Sedentarismo oculto: el peligro de estar sentado demasiado incluso con ejercicio regular
En la frenética sociedad actual, el sedentarismo ha ganado protagonismo. Sin embargo, existe una forma menos obvia y preocupante: el sedentarismo oculto. Este término define a quienes practican ejercicio regularmente, pero pasan largas horas sentados durante el día, lo que acarrea graves consecuencias para su salud.
¿Qué es el sedentarismo oculto?
El sedentarismo oculto se caracteriza por cumplir con las recomendaciones de ejercicio (150 minutos semanales de actividad física moderada o intensa según la OMS), pero mantener un patrón de inactividad prolongada durante el resto del día.
Aunque a simple vista estas personas parezcan activas, los periodos de sedentarismo tienen un impacto negativo en la salud.
Impacto del sedentarismo prolongado
Las investigaciones relacionan estar sentado por largos periodos con un mayor riesgo de enfermedades como problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y ciertos tipos de cáncer.
El estudio Nature Reviews Cardiology informa que las personas que permanecen sentadas más de 8 horas diarias tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir enfermedades cardíacas, incluso cumpliendo con los requisitos mínimos de actividad física.
¿Por qué estar sentado es perjudicial?
El cuerpo humano no está diseñado para la inmovilidad prolongada. Cuando permanecemos sentados, nuestro metabolismo se ralentiza, quemamos menos calorías y afectamos la regulación de glucosa e insulina, aumentando el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Además, la inactividad reduce el flujo sanguíneo, especialmente en las piernas, y ejerce presión excesiva sobre la columna vertebral, lo que lleva a problemas de espalda y cuello.
Estrategias para reducir el sedentarismo oculto
Aunque el sedentarismo oculto es una preocupación, existen estrategias para mitigar sus efectos:
Snacks de movimiento
Incorpora breves ráfagas de actividad, como sentadillas, flexiones de pared o giros de torso, a tu rutina diaria para interrumpir los periodos de inactividad.
Pausas activas
Levántate y muévete durante unos minutos cada hora para mejorar la circulación, aumentar el gasto energético y reducir la fatiga.
Incorpora movimiento a tu jornada
Habla por teléfono mientras caminas o realiza reuniones de pie. Considera escritorios de pie o caminadores para reducir la inactividad prolongada.
Ejercicios de estiramiento y movilidad
Mejora la postura y reduce la tensión muscular practicando estiramientos diarios y yoga.
Evalúa tu postura
Invierte en una silla ergonómica, mantén una postura correcta y ajusta la altura de la pantalla del ordenador para reducir el impacto negativo en la columna vertebral.
Recuerda, la clave es integrar el movimiento a lo largo del día y no depender únicamente del gimnasio o el deporte. Al ser conscientes de los riesgos, podemos tomar medidas proactivas para reducir el sedentarismo oculto y mejorar nuestra calidad de vida.
Fuente: https://www.muyinteresante.com/salud/sedentarismo-oculto-peligros-vida-activa.html
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