Salomé Pradas en Salvados: Entrevista clave, defensa y sombras de la DANA.
La entrevista de Salomé Pradas en 'Salvados' ha sido un evento mediático de gran envergadura, no solo por la figura de la entrevistada, sino por el contexto trágico que la rodea: la devastadora DANA del 29 de octubre de 2024 y la posterior imputación por homicidios y lesiones imprudentes. La emisión del programa, analizada a fondo, revela una estrategia de comunicación meticulosamente calibrada, un intento de reconstrucción personal y un blindaje político que se manifiesta en un constante equilibrio entre la asunción de responsabilidades y la búsqueda de exculpación. Este artículo desglosa los puntos clave de la entrevista, analizando las declaraciones de Pradas, las sombras que planean sobre la figura de Carlos Mazón y las estrategias discursivas empleadas para navegar en un terreno judicial y político extremadamente complejo.
El Contexto de la Tragedia y la Imputación
La DANA del 29 de octubre de 2024 dejó una huella imborrable en la Comunidad Valenciana, con 229 vidas perdidas y una devastación generalizada. La gestión de la emergencia, desde el primer momento, estuvo bajo escrutinio público, y la figura de Salomé Pradas, entonces consellera de Interior, se convirtió en el centro de la polémica. La imputación por delitos de homicidios y lesiones imprudentes, basada en la supuesta negligencia en el envío tardío y erróneo del ES-Alert, añadió una capa de complejidad a la situación. La jueza Nuria Ruiz Tobarra considera crucial el retraso en el envío del mensaje de alerta, especialmente considerando que 155 personas ya habían fallecido cuando finalmente se activó. Este contexto, cargado de dolor y controversia, es fundamental para comprender la estrategia de comunicación adoptada por Pradas en su entrevista con 'Salvados'.
La entrevista se presenta como el primer espacio televisivo donde Pradas aborda directamente las acusaciones y ofrece su versión de los hechos. Sin embargo, la entrevista no es una simple declaración de hechos, sino una cuidadosa construcción narrativa que busca, simultáneamente, reivindicar su actuación, distanciarse de los fallos operativos y evitar un enfrentamiento directo con sus antiguos superiores. La presión judicial y política es palpable, y cada palabra, cada matiz, parece estar calculado para minimizar el impacto negativo y preservar su imagen pública.
La Sombra de Carlos Mazón: Ausencias y Contradicciones
El nombre de Carlos Mazón, entonces presidente de la Generalitat Valenciana, se cierne sobre toda la entrevista como una sombra persistente. Pradas expresa su incomprensión ante la ausencia de Mazón durante las horas críticas de la emergencia, cuestionando su falta de respuesta a sus intentos de comunicación. Afirma que Mazón “dijo cosas que no eran verdad” al negar haber sido informado sobre el ES-Alert, y revela que, tras su dimisión, le pidió que contara “la verdad”, no por ella, sino “por las víctimas”. Esta declaración, aunque aparentemente crítica, está cuidadosamente matizada para no romper completamente con su antiguo jefe. Pradas evita un reproche directo y se limita a expresar su desconcierto ante la versión pública de Mazón.
La narrativa de Pradas se centra en la idea de que ella intentó informar a Mazón, pero no pudo obtener respuesta. Relata que el jefe de gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca, le pidió poco antes de las dos de la tarde que no lo molestara, argumentando que el presidente estaba en actos. A pesar de esta orden, Pradas decidió saltársela “por responsabilidad”, pero subraya que nunca quiso pedir opinión ni generar tensión. Este relato busca presentar a Pradas como una funcionaria proactiva y responsable, que actuó donde debía estar, a pesar de las instrucciones contrarias. Sin embargo, la falta de respuesta de Mazón se convierte en un elemento central de su argumento, un desamparo que justifica, en cierta medida, sus propias acciones.
El ES-Alert: Un Debate Técnico y la Dilución de Responsabilidades
La gestión del ES-Alert es otro de los puntos centrales de la entrevista. Pradas intenta desvincularse del retraso en el envío del mensaje, atribuyendo la responsabilidad a un debate técnico entre el jefe operativo de la emergencia, José Manuel Basset, y el subdirector general Jorge Suárez. Argumenta que, ante un desacuerdo entre los responsables técnicos, sería un contrasentido que un mando político decidiera. Esta estrategia busca diluir su responsabilidad, presentando el retraso como resultado de una disputa técnica ajena a su control. Al mismo tiempo, asegura que el aviso se diseñó por la presa de Forata, no por el barranco del Poyo, contradiciendo los autos judiciales que apuntan a este último como el punto crítico de la emergencia.
Este patrón de desvinculación y justificación se repite a lo largo de toda la entrevista. Pradas se presenta como presente, implicada y emocionalmente afectada, pero no como la decisora última. Se distancia de los fallos operativos, pero sin renunciar al protagonismo del momento. Esta línea fina le permite mantenerse al margen de la responsabilidad directa, al tiempo que proyecta una imagen de compromiso y dedicación. La estrategia, en definitiva, es la de construir una narrativa que la proteja de las acusaciones, sin dejar de lado la necesidad de mantener una imagen pública favorable.
La Estrategia del Equilibrio: Nadar y Guardar la Ropa
La entrevista de Salomé Pradas en 'Salvados' se puede resumir en una estrategia de equilibrio, un intento de “nadar y guardar la ropa”. Pradas busca reivindicarse ante las víctimas, distanciarse de los fallos operativos y, al mismo tiempo, no romper definitivamente con quienes fueron sus superiores. Cada señalamiento, cada crítica, viene suavizada por un giro emocional o justificativo, un mecanismo constante que le permite criticar sin asumir del todo las implicaciones de sus palabras. Esta ambigüedad estratégica le permite conservar apoyos, distanciarse de los errores sin dinamitar puentes y protegerse de las consecuencias judiciales y políticas.
La exconsellera relata su entrega personal, su compromiso con la gestión de la emergencia y su profundo dolor por las pérdidas humanas. Sin embargo, esta apelación a la emoción no se traduce en una asunción de responsabilidades. Pradas se presenta como una víctima de las circunstancias, una funcionaria que hizo todo lo posible en una situación extrema. Esta narrativa victimista busca generar empatía en el público y desviar la atención de las acusaciones que pesan sobre ella. La entrevista, en definitiva, es un ejercicio de comunicación política cuidadosamente calculado, diseñado para salvar su propio relato y minimizar el daño a su imagen pública.
El Legado de la Entrevista: Un Relato en Construcción
La entrevista de Salomé Pradas en 'Salvados' no ha cerrado el debate sobre la gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024. Al contrario, ha reabierto viejas heridas y ha generado nuevas controversias. La estrategia de comunicación adoptada por Pradas, basada en el equilibrio y la ambigüedad, ha sido objeto de críticas por parte de las víctimas y de la oposición política. Se le acusa de intentar manipular la verdad y de protegerse a sí misma a costa de las víctimas. Sin embargo, la entrevista también ha servido para que Pradas ofrezca su versión de los hechos y para que el público pueda conocer su perspectiva sobre la tragedia.
El legado de la entrevista, en última instancia, dependerá de la evolución de la investigación judicial y de la capacidad de Pradas para convencer a la opinión pública de su inocencia. La entrevista ha dejado claro que la gestión de la emergencia fue un fracaso colectivo, marcado por la falta de coordinación, la burocracia y la falta de previsión. Sin embargo, la pregunta clave sigue siendo quiénes fueron los responsables últimos de este fracaso y quiénes deben asumir las consecuencias. La entrevista de 'Salvados' ha aportado nuevos elementos a este debate, pero no ha proporcionado respuestas definitivas.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//politica/entrevista-salome-pradas-salvados-nadar-guardar-ropa.html



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