¡Revelado el secreto de Stonehenge! Glaciares transportaron las misteriosas piedras azules
El enigma de las piedras azules de Stonehenge: Un nuevo giro revolucionario
Piedras azules de Stonehenge: Un misterio arqueológico
Stonehenge, el enigmático monumento de la llanura de Salisbury, Inglaterra, ha dejado perplejos a arqueólogos y científicos durante siglos. Compuesto por al menos 30 tipos distintos de rocas, una de las preguntas más intrigantes es cómo llegaron estas enormes piedras a su ubicación actual. Las teorías tradicionales han atribuido su transporte a esfuerzos humanos, pero un reciente estudio publicado en la revista Quaternary Newsletter ha sacudido los cimientos de la arqueología al sugerir un origen inesperado.
El descubrimiento de un bloque errático en Limeslade Bay
El descubrimiento de un gran bloque errático en Limeslade Bay, en el sur de Gales, ha sido el catalizador de esta nueva teoría. Los bloques erráticos son grandes fragmentos de roca transportados por el movimiento de los glaciares a vastas distancias, a menudo cientos de kilómetros, y depositados cuando el hielo se derrite. El bloque errático de Limeslade, encontrado por primera vez en 2022, se encuentra en una plataforma de piedra caliza justo debajo de la marca de marea alta.
Dado que la Península de Gower, donde se encuentra la bahía, está compuesta casi enteramente de rocas sedimentarias, es evidente que esta roca no pudo haberse originado localmente. El Dr. Brian John, geomorfólogo retirado y autor principal del estudio, propone que este bloque fue transportado hacia el este por un glaciar a través del Canal de Bristol durante la última Edad de Hielo.
Glaciares como agentes de transporte
Según John, el hielo glaciar se originó en el Mar de Irlanda y avanzó a través de Pembrokeshire, moviéndose luego hacia el este por el Canal de Bristol. Este patrón de movimiento glaciar coincide con otros ejemplos de rocas encontradas en las costas del Canal de Bristol, lo que refuerza la teoría de que el transporte glaciar fue la fuerza detrás del desplazamiento de las piedras azules.
Thomas argumentaba que el transporte glaciar no era posible, ya que el hielo glaciar de esa época no se extendía lo suficiente como para haber movido las rocas desde su punto de origen. Sin embargo, John y su equipo sostienen que la teoría de Thomas no considera la evidencia más reciente de una glaciación más extensa.
Glaciación más extensa de lo que se pensaba anteriormente
John explica que la capa de hielo británica e irlandesa durante la Edad de Hielo se extendió mucho más allá de lo que se pensaba previamente, llegando hasta el borde del estante marino del Mar Céltico, a más de 200 kilómetros de las Islas Scilly. Este hielo glaciar habría sido capaz de transportar rocas erráticas a lo largo de grandes distancias antes de depositarlas.
En el caso del bloque de Limeslade, la evidencia geológica sugiere que proviene de algún lugar cercano a la costa norte de Pembrokeshire, pero no de las Colinas Preseli, lo que implica que el glaciar recogió y movió estas rocas desde múltiples ubicaciones.
Implicaciones del transporte glaciar
Esta nueva teoría tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de Stonehenge. Si las piedras azules fueron transportadas por glaciares, esto desafiaría la creencia tradicional de que fueron levantadas por esfuerzos humanos.
Además, plantea la posibilidad de que otros monumentos megalíticos en el Reino Unido y Europa puedan también haber sido influenciados por el transporte glaciar. Las investigaciones futuras prometen arrojar más luz sobre esta fascinante posibilidad.
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