SOMU Amplía Paro y Ataca Flota Merlucera: CAPIP Denuncia Impacto en 1500 Marineros y Crisis Pesquera.

La conflictividad en el sector pesquero argentino se agudiza. Lo que comenzó como un reclamo en el sector langostinero, protagonizado por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), ha escalado a un paro que ahora impacta en la flota merlucera, generando una crisis que amenaza los ingresos de miles de trabajadores y pone en riesgo la operatoria de empresas vinculadas a la actividad. La Cámara Argentina de Industrias Pesqueras (CAPIP) denuncia una actitud “insólita e irresponsable” por parte del SOMU, acusándolo de extender el conflicto a sectores que no estaban involucrados originalmente, obstaculizando el diálogo y profundizando la parálisis de la industria. Este artículo analiza en detalle las implicaciones de esta medida, las posturas enfrentadas y el impacto económico y social que está generando.

Índice

El Conflicto Original: Reclamos en el Sector Langostinero

El paro inicial se originó en el sector langostinero, donde el SOMU reclama mejoras salariales y condiciones laborales para sus afiliados. Los detalles específicos de los reclamos varían, pero se centran en la necesidad de actualizar los salarios frente a la inflación, garantizar la seguridad a bordo de los buques y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores durante las largas campañas de pesca. El SOMU argumenta que la rentabilidad del sector langostinero ha aumentado significativamente en los últimos años, y que los trabajadores tienen derecho a una participación justa en esas ganancias. Sin embargo, las empresas pesqueras, agrupadas en CAPIP, sostienen que la situación económica actual es compleja y que no pueden acceder a todas las demandas salariales sin poner en riesgo la competitividad del sector.

Las negociaciones entre el SOMU y las empresas han sido infructuosas hasta el momento. El gremio acusa a las empresas de falta de voluntad para negociar, mientras que las empresas denuncian la intransigencia del SOMU y su negativa a participar en instancias de conciliación. Esta falta de acuerdo ha llevado a la radicalización del conflicto, con el paro que se extiende cada vez a más sectores de la industria pesquera.

La Extensión del Paro a la Flota Merlucera: Una Decisión Controversial

La decisión del SOMU de extender el paro a la flota congeladora merlucera ha generado una fuerte controversia. CAPIP califica esta medida como “insólita e irresponsable”, argumentando que afecta a trabajadores que no estaban involucrados en el conflicto original y que se encontraban trabajando con normalidad. Se estima que unos 1.500 marineros de la flota merlucera se han visto afectados por esta medida, quedando sin trabajo ni salario. La cámara empresarial denuncia que el SOMU está utilizando a estos trabajadores como moneda de cambio en la negociación con las empresas langostineras, sin ofrecer una alternativa viable para resolver el problema de fondo.

La extensión del paro a la flota merlucera también tiene un impacto significativo en la operatoria comercial de empresas vinculadas a la actividad pesquera, como estibadores, proveedores de combustible, astilleros y trabajadores portuarios. La parálisis de la flota merlucera genera un efecto dominó que afecta a toda la cadena de valor del sector, profundizando la crisis económica y social.

El Rol de Otros Sindicatos Marítimos: Diálogo vs. Confrontación

A diferencia del SOMU, otros sindicatos marítimos han optado por el diálogo y la negociación para resolver los conflictos laborales en el sector pesquero. La Asociación Argentina de Capitanes y el SiCoNaRA (Sindicato de Capitanes y Oficiales de Mar) ya han alcanzado acuerdos con las cámaras empresarias, demostrando que es posible encontrar soluciones adaptadas a la coyuntura actual. Estos acuerdos incluyen mejoras salariales, garantías de seguridad y condiciones laborales más favorables para los trabajadores.

La postura de estos sindicatos contrasta con la actitud confrontativa del SOMU, que se ha negado a participar en instancias de conciliación y ha optado por la radicalización del conflicto. Esta diferencia de enfoques ha generado tensiones dentro del movimiento sindical marítimo, y ha debilitado la capacidad de negociación de los trabajadores.

Impacto Económico y Social del Paro: Cifras y Consecuencias

El paro en el sector pesquero está generando un impacto económico y social significativo en las provincias patagónicas, donde la actividad pesquera es una fuente importante de empleo y divisas. Se estima que el paro afecta a más de 4.000 trabajadores en el sector langostinero, y a 1.500 en el sector merlucero. La pérdida de ingresos de estos trabajadores tiene un impacto directo en sus familias y en la economía local.

Además de la pérdida de empleos y salarios, el paro también genera pérdidas económicas para las empresas pesqueras, los proveedores de servicios y los trabajadores portuarios. La interrupción de la actividad pesquera afecta la disponibilidad de productos del mar en el mercado interno y reduce las exportaciones, lo que tiene un impacto negativo en la balanza comercial del país. La prolongación del conflicto podría generar desabastecimiento de productos pesqueros y un aumento de los precios.

CAPIP ha sido particularmente crítica con la conducción del SOMU, acusándola de actuar de manera “irresponsable” y de no mostrar voluntad para dialogar. La cámara empresarial denuncia que el SOMU está utilizando a los trabajadores como rehenes en la negociación con las empresas, y que no ofrece una alternativa viable para resolver el problema de fondo. CAPIP también cuestiona la falta de transparencia en la gestión del sindicato y la ausencia de mecanismos de participación de los trabajadores en la toma de decisiones.

La cámara empresarial insta al SOMU a reconsiderar su postura y a participar en instancias de conciliación con el objetivo de encontrar una solución al conflicto. CAPIP también solicita la intervención de las autoridades gubernamentales para mediar en la negociación y garantizar el cumplimiento de las leyes laborales.

La Perspectiva del SOMU: Defensa de los Derechos de los Trabajadores

El SOMU defiende su postura argumentando que está actuando en defensa de los derechos de los trabajadores. El gremio sostiene que las empresas pesqueras han obtenido ganancias significativas en los últimos años, y que los trabajadores tienen derecho a una participación justa en esas ganancias. El SOMU también denuncia las condiciones laborales precarias que se dan a bordo de los buques pesqueros, y exige mejoras en la seguridad y la calidad de vida de los trabajadores.

El SOMU acusa a las empresas de falta de voluntad para negociar y de utilizar tácticas dilatorias para evitar llegar a un acuerdo. El gremio también denuncia la presión mediática que están ejerciendo las empresas para desacreditar al sindicato y generar una opinión pública desfavorable.

El Impacto en la Cadena de Valor Pesquera: Más Allá de los Marineros

El paro no se limita a los trabajadores directamente involucrados en la pesca. La cadena de valor pesquera es extensa y compleja, y el paro afecta a una amplia gama de actores económicos. Los estibadores, encargados de la carga y descarga de los buques, se ven directamente afectados por la paralización de la actividad portuaria. Los proveedores de combustible, alimentos y otros insumos necesarios para la operación de las flotas también sufren las consecuencias del paro.

Los astilleros, que se encargan del mantenimiento y reparación de los buques, ven reducida su actividad. Los trabajadores portuarios, que prestan servicios de logística y transporte, también se ven afectados. Incluso las empresas procesadoras de pescado, que transforman la materia prima en productos terminados, pueden verse obligadas a reducir su producción o incluso a suspender sus actividades debido a la falta de suministro.

El Contexto Económico y la Inflación: Un Factor Agravante

El conflicto en el sector pesquero se desarrolla en un contexto económico complejo, marcado por la alta inflación y la incertidumbre económica. La pérdida del poder adquisitivo de los salarios debido a la inflación es una de las principales preocupaciones de los trabajadores. El SOMU argumenta que las mejoras salariales que reclama son necesarias para compensar los efectos de la inflación y garantizar un nivel de vida digno para los trabajadores.

Las empresas pesqueras, por su parte, sostienen que la inflación dificulta la planificación a largo plazo y que no pueden acceder a todas las demandas salariales sin poner en riesgo la competitividad del sector. La combinación de estos factores hace que la negociación sea aún más difícil y compleja.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://partedepesca.com.ar/d/criticas-al-somu-por-arrastrar-al-conflicto-a-la-flota-congeladora-merlucera/

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/criticas-al-somu-por-arrastrar-al-conflicto-a-la-flota-congeladora-merlucera/

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