Rusia moderniza su artillería con cohetes norcoreanos en un UAZ: Nueva arma en el frente ucraniano.
La guerra en Ucrania ha revelado una preocupante dinámica de suministro de armamento, con Corea del Norte emergiendo como un proveedor clave para Rusia. Un reciente incidente, donde un paquete explosivo enviado desde Pyongyang fue utilizado para modernizar un camión militar ruso, ilustra la desesperada búsqueda de recursos bélicos por parte de Moscú y la voluntad de Corea del Norte de desafiar las sanciones internacionales. Este artículo explora en detalle la adaptación del lanzacohetes Tipo 75, su origen, capacidades y las implicaciones de esta colaboración armamentística en el contexto del conflicto ucraniano.
El Lanzacohetes Tipo 75: Origen y Características Técnicas
El lanzacohetes Tipo 75, ahora montado sobre un camión UAZ ruso, tiene sus raíces en el sistema chino Tipo 63 MRL (Multiple Rocket Launcher). Desarrollado en la década de 1960, el Tipo 63 fue una copia del lanzacohetes soviético BM-11 "Grad". Corea del Norte adquirió este sistema y lo produjo bajo licencia, modificándolo y adaptándolo para sus propias necesidades, dando origen al Tipo 75. Este lanzacohetes es un sistema de artillería de cohetes no guiados, diseñado para proporcionar fuego de saturación en áreas relativamente cortas. Su simplicidad y bajo costo lo convierten en una opción atractiva para ejércitos con recursos limitados o que buscan complementar sus capacidades de artillería.
El sistema original del Tipo 75 consiste en un lanzador montado sobre un remolque, lo que limita su movilidad y velocidad de despliegue. La adaptación rusa, al montarlo directamente sobre un camión UAZ, busca solucionar este problema, permitiendo un movimiento más rápido y una mayor flexibilidad táctica. El UAZ, un vehículo utilitario todoterreno de fabricación soviética y rusa, es conocido por su robustez y capacidad para operar en terrenos difíciles, aunque su antigüedad lo convierte en un blanco relativamente fácil en el campo de batalla. La soldadura de la estructura del cohete a la carrocería del UAZ, sin grandes modificaciones, sugiere una operación rápida y pragmática, priorizando la funcionalidad sobre la sofisticación.
El Tipo 75 dispara cohetes de 132 mm, con una ojiva que puede contener submuniciones. Estas submuniciones, al explotar, dispersan fragmentos sobre un área amplia, causando daños a infantería, vehículos ligeros y fortificaciones. La capacidad de dispersión de submuniciones aumenta significativamente el potencial destructivo del sistema, aunque también plantea preocupaciones sobre el daño colateral y el impacto en la población civil. El alcance máximo de disparo del Tipo 75 es de aproximadamente 8.6 kilómetros, lo que lo convierte en un arma de corto a medio alcance.
La Adaptación Rusa: Un Camión Obsoleto con un Nuevo Propósito
La elección del camión UAZ como plataforma para el lanzacohetes Tipo 75 es reveladora de la situación logística y de recursos de Rusia en Ucrania. El UAZ es un vehículo antiguo, ampliamente utilizado por el ejército ruso durante décadas, pero que ha sido gradualmente reemplazado por modelos más modernos. Sin embargo, su disponibilidad en grandes cantidades y su relativa simplicidad mecánica lo convierten en una opción viable para adaptaciones improvisadas como esta. La modificación, documentada en el canal de Telegram @mag_vodogray, parece haber sido realizada de manera rápida y sin grandes inversiones en ingeniería o fabricación.
La adaptación implica la remoción de las ruedas del carro original del lanzador y la soldadura directa de la estructura del cohete a la carrocería del UAZ. Esta solución, aunque funcional, probablemente compromete la estabilidad y la precisión del sistema. La falta de un sistema de estabilización adecuado podría resultar en una dispersión mayor de los cohetes, reduciendo su efectividad. Además, la estructura del UAZ no está diseñada para soportar las tensiones generadas por el lanzamiento de cohetes, lo que podría afectar la durabilidad del vehículo y aumentar el riesgo de fallas mecánicas.
A pesar de estas limitaciones, la adaptación del Tipo 75 al UAZ representa una mejora significativa en la movilidad y el despliegue del sistema. Al eliminar la necesidad de un remolque, el lanzacohetes puede ser transportado y desplegado más rápidamente, lo que lo hace más adecuado para operaciones ofensivas y defensivas dinámicas. Esta capacidad de respuesta rápida es crucial en el contexto de la guerra en Ucrania, donde la velocidad y la flexibilidad son factores clave para el éxito en el campo de batalla.
La Colaboración entre Corea del Norte y Rusia: Implicaciones Geopolíticas
El suministro de armamento por parte de Corea del Norte a Rusia viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que imponen sanciones a Pyongyang por su programa nuclear y de misiles balísticos. Esta colaboración armamentística representa un desafío directo a la arquitectura de seguridad internacional y plantea serias preocupaciones sobre la proliferación de armas. Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, tiene la obligación de hacer cumplir estas sanciones, pero su creciente dependencia de Corea del Norte para el suministro de armamento sugiere una voluntad de ignorar sus compromisos internacionales.
El jefe de la Inteligencia de Defensa de Ucrania, Kyrylo Budanov, ha confirmado que Rusia ha recibido una cantidad significativa de municiones y armamento de Corea del Norte, incluyendo el Tipo 75. Esta información sugiere que la colaboración entre Pyongyang y Moscú es más amplia y profunda de lo que se pensaba inicialmente. Rusia podría estar utilizando a Corea del Norte como un proveedor alternativo para compensar las pérdidas de armamento en Ucrania y para evitar las restricciones impuestas por las sanciones occidentales. A cambio, Corea del Norte podría estar recibiendo asistencia económica o tecnológica de Rusia, lo que le permitiría fortalecer su programa de armas y desafiar aún más las sanciones internacionales.
La creciente colaboración entre Corea del Norte y Rusia también tiene implicaciones geopolíticas más amplias. Podría fortalecer el eje de resistencia antioccidental que incluye a Rusia, China e Irán, y podría alentar a otros países a desafiar el orden internacional basado en reglas. La comunidad internacional debe responder a esta situación con firmeza, aplicando sanciones más estrictas a Corea del Norte y Rusia, y trabajando para fortalecer la arquitectura de seguridad internacional.
El Impacto en el Campo de Batalla Ucraniano
La introducción del lanzacohetes Tipo 75, adaptado al camión UAZ, en el campo de batalla ucraniano podría tener un impacto significativo en las tácticas y estrategias militares. Aunque el sistema no es particularmente sofisticado, su capacidad para proporcionar fuego de saturación en áreas relativamente cortas podría ser útil para atacar posiciones fortificadas, concentraciones de tropas y vehículos ligeros. La mayor movilidad del sistema, gracias a la adaptación al UAZ, permitiría a las fuerzas rusas desplegarlo más rápidamente y responder a las amenazas de manera más efectiva.
Sin embargo, el Tipo 75 también tiene limitaciones importantes. Su alcance relativamente corto lo hace vulnerable a los contraataques de artillería ucraniana, y su falta de precisión podría resultar en daños colaterales y bajas civiles. Además, el UAZ, como plataforma de lanzamiento, es un blanco relativamente fácil para los misiles antitanque y los drones ucranianos. La efectividad del sistema dependerá en gran medida de cómo se utilice en el campo de batalla y de la capacidad de las fuerzas rusas para protegerlo de los contraataques.
La adaptación del Tipo 75 al UAZ también podría indicar una tendencia más amplia en la estrategia militar rusa: la priorización de la cantidad sobre la calidad. Ante la escasez de armamento moderno y la imposibilidad de producirlo a un ritmo suficiente, Rusia podría estar recurriendo a sistemas más antiguos y menos sofisticados, pero disponibles en grandes cantidades. Esta estrategia podría permitir a Rusia mantener la presión sobre Ucrania, pero también podría resultar en mayores pérdidas y una menor efectividad en el campo de batalla.
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