RIGI: ¿Régimen de beneficios o solución a la asfixiante presión fiscal en Argentina?
En Argentina, se ha aprobado el Régimen de Incentivo a la Gran Inversión (RIGI), que ha suscitado críticas y objeciones por parte de diversos sectores que lo tachan de demasiado "beneficioso" y generador de "desigualdades" para las pymes. Sin embargo, analistas sostienen que este régimen no es más que un sistema tributario estándar en el panorama internacional, y que debería tomarse como un primer paso hacia un RIGI de alcance general en un futuro próximo.
Los impuestos más altos del mundo
Según datos del Banco Mundial, Argentina ha sido el país con los impuestos más altos del mundo desde 2015. La Unión Industrial Argentina (UIA) ha señalado que, en 2023, Argentina tiene los impuestos más gravosos en seis de los siete principales impuestos en comparación con 30 países. Esto, sumado a la alta inflación, supone una carga fiscal muy elevada para los argentinos.
Los beneficios del RIGI
Entre los principales "beneficios" del RIGI se encuentran la reducción de la alícuota del Impuesto a las Ganancias, la actualización por inflación y la devolución de créditos de IVA en un plazo máximo de 3 meses. También se incluyen exenciones de impuestos aduaneros y restricciones cambiarias. Sin embargo, estos "beneficios" son comparables a los sistemas tributarios generales de otros países, como Chile o Paraguay, donde no existen impuestos al cheque o restricciones cambiarias.
Régimen tributario estándar
La alícuota promedio del Impuesto a las Ganancias en los 30 países analizados es del 25,3%, similar a la del RIGI. Otros "beneficios" del RIGI, como las amortizaciones aceleradas y el cómputo ilimitado de quebrantos, son habituales en otros sistemas tributarios. Por lo tanto, el RIGI se considera un régimen tributario estándar comparado con otros países.
Antecedentes y críticas
Los altos impuestos en Argentina han impedido una "lluvia de inversiones" a pesar de las favorables condiciones económicas anteriores. El actual gobierno ha prometido reducir los impuestos de forma gradual, pero mientras tanto, es necesario un régimen tributario estándar como el RIGI para atraer las grandes inversiones necesarias para el crecimiento sostenido. Las críticas al RIGI provienen de políticos y organizaciones sin ánimo de lucro que lo califican como "el sistema tributario más generoso del mundo", pero estas afirmaciones no se ajustan a la realidad.
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