Rutas Fantasma en Santa Cruz: La Herencia de la Corrupción K y el Futuro Vial Pendiente
La condena a Cristina Fernández de Kirchner por fraude en la causa “Vialidad” ha reabierto un debate crucial sobre el destino de las obras públicas adjudicadas a Lázaro Báez en Santa Cruz durante los gobiernos kirchneristas. Más allá de las implicaciones legales y políticas, la realidad sobre el terreno revela un panorama desolador: rutas inconclusas, caminos en pésimo estado y una infraestructura vial que obstaculiza el desarrollo de una provincia con necesidades específicas. Este artículo explora el estado actual de esas rutas, los intentos de reactivación y los desafíos que enfrenta Santa Cruz para superar el legado de la corrupción y construir una red vial funcional.
- El Auge de Austral Construcciones y el Despilfarro en Santa Cruz
- La Ruta Nacional 40: Un Símbolo del Fracaso
- Rospentek-Bella Vista: 82 Kilómetros de Promesas Incumplidas
- Intentos de Reactivación y Nuevos Obstáculos
- El Calafate y El Chaltén: Avances Parciales en Zonas Turísticas
- La Autovía Caleta Olivia-Comodoro Rivadavia: Un Proyecto Estancado
- Mantenimiento Rutinario: Un Parche a la Problemática
El Auge de Austral Construcciones y el Despilfarro en Santa Cruz
Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Santa Cruz experimentó un boom de obra pública vial sin precedentes. El 80% de las licitaciones fueron adjudicadas a Austral Construcciones, la empresa insignia de Lázaro Báez. Esta concentración de recursos en una sola empresa, sin la debida transparencia y control, sentó las bases para un esquema de corrupción que derivó en la situación actual. Las 51 licitaciones ganadas por el grupo Báez se caracterizaron por sobreprecios, obras de baja calidad y, en muchos casos, la completa falta de ejecución. La geografía inhóspita y la baja densidad poblacional de Santa Cruz hacen que una infraestructura vial eficiente sea aún más crucial, pero el despilfarro y la corrupción impidieron que se concretara ese objetivo.
El modelo de adjudicación directa y la falta de controles permitieron a Báez obtener contratos millonarios sin la capacidad técnica ni financiera para llevarlos a cabo. Se priorizó la vinculación política sobre la experiencia y la idoneidad, lo que resultó en obras inconclusas, materiales de mala calidad y un daño irreparable a la infraestructura vial de la provincia. La causa “Vialidad” expuso el direccionamiento sistemático de fondos públicos hacia Báez, quien se enriqueció a costa del erario público y del desarrollo de Santa Cruz.
La Ruta Nacional 40: Un Símbolo del Fracaso
La Ruta Nacional 40, columna vertebral del turismo y la conectividad cordillerana, es un claro ejemplo del fracaso de las políticas viales implementadas durante los gobiernos kirchneristas. Si bien algunos tramos fueron pavimentados, otros –como los 73 kilómetros entre Tres Lagos y Lago Cardiel– siguen siendo de ripio inestable, representando un peligro constante para los usuarios. Esta obra fue adjudicada en 2009 por $259 millones, pero a pesar de que se informó un 78% de ejecución, no hay ni un solo kilómetro asfaltado. La peligrosidad del tramo se evidenció en el verano pasado, con una decena de accidentes, incluyendo el fatal de un turista coreano.
La falta de inversión y mantenimiento en la Ruta 40 ha afectado gravemente el turismo y el comercio en la región. Los viajeros deben transitar por caminos precarios, con riesgo de accidentes y demoras, lo que desalienta la visita a destinos turísticos clave. La situación se agrava en invierno, cuando las condiciones climáticas dificultan aún más la circulación. La reconstrucción de este tramo es una prioridad para el desarrollo de Santa Cruz, pero requiere una inversión significativa y una gestión transparente.
Rospentek-Bella Vista: 82 Kilómetros de Promesas Incumplidas
Otro caso emblemático es el de los 82 kilómetros entre Rospentek y Bella Vista, adjudicados por $616 millones en cinco licitaciones diferentes. La obra se ejecutó parcialmente y, tras las nevadas de 2023, el trayecto quedó prácticamente intransitable. La falta de planificación y la ejecución deficiente de la obra han generado un perjuicio enorme para los habitantes de la región, que dependen de esta ruta para acceder a servicios básicos y conectarse con otras localidades. La situación se agrava en invierno, cuando el aislamiento es total.
La historia de Rospentek-Bella Vista es un reflejo de la falta de compromiso y la corrupción que caracterizaron las obras públicas en Santa Cruz. Los fondos fueron desviados, los plazos no se cumplieron y la calidad de la obra fue deficiente. La reconstrucción de este tramo requiere una inversión considerable y una gestión eficiente, pero también es fundamental garantizar la transparencia y la rendición de cuentas para evitar que se repitan los errores del pasado.
Intentos de Reactivación y Nuevos Obstáculos
Durante el gobierno de Mauricio Macri, el kirchnerismo local responsabilizó a la Nación por la paralización de las obras. Sin embargo, fue Alicia Kirchner quien solicitó la rescisión de los contratos de Báez. Más adelante, en 2022, anunció una reactivación de la ruta 39 por más de $4700 millones. La empresa CPC, de Cristóbal López, comenzó las tareas, pero abandonó el proyecto en noviembre de 2023. Este nuevo revés demuestra la dificultad de reactivar las obras viales en Santa Cruz, incluso con la voluntad política de la provincia.
La falta de financiamiento, la inestabilidad económica y la corrupción son algunos de los obstáculos que impiden la reactivación de las obras viales en Santa Cruz. La rescisión de los contratos con Báez fue un paso importante, pero no fue suficiente para revertir la situación. Es necesario establecer un nuevo marco regulatorio que garantice la transparencia, la rendición de cuentas y la eficiencia en la gestión de las obras públicas. Además, es fundamental contar con el apoyo financiero de la Nación para poder llevar a cabo los proyectos necesarios.
El Calafate y El Chaltén: Avances Parciales en Zonas Turísticas
En localidades turísticas como El Chaltén o El Calafate, hubo avances parciales en la mejora de la infraestructura vial. El acceso asfaltado a los glaciares y al Parque Nacional Los Glaciares, por ejemplo, se completó recién después de 2004. Sin embargo, la otra cara de la moneda sigue siendo el atraso estructural en zonas menos turísticas. Las obras adjudicadas en 2023 para pavimentar las rutas provinciales 41 y 43 por $10.000 millones, que incluían la mejora del acceso al aeropuerto de El Calafate, nunca se iniciaron. Estos proyectos siguen en los papeles mientras los caminos continúan deteriorándose.
La priorización de las zonas turísticas en detrimento de las zonas menos favorecidas es una práctica común en la gestión de las obras públicas. Si bien es importante mejorar la infraestructura vial en los destinos turísticos para impulsar el desarrollo económico, también es fundamental garantizar el acceso a servicios básicos y oportunidades para todos los habitantes de la provincia. La planificación integral y la distribución equitativa de los recursos son clave para lograr un desarrollo sostenible y justo.
La Autovía Caleta Olivia-Comodoro Rivadavia: Un Proyecto Estancado
La inconclusa autovía entre Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia es otro ejemplo del fracaso de las políticas viales en Santa Cruz. Con 4238 vehículos por día, la Ruta Nacional 3 es un eje clave para la industria petrolera y el tránsito regional. Tras varios intentos fallidos de ejecución y rescisión de contratos a empresas ligadas tanto a Báez como a López, la obra fue incluida en el presupuesto 2025 con $15.614 millones. A pesar de esa asignación, en junio aún no hubo avances concretos ni reinicio de obras.
La autovía Caleta Olivia-Comodoro Rivadavia es un proyecto estratégico para el desarrollo de la Patagonia. Su finalización permitiría mejorar la conectividad, reducir los costos de transporte y fomentar el crecimiento económico de la región. Sin embargo, la falta de voluntad política, la corrupción y la inestabilidad económica han obstaculizado su ejecución. Es necesario establecer un nuevo modelo de gestión que garantice la transparencia, la eficiencia y la continuidad de la obra.
Mantenimiento Rutinario: Un Parche a la Problemática
Mientras tanto, se firmó un nuevo convenio entre Nación y la administración provincial para tareas de mantenimiento en rutas nacionales como la 281, 288, 40 y 3, especialmente después de los daños causados por las recientes tormentas. Estas tareas de mantenimiento son necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios y evitar el deterioro de la infraestructura vial, pero no son una solución definitiva. El mantenimiento rutinario es un parche a la problemática, que solo prolonga la vida útil de las rutas sin abordar las causas estructurales del problema.
La solución definitiva pasa por la reconstrucción de las rutas inconclusas, la mejora de la calidad de las obras y la implementación de un sistema de gestión eficiente y transparente. Es necesario invertir en la planificación, el diseño y la ejecución de las obras públicas, y garantizar la rendición de cuentas de los responsables. Solo así se podrá superar el legado de la corrupción y construir una infraestructura vial que impulse el desarrollo de Santa Cruz.
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