Sarna Ovina en Santa Cruz: Prevención y Control para una Zafra de Esquila Segura y Productiva
La zafra de esquila en la provincia de Santa Cruz, un pilar fundamental de su economía rural, se desarrolla este año bajo la atenta mirada de estrictos protocolos sanitarios. La amenaza de la sarna ovina, una enfermedad altamente contagiosa y devastadora para la producción lanera, ha impulsado a las autoridades y a los actores del sector a implementar medidas preventivas sin precedentes. Este artículo detalla las acciones coordinadas entre el Consejo Agrario Provincial (CAP), el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (SENASA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Federación de Industriales Argentinos del Sector Textil (FIAS), con el objetivo de proteger la sanidad animal, salvaguardar la productividad y asegurar la calidad de la lana santacruceña.
La Sarna Ovina: Un Enemigo Silencioso de la Producción Ovinera
La sarna ovina, causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, es una enfermedad de piel altamente pruriginosa que afecta principalmente a los ovinos, aunque también puede afectar a otros rumiantes y, en raras ocasiones, a los humanos. Su impacto económico es significativo, ya que reduce la producción de lana, disminuye el peso de los animales y, en casos severos, puede provocar la muerte. La transmisión ocurre principalmente por contacto directo entre animales infectados, pero también puede propagarse a través de objetos contaminados como ropa de trabajo, herramientas de esquila, cercos y comederos. La enfermedad se manifiesta inicialmente con picazón intensa, que lleva a los animales a frotarse y rascarse, causando lesiones en la piel, pérdida de lana y, eventualmente, costras y ulceraciones. El diagnóstico temprano es crucial para controlar la propagación de la enfermedad, pero a menudo se dificulta debido a la similitud de los síntomas con otras afecciones cutáneas.
La sarna ovina no solo afecta la salud de los animales, sino que también tiene consecuencias directas en la calidad de la lana. La lana de animales enfermos se degrada, pierde brillo y resistencia, y puede ser rechazada por las industrias textiles. Además, la enfermedad genera estrés en los animales, lo que reduce su productividad y aumenta su susceptibilidad a otras enfermedades. La prevención, por lo tanto, es la estrategia más efectiva para minimizar los riesgos asociados a la sarna ovina. Esto implica la implementación de medidas sanitarias rigurosas en los establecimientos ganaderos, la capacitación del personal involucrado en la esquila y el monitoreo constante de la salud de los animales.
COPROSA: El Eje Central de la Estrategia Preventiva
La Comisión Provincial de Sanidad Animal (COPROSA) ha emergido como el órgano central en la coordinación de las acciones preventivas contra la sarna ovina en Santa Cruz. La última reunión de COPROSA, que contó con la participación de representantes clave del CAP, SENASA, INTA y FIAS, fue fundamental para definir un plan de acción integral que abarca todas las etapas de la zafra de esquila. La presencia de figuras como Adrián Suárez (presidente del CAP), Marina Andreu (SENASA), Francisco Milicevic (INTA) y Enrique Jamieson (FIAS) subraya el compromiso multisectorial con la sanidad animal. Durante la reunión, se acordaron medidas concretas que ya se están aplicando en los establecimientos ganaderos de la provincia, incluyendo la limpieza y desinfección de herramientas e indumentaria, la supervisión de las cuadrillas de esquila y la organización de hojas de ruta para contratistas y personal de esquila.
El CAP, como representante de los productores, ha desempeñado un papel crucial en la difusión de las medidas preventivas y en la promoción de la colaboración entre los diferentes actores del sector. La participación activa de los vocales Miguel O’Byrne, Emilio Rivera y el veterinario Germán Beltritti ha sido fundamental para garantizar que las acciones implementadas sean prácticas y efectivas. El SENASA, por su parte, ha reforzado los controles sanitarios en los puertos y en los establecimientos ganaderos, asegurando el cumplimiento de la normativa vigente y la detección temprana de posibles brotes de sarna ovina. El INTA ha brindado apoyo técnico a los productores, ofreciendo capacitación y asesoramiento sobre las mejores prácticas de manejo sanitario.
Protocolos de Higiene y Seguridad Sanitaria en la Esquila
La esquila, una etapa crítica en la producción ovinera, representa un momento de alto riesgo para la propagación de la sarna ovina. Para minimizar este riesgo, se han establecido protocolos de higiene y seguridad sanitaria rigurosos que deben ser cumplidos por todos los involucrados en el proceso. Estos protocolos incluyen la limpieza y desinfección de herramientas e indumentaria antes de iniciar la esquila y en cada predio, la supervisión de las cuadrillas de esquila para asegurar el cumplimiento de las medidas preventivas, y la organización de hojas de ruta para contratistas y personal de esquila, en colaboración con Prolana Santa Cruz. La limpieza y desinfección de las herramientas de esquila es fundamental para eliminar cualquier rastro de ácaros que puedan estar presentes en las cuchillas o en otras superficies de contacto con los animales.
La solución de cipermetrina al 20%, diluida en agua en una proporción de 1 en 10.000, se ha convertido en el estándar para la desinfección de herramientas e indumentaria. Esta solución debe aplicarse por inmersión, asegurando que todos los elementos estén completamente sumergidos durante un tiempo suficiente para garantizar la eliminación de los ácaros. Además de la desinfección de las herramientas, es fundamental que el personal de esquila utilice ropa de trabajo limpia y desinfectada, y que se lave las manos con frecuencia durante el proceso. La supervisión de las cuadrillas de esquila es esencial para garantizar que se cumplan todos los protocolos de higiene y seguridad sanitaria. Los supervisores deben estar capacitados para identificar signos de sarna ovina y para tomar medidas inmediatas en caso de detectar animales enfermos.
Medidas Preventivas Clave para Proteger el Ganado
Además de los protocolos de higiene y seguridad sanitaria en la esquila, se han establecido otras medidas preventivas clave para proteger el ganado ovino de la sarna ovina. Estas medidas incluyen la prohibición de ingresar animales de establecimientos no libres de sarna, la prevención y denuncia al SENASA ante cualquier sospecha de la enfermedad, y el tratamiento inmediato de los animales enfermos. La nueva normativa establecida por el SENASA exige que todos los animales que ingresen a un establecimiento ganadero estén certificados como libres de sarna ovina. Esto implica la realización de exámenes veterinarios y la presentación de documentación que acredite su estado sanitario.
La prevención y denuncia al SENASA ante cualquier sospecha de sarna ovina es responsabilidad de todos los actores de la cadena productiva. Los productores deben estar atentos a cualquier signo de la enfermedad, como picazón intensa, lesiones en la piel, pérdida de lana o comportamiento anormal de los animales. En caso de detectar animales enfermos, deben avisar inmediatamente a la oficina más cercana del SENASA. El tratamiento efectivo contra la sarna ovina consiste en realizar dos baños por inmersión, con un intervalo de 10 a 12 días entre cada aplicación. Es importante destacar que los métodos con inyectables, como ivermectinas y doramectinas, no son cien por ciento eficaces para controlar la enfermedad y, por lo tanto, no deben ser considerados como una alternativa a los baños por inmersión.
El Rol Fundamental del Lavado y Desinfección
El procedimiento recomendado de lavado y desinfección con cipermetrina al 20% es un componente esencial de la estrategia preventiva. La preparación de la solución debe realizarse siguiendo estrictamente las instrucciones del fabricante y utilizando elementos de seguridad como guantes, barbijo y antiparras. La ropa y los materiales en contacto con el operador deben sumergirse completamente en la solución, y luego enjuagarse en una tina separada o con manguera, evitando zonas de juego de niños o animales. Se recomienda prelavar con detergente y enjuagar dos veces antes del lavado final con detergente fuerte y abundante agua, preferiblemente caliente (≥60 °C). El enjuague final debe realizarse dos veces, seguido del secado al sol.
Este proceso meticuloso garantiza la eliminación de los ácaros y la prevención de la propagación de la sarna ovina. La correcta aplicación de este procedimiento, junto con el cumplimiento de los demás protocolos sanitarios, es fundamental para proteger la salud de los animales, salvaguardar la productividad y asegurar la calidad de la lana santacruceña. La colaboración entre productores, organismos nacionales y provinciales, y la promoción de un manejo seguro, eficiente y sostenible del ganado ovino son pilares fundamentales para el éxito de esta estrategia.
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