Senasa: Identificación Animal Electrónica Obligatoria para Bovinos, Bubalinos y Cérvidos en 2026
La seguridad alimentaria y la sanidad animal son pilares fundamentales para el desarrollo económico y la salud pública de cualquier nación. En Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad, Agroalimentaria y Calidad Animal (Senasa) ha dado un paso decisivo en este sentido, actualizando las condiciones del Sistema Nacional de Identificación Electrónica Animal. Esta modernización, impulsada por la Resolución 530/2025, no solo busca optimizar los procesos de identificación y trazabilidad, sino que también alinea al país con los estándares internacionales más exigentes. El cambio implica nuevas obligaciones para productores de bovinos, bubalinos, cérvidos y equinos, mientras que se mantiene la flexibilidad para otros sectores ganaderos. Este artículo explorará en detalle los alcances de la nueva normativa, sus implicaciones para los productores y los beneficios que aportará a la cadena agroalimentaria argentina.
- Actualización del Sistema Nacional de Identificación Electrónica: Un Impulso a la Trazabilidad
- Obligaciones para Productores de Bovinos, Bubalinos y Cérvidos
- Identificación Electrónica Obligatoria para Equinos: El Registro Nacional Individual de Équidos (RENIE)
- Flexibilidad para Ovinos, Caprinos, Camélidos y Porcinos: Identificación Voluntaria
- ICAR como Organismo de Certificación Habilitado: Garantizando la Calidad de los Dispositivos Electrónicos
- Implicaciones Económicas y Comerciales de la Nueva Normativa
Actualización del Sistema Nacional de Identificación Electrónica: Un Impulso a la Trazabilidad
La trazabilidad animal es la capacidad de seguir el recorrido de un animal a lo largo de toda su vida, desde su nacimiento hasta su destino final. Esta información es crucial para responder rápidamente ante brotes de enfermedades, garantizar la seguridad de los alimentos y facilitar el comercio internacional. El Senasa ha reconocido la importancia de fortalecer la trazabilidad y, por ello, ha actualizado el Sistema Nacional de Identificación Electrónica. La nueva resolución establece la obligatoriedad del uso de un binomio compuesto por una tarjeta visual y un dispositivo de identificación electrónica (botón, bolo ruminal o transpondedor inyectable) para bovinos, bubalinos y cérvidos a partir del 1 de enero de 2026. Esta medida implica un cambio significativo en la forma en que se identifican y controlan estos animales en el país.
La implementación de la identificación electrónica no es un proceso aislado. Requiere una inversión en infraestructura, capacitación del personal y adaptación de los sistemas de gestión por parte de los productores. Sin embargo, los beneficios a largo plazo superan con creces los costos iniciales. Una trazabilidad eficiente permite identificar rápidamente el origen de un problema sanitario, aislar los animales afectados y evitar la propagación de enfermedades. Además, facilita la verificación del cumplimiento de las normas sanitarias y la certificación de productos para la exportación.
Obligaciones para Productores de Bovinos, Bubalinos y Cérvidos
A partir del 1 de enero de 2026, los productores de bovinos, bubalinos y cérvidos deberán identificar a todos los terneros/as al momento del destete o antes de su primer movimiento. Esto implica la aplicación de una tarjeta visual y un dispositivo de identificación electrónica. La elección del dispositivo dependerá de las características de la explotación y las preferencias del productor. Los botones y bolos ruminales son adecuados para animales de mayor tamaño, mientras que los transpondedores inyectables son más versátiles y pueden utilizarse en animales de diferentes edades y tamaños. Es fundamental que los productores se familiaricen con las especificaciones técnicas de cada dispositivo y sigan las recomendaciones del Senasa para garantizar una correcta aplicación.
La correcta identificación de los animales es responsabilidad exclusiva del productor. El Senasa realizará controles periódicos para verificar el cumplimiento de la normativa y sancionará a aquellos que no cumplan con las obligaciones establecidas. Es importante destacar que la identificación electrónica no solo es una obligación legal, sino también una herramienta fundamental para mejorar la gestión de la explotación y aumentar la rentabilidad. Una trazabilidad eficiente permite optimizar la alimentación, el manejo sanitario y la reproducción de los animales, lo que se traduce en una mayor productividad y una mejor calidad de los productos.
Identificación Electrónica Obligatoria para Equinos: El Registro Nacional Individual de Équidos (RENIE)
La nueva resolución del Senasa también establece la implementación obligatoria de un transpondedor inyectable (microchip) para los productores de equinos. Esta medida se aplica tanto en el marco del Registro Nacional Individual de Équidos (RENIE) como ante la realización de tareas sanitarias o tratamientos veterinarios farmacológicos que así lo requieran. El RENIE es una base de datos que contiene información detallada sobre cada equino registrado en el país, incluyendo su identificación, historial sanitario y genealogía. La identificación electrónica facilita la actualización y verificación de esta información, lo que es crucial para prevenir el robo de animales, controlar la propagación de enfermedades y garantizar la seguridad de las competencias hípicas.
La obligatoriedad del microchip para equinos también tiene implicaciones para los veterinarios y otros profesionales que trabajan con estos animales. A partir de la entrada en vigor de la nueva normativa, deberán verificar la correcta identificación de los equinos antes de realizar cualquier tarea sanitaria o tratamiento farmacológico. Esto garantiza que la información registrada en el RENIE sea precisa y confiable, lo que facilita la toma de decisiones informadas y la implementación de medidas preventivas.
Flexibilidad para Ovinos, Caprinos, Camélidos y Porcinos: Identificación Voluntaria
A diferencia de los bovinos, bubalinos, cérvidos y equinos, la identificación individual electrónica continuará siendo de uso voluntario para los productores de ovinos, caprinos, camélidos y porcinos. Esta decisión se basa en las características específicas de estos sectores ganaderos y en la menor necesidad de trazabilidad en comparación con otras especies. Sin embargo, el Senasa recomienda a los productores de estas especies considerar la implementación de sistemas de identificación electrónica para mejorar la gestión de sus explotaciones y facilitar el acceso a mercados más exigentes.
La identificación electrónica voluntaria puede aportar beneficios significativos a los productores de ovinos, caprinos, camélidos y porcinos. Permite identificar rápidamente los animales perdidos o robados, controlar la genealogía y mejorar la selección genética. Además, facilita la verificación del cumplimiento de las normas sanitarias y la certificación de productos para la exportación. En un contexto de creciente demanda de alimentos seguros y de alta calidad, la trazabilidad se convierte en un factor clave para la competitividad de estos sectores.
ICAR como Organismo de Certificación Habilitado: Garantizando la Calidad de los Dispositivos Electrónicos
Para garantizar la calidad y confiabilidad de los dispositivos electrónicos utilizados en el sistema nacional de identificación animal, el Senasa ha designado al Comité Internacional para el Registro Animal (ICAR) como único organismo de certificación habilitado. ICAR es una organización internacional que establece estándares para la identificación electrónica de animales y certifica a los fabricantes que cumplen con estos estándares. La designación de ICAR como organismo de certificación garantiza que los dispositivos utilizados en Argentina sean compatibles con los estándares internacionales y que funcionen correctamente a lo largo del tiempo.
La certificación de los dispositivos electrónicos por parte de ICAR es un requisito fundamental para garantizar la trazabilidad animal. Un dispositivo defectuoso o incompatible con el sistema puede generar errores en la identificación de los animales, lo que compromete la integridad de la información y dificulta la respuesta ante brotes de enfermedades. Al exigir la certificación de ICAR, el Senasa asegura que los productores tengan acceso a dispositivos de alta calidad y confiabilidad.
Implicaciones Económicas y Comerciales de la Nueva Normativa
La actualización del Sistema Nacional de Identificación Electrónica Animal tiene importantes implicaciones económicas y comerciales para el sector agropecuario argentino. Una trazabilidad eficiente facilita el acceso a mercados más exigentes, que demandan alimentos seguros y de alta calidad. Además, permite reducir los costos asociados a la gestión de brotes de enfermedades y a la verificación del cumplimiento de las normas sanitarias. La nueva normativa también puede impulsar la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías en el sector agropecuario.
La trazabilidad animal es un factor clave para la competitividad de la carne argentina en el mercado internacional. Los países que han implementado sistemas de trazabilidad eficientes han logrado aumentar sus exportaciones y mejorar su imagen ante los consumidores. Al alinear al país con los estándares internacionales más exigentes, la nueva normativa del Senasa contribuye a fortalecer la posición de Argentina como proveedor de alimentos de alta calidad y seguridad.
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