Rosalía y su 'Lux': Espiritualidad, Iconografía Religiosa y Polémica en su Nuevo Disco
Rosalía, la artista catalana que ha revolucionado la música urbana con su fusión de flamenco, pop y electrónica, se encuentra en el centro de un debate cultural y religioso con su último álbum, "Motomami". La profusión de iconografía religiosa – palomas, cruces, rosarios, referencias a la Escolanía de Montserrat, e incluso imágenes de ella misma evocando la crucifixión – ha generado interpretaciones diversas, desde una vuelta al conservadurismo hasta una provocación blasfema. Este artículo explora la compleja relación de Rosalía con la espiritualidad, su uso de símbolos religiosos a lo largo de su carrera, y las reacciones que ha suscitado su nueva estética, desentrañando si se trata de una genuina búsqueda espiritual o una estrategia artística.
- La Iconografía Religiosa en "Motomami": Más Allá de la Provocación
- Un Fenómeno en Contexto: La Espiritualidad y el Neoconservadurismo en la Cultura Contemporánea
- Raíces Espirituales en la Obra de Rosalía: Desde el Flamenco hasta "Motomami"
- La Espiritualidad Personal de Rosalía: Más Allá de las Instituciones Religiosas
- Un Legado Artístico: La Tradición de la Espiritualidad en la Música
La Iconografía Religiosa en "Motomami": Más Allá de la Provocación
El álbum "Motomami" es un despliegue visual y sonoro de contrastes. La estética religiosa no es un elemento aislado, sino que se integra en un universo artístico que explora temas como el amor, el dolor, la sexualidad y el poder femenino. El uso de símbolos católicos, como el Sagrado Corazón y la paloma como Espíritu Santo, no se presenta de forma dogmática, sino que se reinterpreta y se descontextualiza. La imagen de Rosalía vestida de monja con una camisa de fuerza, o el predominio del blanco como color de luz y pureza, son ejemplos de esta ambivalencia. Algunos críticos han interpretado estas imágenes como una crítica a la opresión y al control ejercido por la Iglesia, mientras que otros las ven como una apropiación cultural superficial. La polémica se intensifica con las imágenes explícitas en las que Rosalía aparece desnuda evocando la crucifixión, que desafían las convenciones religiosas y podrían ser consideradas blasfemas por los más conservadores.
La controversia no es nueva en la obra de Rosalía. Desde sus inicios, la artista ha utilizado elementos de la cultura popular y la tradición flamenca, a menudo subvirtiéndolos y reinterpretándolos. En "Motomami", esta estrategia se lleva al extremo, generando un choque entre lo sagrado y lo profano, lo religioso y lo sexual. La intención de Rosalía no parece ser la de reafirmar una fe religiosa, sino la de explorar la complejidad de la experiencia humana y la búsqueda de significado en un mundo en constante cambio. La iconografía religiosa se convierte en un lenguaje simbólico que permite a la artista expresar sus emociones, sus inquietudes y sus contradicciones.
Un Fenómeno en Contexto: La Espiritualidad y el Neoconservadurismo en la Cultura Contemporánea
La estética religiosa en la música y el arte no es un fenómeno aislado. En los últimos años, se ha observado un creciente interés por la espiritualidad y la religiosidad en la cultura contemporánea, impulsado por factores como la crisis de los valores tradicionales, la búsqueda de sentido en un mundo incierto y la necesidad de conectar con algo más grande que uno mismo. Artistas como Lily Allen han explorado temas religiosos en su obra, y cineastas como Alauda Ruiz de Azúa han incorporado elementos religiosos en sus películas. Este fenómeno ha sido interpretado de diversas maneras, desde una vuelta al conservadurismo y un blanqueamiento de los valores tradicionales hasta una expresión de rebeldía y una crítica a las instituciones religiosas. Algunos analistas han advertido sobre el peligro de que esta estética religiosa sea cooptada por la ultraderecha, que busca instrumentalizar la fe para promover sus agendas políticas.
Sin embargo, es importante señalar que la espiritualidad y la religiosidad son conceptos complejos y multifacéticos. No todas las expresiones de fe son necesariamente conservadoras o reaccionarias. La búsqueda de sentido y la conexión con lo trascendente pueden ser experiencias profundamente personales y liberadoras. En el caso de Rosalía, es difícil encasillar su obra en una categoría ideológica concreta. Su uso de la iconografía religiosa es ambiguo y provocador, y desafía las interpretaciones simplistas. La artista no se identifica como católica, pero sí reconoce la influencia de la espiritualidad en su obra, una influencia que proviene principalmente de su abuela y de sus raíces familiares.
Raíces Espirituales en la Obra de Rosalía: Desde el Flamenco hasta "Motomami"
La relación de Rosalía con la espiritualidad se remonta a sus inicios como artista flamenca. El flamenco, como género musical y cultural, está profundamente arraigado en la tradición religiosa andaluza. La saeta, un canto religioso que se interpreta durante la Semana Santa, es un ejemplo de esta conexión. Rosalía incluyó una saeta en su primer álbum, "Los Ángeles" (2017), en la que aborda la pasión de Cristo con una intensidad y una emoción que sorprendieron a muchos críticos. Esta canción revela la sensibilidad de la artista hacia los temas religiosos y su capacidad para transmitir emociones profundas a través de su voz y su interpretación.
Posteriormente, Rosalía versionó "Que no se turbe" de Enrique Morente, una canción basada en un poema del religioso y poeta místico San Juan de la Cruz. Esta versión demuestra el interés de la artista por la poesía religiosa y su capacidad para reinterpretar obras clásicas desde una perspectiva contemporánea. En "El Mal Querer" (2018), Rosalía exploró la iconografía religiosa a lo largo de sus 11 capítulos, utilizando símbolos y metáforas para abordar una relación tóxica. Referencias a la Virgen de la Merced, a los ángeles y al infierno se entrelazan con letras explícitas y ritmos electrónicos, creando un universo artístico complejo y fascinante. La canción "De Aquí No Sales", incluida en "El Mal Querer", contiene una referencia a la oración popular de los cautivos a la Virgen de la Merced, mientras que "Bagdad" evoca imágenes de ángeles y descenso al infierno. Incluso en "Milagro", Rosalía utiliza imágenes religiosas para expresar la necesidad de ayuda y la búsqueda de redención.
La Espiritualidad Personal de Rosalía: Más Allá de las Instituciones Religiosas
Rosalía ha declarado en varias entrevistas que no se considera católica, ni siquiera está bautizada. Sin embargo, sí reconoce la influencia de la espiritualidad en su obra y en su vida personal. En una entrevista con la revista Mondo Sonoro en 2018, la artista afirmó: "Siento que soy una persona espiritual. Creo más en la causalidad que en la casualidad y a la vez creo que todos estamos aquí por algo, que tenemos un cometido". Rosalía explica que su relación con la espiritualidad ha ido creciendo a medida que ha madurado, y que no tiene que ver con la Iglesia ni con ninguna institución religiosa. Para ella, la espiritualidad es una experiencia personal y subjetiva, que se basa en la conexión con la naturaleza, con el arte y con los demás seres humanos.
La influencia de su abuela en su vida espiritual es innegable. Rosalía ha incluido una grabación de su abuela en la canción "Hentai", en la que ésta reflexiona sobre la importancia de Dios y la familia. La abuela de Rosalía afirma que "siempre se Dios en primer lugar y después la familia", y que la familia es un pilar fundamental en momentos difíciles. Esta grabación revela la profunda conexión de Rosalía con sus raíces familiares y su respeto por la fe de su abuela. La artista ha reconocido que su abuela le llevaba a la iglesia cuando era niña, pero que a ella le interesaba más la música que la religión. Sin embargo, la influencia de su abuela ha perdurado a lo largo de los años, y ha contribuido a formar su propia visión de la espiritualidad.
Un Legado Artístico: La Tradición de la Espiritualidad en la Música
La exploración de temas religiosos y espirituales en la música no es una novedad. A lo largo de la historia, numerosos artistas han utilizado la fe y la religión como fuente de inspiración y como medio para expresar sus emociones y sus inquietudes. Desde Bob Dylan hasta Leonard Cohen, pasando por Enrique Morente y Joan Manuel Serrat, la música ha sido un espacio para la reflexión sobre el sentido de la vida, la búsqueda de la verdad y la conexión con lo trascendente. Rosalía se inscribe en esta tradición, aportando su propia visión y su propio lenguaje artístico.
La obra de Rosalía, al igual que la de sus predecesores, desafía las convenciones y las expectativas. La artista no ofrece respuestas fáciles ni soluciones definitivas, sino que plantea preguntas y abre espacios para la reflexión. Su uso de la iconografía religiosa es ambiguo y provocador, y invita al espectador a cuestionar sus propias creencias y valores. En última instancia, la obra de Rosalía es una invitación a explorar la complejidad de la experiencia humana y a buscar el significado en un mundo en constante cambio. Su viaje espiritual, plasmado en su música y en su estética, es un reflejo de la búsqueda universal de sentido y de la necesidad de conectar con algo más grande que uno mismo.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//life/cultura/no-rosalia-sentido-llamada-dios-lux.html



Artículos relacionados