Río Grande: Impulso a la Producción Local y Soberanía Alimentaria en Tierra del Fuego
Río Grande, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, está experimentando una transformación económica impulsada por una apuesta decidida a la producción de alimentos. Lejos de depender de insumos continentales, la ciudad se proyecta como un polo productivo regional, diversificando su matriz económica y generando empleo genuino. Esta estrategia, que combina soberanía alimentaria, capacitación y colaboración entre el sector público y privado, redefine el futuro de la ciudad y ofrece un modelo replicable para otras regiones australes.
- El Impulso a la Soberanía Alimentaria: Un Cambio de Paradigma
- El Auge de la Producción Avícola: Un Caso de Éxito
- Diversificación de Cultivos: Más Allá de la Carne
- Sinergia entre Sectores: Tecnología y Alimentos
- El Potencial de la Acuicultura: Truchas para el Mercado Local
- Fortalecimiento de la Producción Porcina y Bovina
- Apoyo al Sector Pesquero Artesanal: Un Rescate Histórico
- Producción de Huevos Frescos y el Sello Avícola
- Capacitación y Empleo: Un Circuito Virtuoso
El Impulso a la Soberanía Alimentaria: Un Cambio de Paradigma
Durante décadas, Río Grande dependió en gran medida del suministro de alimentos desde otras provincias argentinas. Esta dependencia generaba vulnerabilidad económica y limitaba el desarrollo local. Hace seis años, el Municipio inició un plan estratégico para revertir esta situación, priorizando la producción local y reduciendo la necesidad de importaciones. El objetivo principal era asegurar el acceso a alimentos frescos y de calidad para sus habitantes, al tiempo que se fortalecía la economía local y se creaban nuevas oportunidades de empleo. Este cambio de paradigma no solo se centra en la autosuficiencia, sino también en la calidad y el valor agregado de los productos locales.
La transición no fue inmediata. Inicialmente, la producción se limitaba a pequeñas escalas, principalmente a nivel familiar. Sin embargo, con el apoyo municipal, las inversiones en infraestructura y la capacitación de los productores, se logró una rápida expansión de la producción. La clave del éxito radica en la articulación entre los diferentes actores del sector, desde los productores hasta los comercializadores, pasando por las instituciones de investigación y desarrollo.
El Auge de la Producción Avícola: Un Caso de Éxito
La producción avícola es, quizás, el ejemplo más emblemático del éxito de la estrategia de desarrollo productivo de Río Grande. En 2022, se inició un proyecto piloto con 1.500 pollos parrilleros. Hoy, la producción ha crecido exponencialmente, alcanzando las 60.000 unidades al año. Este crecimiento ha permitido abastecer no solo el mercado local, sino también las ciudades de Tolhuin y Ushuaia, generando un impacto significativo en la economía regional. La calidad del producto, diferenciada por su frescura y sabor, ha sido un factor clave para su aceptación en el mercado.
El desarrollo de RGA Alimentos, en colaboración con La Misión Salesiana, ha sido fundamental para el impulso de la producción avícola. Esta empresa, que inicialmente se dedicaba a la producción de otros alimentos, amplió su capacidad productiva y se convirtió en un referente en la producción de aves en la región. La inversión en tecnología y la capacitación del personal han sido cruciales para garantizar la calidad y la eficiencia de la producción.
Diversificación de Cultivos: Más Allá de la Carne
La estrategia de desarrollo productivo de Río Grande no se limita a la producción avícola. Se ha apostado también a la diversificación de cultivos, con el objetivo de ampliar la oferta de alimentos locales y reducir la dependencia de insumos externos. La producción de tomates, papas, ajos y hortalizas ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Actualmente, se producen más de una tonelada y media de tomate por temporada, incluso en meses tradicionalmente inhóspitos como mayo y junio, extendiendo la estacionalidad histórica.
Este logro ha sido posible gracias a la inversión en infraestructura, como invernaderos y sistemas de riego, y a la implementación de técnicas de cultivo innovadoras. La colaboración con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) ha sido fundamental para la transferencia de conocimientos y la adaptación de las tecnologías a las condiciones climáticas de la región. La producción de hortalizas no solo abastece el mercado local, sino que también se comercializa en otras ciudades de la provincia.
Sinergia entre Sectores: Tecnología y Alimentos
Un aspecto destacable de la estrategia de desarrollo productivo de Río Grande es la sinergia entre los diferentes sectores de la economía local. Empresas del sector tecnológico, tradicionalmente enfocadas en la electrónica, han comenzado a participar en la producción de alimentos, aportando su conocimiento y experiencia en áreas como la automatización y el control de calidad. Mirgor, una de las empresas más importantes de la ciudad, es un ejemplo de esta colaboración.
Esta sinergia permite aprovechar las ventajas comparativas de cada sector y generar nuevas oportunidades de negocio. La aplicación de tecnologías innovadoras en la producción de alimentos no solo mejora la eficiencia y la calidad, sino que también reduce los costos y el impacto ambiental. La colaboración entre empresas tecnológicas y productores agrícolas es un factor clave para el desarrollo sostenible de la región.
El Potencial de la Acuicultura: Truchas para el Mercado Local
Río Grande tiene un gran potencial para el desarrollo de la acuicultura, en particular la producción de truchas. La ciudad se identifica con este pez, pero históricamente la mayoría de las truchas consumidas en la región eran importadas. El Municipio está explorando la posibilidad de reutilizar instalaciones municipales en desuso, como la antigua planta potabilizadora, para desarrollar una planta de producción de truchas.
El objetivo es convertir la trucha en un producto local accesible y sustentable, que pueda abastecer el mercado interno y generar nuevas oportunidades de empleo. La producción de truchas no solo contribuiría a la soberanía alimentaria de la ciudad, sino que también podría convertirse en un atractivo turístico, atrayendo a visitantes interesados en conocer el proceso de producción y degustar el producto local.
Fortalecimiento de la Producción Porcina y Bovina
La producción porcina y bovina también ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Actualmente, hay más de 55 productores porcinos inscriptos en el programa municipal. En 2023, se faenaron cerca de 8.000 cerdos y 6.000 vacunos. La Planta Municipal de Faena, completamente reacondicionada, trabaja en articulación con la planta privada Los Jazmines, garantizando la calidad y la seguridad de los productos cárnicos.
El Municipio ha acompañado a las carnicerías locales para mejorar sus condiciones de trazabilidad y asegurar la oferta de carne local en el mercado interno. Esta política ha contribuido a fortalecer la confianza de los consumidores en los productos locales y a promover el consumo de carne producida en la región. La inversión en infraestructura y la capacitación de los productores han sido fundamentales para el desarrollo de la producción porcina y bovina.
Apoyo al Sector Pesquero Artesanal: Un Rescate Histórico
El sector pesquero artesanal, históricamente marginado, ha recibido un apoyo significativo por parte del Municipio. Se implementó un registro de pescadores, se entregaron redes y ropa de trabajo, y se articuló la comercialización a través del Paseo Canto del Viento, asegurando el abastecimiento de pescado fresco durante todo el año. Esta política ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de los pescadores y a preservar una actividad tradicional de la región.
El Paseo Canto del Viento se ha convertido en un punto de encuentro para los productores locales y los consumidores, donde se pueden adquirir productos frescos y de calidad a precios accesibles. La promoción del consumo de pescado fresco no solo beneficia a los pescadores, sino que también contribuye a una alimentación más saludable para los habitantes de la ciudad.
Producción de Huevos Frescos y el Sello Avícola
La producción de huevos frescos también ha experimentado un crecimiento importante, con más de 100 productores avícolas activos en la ciudad. En breve, se implementará el Sello Avícola, una certificación de buenas prácticas impulsada junto al INTA y SENASA, que apunta a agregar valor y seguridad a estos productos. Este sello garantizará que los huevos producidos en la región cumplen con los más altos estándares de calidad e higiene.
La certificación de buenas prácticas no solo beneficia a los productores, sino que también genera confianza en los consumidores. El Sello Avícola permitirá diferenciar los huevos producidos en Río Grande de los provenientes de otras regiones, agregando valor al producto local y promoviendo su comercialización. La colaboración entre el Municipio, el INTA y SENASA ha sido fundamental para el desarrollo de este proyecto.
Capacitación y Empleo: Un Circuito Virtuoso
Toda la estrategia de desarrollo productivo está vinculada con los programas de empleo y capacitación. Desde la Dirección de Empleo se sumaron cursos vinculados a la producción de alimentos como una salida laboral concreta. La idea es que quienes se capacitan puedan tener un negocio rentable y generar un ingreso sostenido. Esta política contribuye a reducir el desempleo y a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad.
Los cursos de capacitación abarcan una amplia gama de temas, desde técnicas de cultivo y producción animal hasta gestión de negocios y comercialización. La capacitación no solo se dirige a los productores, sino también a los trabajadores del sector, garantizando que cuenten con las habilidades y los conocimientos necesarios para desempeñarse de manera eficiente y segura. La inversión en capacitación es una inversión en el futuro de la ciudad.
Fuente: https://elrompehielos.com.ar/produccion-alimentos-rio-grande
Artículos relacionados