando una concentración excesiva del esfuerzo pesquero en áreas específicas.
La importancia del langostino en la economía pesquera argentina es innegable. Representa una fuente significativa de ingresos y empleo, y su captura sostenible es fundamental para garantizar la salud de los ecosistemas marinos. La demora en el inicio de la temporada ha afectado a toda la cadena de valor, desde los armadores y las tripulaciones hasta las plantas procesadoras y los exportadores. La reanudación de la prospección, por lo tanto, se percibe como un paso crucial para superar esta situación y reactivar la actividad pesquera.
La Decisión del Consejo Federal Pesquero y el Acta Nro. 17/2025
La autorización para retomar la prospección en las subáreas 11 y 13 se basa en lo resuelto por el Consejo Federal Pesquero (CFP) en su Acta Nro. 17/2025. Este organismo, encargado de establecer las políticas de gestión pesquera a nivel nacional, evaluó los resultados negativos obtenidos en las prospecciones anteriores y consideró viable la exploración de nuevas zonas. La decisión del CFP refleja un enfoque prudente y responsable, priorizando la sostenibilidad del recurso y la necesidad de contar con información científica sólida antes de autorizar la pesca comercial. El CFP es un espacio de diálogo y concertación entre las provincias costeras y la Nación, lo que garantiza una gestión pesquera más equitativa y eficiente.
El Acta Nro. 17/2025 establece los lineamientos generales para la prospección, incluyendo los plazos, los protocolos de seguimiento científico y operativo, y las exigencias para los buques participantes. Esta normativa busca asegurar que la prospección se realice de manera transparente y rigurosa, garantizando la calidad de los datos recopilados y la validez de las conclusiones obtenidas. La participación del INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) es fundamental en este proceso, ya que es el organismo encargado de analizar los datos y emitir recomendaciones sobre la apertura de la pesca comercial.
Cronograma y Protocolo de la Prospección en las Subáreas 11 y 13
La prospección se iniciará el 29 de junio en la subárea 13 y el 30 de junio en la subárea 11. Los buques deberán ingresar a las 00:00 de cada jornada, pero las operaciones de pesca podrán comenzar recién a las 07:00 horas, permitiendo una evaluación inicial de las condiciones del mar y la distribución del langostino. La duración de la prospección será de cuatro días efectivos de pesca para los buques congeladores y de tres días para los buques fresqueros, lo que permitirá obtener una muestra representativa de la biomasa y la composición de las capturas. Este cronograma busca optimizar el tiempo de prospección y maximizar la eficiencia de la operación.
El protocolo de seguimiento científico y operativo es riguroso y exhaustivo. Se exige la presencia de observadores a bordo de cada buque, quienes deberán estimar la captura de langostino por lance, realizar muestreos de longitudes por sexo, cuantificar la producción diaria (en kilos y cajas por categoría comercial) y reportar la captura incidental de merluza y otras especies acompañantes. Esta información será crucial para evaluar la posible apertura a la pesca comercial del recurso. Además, se establece que los buques nominados cuenten con suficiente autonomía y medios de comunicación para transmitir información diaria al INIDEP, garantizando una comunicación fluida y constante.
Buques Participantes: Sfida, Franco, Nono Pascual, San Matías, Mar Sur, Luca Santino, Acrux y Huafeng 815
Ocho buques han sido designados para participar de la prospección: Sfida, Franco, Nono Pascual y San Matías en la subárea 11, y Mar Sur, Luca Santino, Acrux y Huafeng 815 en la subárea 13. Estos buques representan una muestra representativa de la flota langostinera argentina, incluyendo tanto buques congeladores como fresqueros. La selección de estos buques se basó en criterios técnicos y operativos, asegurando que cuenten con la capacidad y los recursos necesarios para llevar a cabo la prospección de manera eficiente y segura. La participación de diferentes armadores y buques contribuye a diversificar la información recopilada y a obtener una visión más completa de la situación del recurso.
Cada buque estará equipado con los instrumentos necesarios para realizar las tareas de prospección, incluyendo redes de arrastre, equipos de sondeo, sistemas de posicionamiento global (GPS) y equipos de comunicación satelital. Los observadores a bordo serán responsables de supervisar las operaciones de pesca, recopilar datos y elaborar informes detallados sobre las capturas y las condiciones ambientales. La colaboración entre los armadores, las tripulaciones y los observadores es fundamental para garantizar el éxito de la prospección y la calidad de la información obtenida.
La Importancia de la Evaluación de Resultados y la Sostenibilidad del Recurso
La normativa establece que no se podrá autorizar la pesca comercial del langostino hasta tanto se hayan prospectado al menos dos subáreas con resultados positivos. Este requisito busca evitar una excesiva concentración del esfuerzo pesquero en áreas específicas, lo que podría comprometer la sostenibilidad del recurso a largo plazo. La evaluación de los resultados de la prospección se basará en los datos recopilados por los observadores a bordo y analizados por el INIDEP. Se considerarán factores como la abundancia de langostino, la distribución de las tallas, la composición de las capturas y la captura incidental de otras especies.
La sostenibilidad del recurso es una prioridad fundamental para la gestión pesquera argentina. La sobrepesca y la degradación de los ecosistemas marinos pueden tener consecuencias devastadoras para la economía y el medio ambiente. Por lo tanto, es crucial adoptar un enfoque precautorio y responsable, basado en la información científica y la participación de todos los actores involucrados. La prospección en las subáreas 11 y 13 representa una oportunidad para evaluar el estado del recurso y establecer medidas de gestión que garanticen su sostenibilidad a largo plazo.
Expectativas y Desafíos para la Temporada de Langostino
Con la reanudación de la prospección, se espera que la flota logre finalmente poner en marcha una temporada largamente demorada. Las expectativas son altas, ya que la pesca de langostino representa una fuente importante de ingresos y empleo para el sector pesquero. Sin embargo, también existen desafíos importantes que deberán superarse. Las condiciones climáticas pueden seguir siendo adversas, y las tensiones gremiales podrían resurgir. Además, es fundamental garantizar la sostenibilidad del recurso y evitar la sobrepesca.
La clave para el éxito de la temporada de langostino reside en la colaboración entre todos los actores involucrados: el gobierno, los armadores, las tripulaciones, los trabajadores y los científicos. Es necesario establecer un diálogo constructivo y transparente, basado en la información científica y el respeto mutuo. La gestión pesquera debe ser flexible y adaptable, capaz de responder a los cambios en las condiciones ambientales y en el estado del recurso. Solo así se podrá garantizar una temporada de langostino próspera y sostenible para todos.
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