Rusia ataca Kiev con misiles y drones: Escalada de la guerra y tensión por plan de paz EEUU-Ucrania.
La noche del 25 de abril de 2024, Kiev se vio sacudida por un ataque masivo y coordinado de misiles y drones rusos, marcando una escalada preocupante en el conflicto. Este bombardeo, que dejó al menos 12 heridos y provocó incendios en varios distritos, se produce en un momento de intensa tensión política, con un nuevo cruce de acusaciones entre los presidentes de Estados Unidos y Ucrania en relación con un posible plan de paz. El ataque simultáneo a múltiples regiones ucranianas, incluyendo la trágica muerte de nueve personas en un ataque a un autobús en Marhanets, subraya la brutalidad continua de la guerra y la dificultad de alcanzar una solución negociada.
El Ataque a Kiev: Una Noche de Explosiones y Alertas
Pasada la una de la madrugada, el cielo sobre Kiev se iluminó con explosiones. La Administración Militar regional de la ciudad informó de un "ataque combinado" que involucraba misiles balísticos y drones, activando las alarmas antiaéreas y sumiendo a la capital en el caos. Los primeros informes indicaron daños materiales significativos y al menos 12 heridos en diversos distritos. La naturaleza coordinada del ataque sugiere un intento deliberado de saturar las defensas aéreas de Kiev y causar el máximo daño posible. La intensidad de las explosiones, descritas como "de gran potencia", generó pánico entre la población, muchos de los cuales buscaron refugio en los búnkeres y estaciones de metro.
La amenaza de nuevas oleadas de ataques inminentes mantuvo a la ciudad en vilo durante horas. Las autoridades instaron a los residentes a permanecer en refugios y a seguir las instrucciones de las fuerzas de seguridad. El ataque a Kiev no fue un incidente aislado; otras regiones de Ucrania también sufrieron bombardeos durante la misma noche, lo que indica una ofensiva rusa a gran escala. La respuesta de las defensas aéreas ucranianas fue inmediata, pero la magnitud del ataque planteó un desafío considerable.
Tensiones Políticas: Trump, Zelenski y el Plan de Paz en Crisis
En medio del ataque a Kiev, se intensificaron las tensiones políticas entre Estados Unidos y Ucrania en torno a un posible plan de paz. El presidente Donald Trump acusó a Volodímir Zelenski de poner en peligro un posible acuerdo al negarse a reconocer la soberanía rusa sobre Crimea, calificando sus palabras de "muy perjudiciales". Trump defendió la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, argumentando que "se perdió hace años" y que ya no es un punto de discusión. Esta postura contrasta con la firme oposición de Zelenski, quien reafirmó que Crimea es territorio ucraniano y que no hay nada que negociar al respecto.
Zelenski respondió con contundencia desde Londres, donde participaba en una mesa de negociaciones con representantes de Estados Unidos y varios países europeos. Recordó que la administración Trump, a través del entonces secretario de Estado Mike Pompeo, había rechazado en 2018 la soberanía rusa sobre Crimea, enfatizando que ningún país puede cambiar las fronteras por la fuerza. El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak, también se pronunció, afirmando que Ucrania se mantendrá firme en sus principios básicos, que son el fundamento de su soberanía e integridad territorial.
El plan de paz propuesto por la Casa Blanca, según ha trascendido, contempla el reconocimiento de Crimea como territorio ruso, la renuncia de Ucrania a entrar en la OTAN y la aceptación de un control estadounidense sobre la central nuclear de Zaporiyia, actualmente en manos de Rusia. Trump insistió en que el acuerdo está "muy cerca" y expresó su deseo de ayudar a ambas partes a salir de lo que calificó como un "completo y total desastre". Sin embargo, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, advirtió desde la India que "ha llegado el momento de que las partes la asuman o Estados Unidos se retirará del proceso".
Ataques en Otras Regiones: Marhanets, Kherson, Dnipropetrovsk y Más
El ataque a Kiev fue solo una parte de una serie de bombardeos que afectaron a varias regiones de Ucrania durante la noche del 25 de abril. En la ciudad de Marhanets, un dron ruso impactó contra un autobús que transportaba a trabajadores de una planta minera, provocando la muerte de nueve personas y dejando cerca de 50 heridos. Zelenski calificó el ataque como un "crimen de guerra deliberado" y compartió imágenes del lugar, mostrando cuerpos en el suelo y equipos de emergencia atendiendo a las víctimas, la mayoría mujeres. La brutalidad de este ataque subraya la indiferencia del ejército ruso hacia la vida civil.
La fuerza aérea ucraniana informó de que Rusia lanzó un total de 134 drones sobre distintas regiones del país durante la noche. En Kherson, una central eléctrica quedó destruida tras un ataque combinado con artillería, según el gobernador regional Oleksandr Prokudin. En Dnipropetrovsk, un ataque en el distrito de Synelnykivskyi hirió a dos personas y provocó un incendio en una explotación agrícola. También se registraron impactos en Poltava, con seis heridos, y en Odesa, donde los drones alcanzaron instalaciones civiles y provocaron varios fuegos.
En Járkov, los incendios desatados por los drones fueron especialmente graves, según indicó el alcalde, Íhor Terekhov. En la región de Kiev, además de los daños en la capital, los drones alcanzaron siete viviendas, un almacén y una dependencia. La magnitud de los ataques en múltiples regiones sugiere un intento ruso de desestabilizar Ucrania y socavar su capacidad para resistir. La respuesta de las fuerzas ucranianas se centró en interceptar los drones y mitigar los daños, pero la escala de los ataques planteó un desafío considerable.
La Escalada Militar y el Futuro del Conflicto
El ataque masivo del 25 de abril representa una escalada significativa en el conflicto entre Rusia y Ucrania. La combinación de misiles balísticos y drones, la coordinación de los ataques en múltiples regiones y la brutalidad de los bombardeos sugieren una intensificación de la ofensiva rusa. La situación se complica aún más por las tensiones políticas entre Estados Unidos y Ucrania en torno al plan de paz propuesto por la Casa Blanca. La postura de Trump de reconocer la soberanía rusa sobre Crimea y renunciar a la entrada de Ucrania en la OTAN es inaceptable para Zelenski y muchos otros líderes ucranianos.
El futuro del conflicto es incierto. Si bien Trump insiste en que un acuerdo está "muy cerca", la falta de consenso entre las partes y la continua escalada militar sugieren que una solución negociada es poco probable en el corto plazo. La advertencia del vicepresidente Vance de que Estados Unidos se retirará del proceso si las partes no llegan a un acuerdo podría acelerar el colapso de las negociaciones. Mientras tanto, la guerra continúa cobrando un alto precio en vidas humanas y causando una destrucción generalizada en Ucrania.
La comunidad internacional observa con preocupación la evolución de la situación. La necesidad de una respuesta unida y coordinada para apoyar a Ucrania y presionar a Rusia para que ponga fin a la agresión es más urgente que nunca. La ayuda militar y financiera a Ucrania, así como las sanciones económicas contra Rusia, son herramientas importantes para disuadir la agresión y promover una solución pacífica del conflicto. Sin embargo, la falta de consenso entre los países occidentales y la creciente polarización política dificultan la adopción de medidas efectivas.
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