Sierra Grande, el pueblo de Pichetto que busca renacer con megainversión de YPF
En el corazón de la Patagonia, donde el árido paisaje cede el paso a la esperanza, se alza Sierra Grande, un pueblo que sueña con renacer. La llegada de una mega inversión de YPF para una planta de Gas Natural Licuado (GNL) enciende la ilusión de una comunidad que lucha por recomponer su pasado glorioso.
El legado de la minería: un auge que se apagó
Sierra Grande fue testigo de la bonanza minera en los años 70, cuando la explotación de hierro lo convirtió en una ciudad próspera con más de 22.000 habitantes. La empresa estatal HIPASAM operaba la mina de hierro subterránea más grande de América Latina, y Punta Colorada, en la costa, albergaba el puerto de exportación.
Pero el auge no duró. La crisis económica y la competencia global llevaron al cierre de la mina en 1992, dejando a Sierra Grande sumida en una profunda crisis. La población disminuyó a poco más de 12.000 habitantes, y el desempleo y la pobreza se instalaron en la ciudad.
Roxana Fernández, Intendenta de Sierra Grande: "Antes, Sierra Grande era una comunidad agrícola y ganadera. Con el desarrollo de la minería, se creó la ciudad con toda su infraestructura: escuelas, hospitales, barrios y el complejo minero. El hierro era el motor de la economía y daba vida a Punta Colorada con el puerto de exportación."
El sueño de renacer con YPF
En los últimos años, Sierra Grande ha buscado incansablemente oportunidades para reactivar su economía. La llegada de YPF con su proyecto de GNL ha reavivado la esperanza de un renacimiento. La inversión estimada en 30 mil millones de dólares supondría la creación de miles de puestos de trabajo y un impulso a toda la región.
Sin embargo, la competencia con Bahía Blanca, un punto portuario clave en la provincia de Buenos Aires, complica el panorama. El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) impulsado por Milei y aprobado por el Congreso ofrece ventajas fiscales a las empresas que inviertan en ciertas zonas del país. Mientras Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, rechaza la adhesión al RIGI, su gobierno trabaja en una ley propia para atraer la inversión.
Los residentes de Sierra Grande observan expectantes el desenlace de esta pugna, conscientes de que la llegada del GNL podría ser la tabla de salvación para su golpeada ciudad.
Miguel Ángel Pichetto, ex Intendente de Sierra Grande: "Cuando fui intendente, Sierra Grande era una ciudad pujante con más de 15.000 habitantes. La minería era el sustento de la economía, y había una fuerte gravitación por los servicios y las pymes que trabajaban con la empresa. Hoy, la inversión de YPF es una oportunidad única para que la ciudad recupere su gloria pasada."
Playas Doradas: un oasis en medio del desierto
A pesar de las dificultades, Sierra Grande ha encontrado un pequeño oasis en Playas Doradas, una villa turística ubicada a pocos kilómetros de la ciudad. Creada por el ex intendente Pichetto, Playas Doradas atrae a miles de visitantes durante el verano gracias a sus extensas playas de arena y sus aguas cristalinas.
El turismo ha generado una pequeña industria de servicios, incluyendo hoteles, restaurantes y comercios. Los residentes de Sierra Grande encuentran en Playas Doradas una fuente de ingresos complementarios y una oportunidad para diversificar su economía.
Comunidad y esperanza
Más allá de las inversiones y los proyectos de desarrollo, Sierra Grande es, ante todo, una comunidad. Los residentes se enorgullecen de su historia y su resistencia ante las adversidades. La esperanza de un futuro mejor los une y los impulsa a seguir adelante.
En los buffets de los clubes los domingos, los habitantes de Sierra Grande comparten sus sueños y sus preocupaciones. El GNL, Playas Doradas y el futuro de la ciudad son temas constantes de conversación. En el corazón de la Patagonia, la llama de la esperanza arde intensamente en Sierra Grande, un pueblo que lucha por renacer.
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