SOMU bloquea salida de barco en Mar del Plata: Violencia, amenazas y denuncia penal.
La reciente agresión sufrida por marineros en el puerto de Mar del Plata a manos de miembros del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) ha desatado una fuerte polémica y pone de manifiesto las tensiones existentes en el sector pesquero argentino. El incidente, ocurrido el pasado 30 de abril, no solo implica un ataque físico a trabajadores que deseaban ejercer su derecho al trabajo, sino que también revela prácticas sindicales consideradas extorsivas y un preocupante vacío de seguridad en los puertos. Este artículo analiza en detalle los hechos, las implicaciones legales y laborales, y el contexto que ha llevado a esta escalada de violencia.
El Bloqueo y la Violencia en el Muelle
El buque fresquero ‘Marlene del Carmen’, recién botado y listo para su primera marea, se convirtió en el centro de un violento enfrentamiento. La tripulación, compuesta por ocho marineros, había cumplido con todos los requisitos legales y contractuales para zarpar. Sin embargo, un grupo de manifestantes del SOMU, liderados por el secretario de seccional Oscar Bravo, bloqueó la salida del barco y agredió físicamente a los marineros que se disponían a trabajar. El incidente no fue un acto espontáneo, sino una acción premeditada para imponer condiciones laborales no contempladas en el convenio colectivo.
Según el relato del propietario del buque, Luis Santander, el SOMU exigía la contratación de diez marineros, a pesar de que la tecnología del barco permitía operar con una tripulación menor. Esta exigencia, según Santander, no se basa en ninguna norma legal, sino en una práctica extorsiva para obtener beneficios económicos. La negativa del propietario a ceder a las presiones del sindicato desencadenó la violencia, con agresiones físicas tanto a los marineros como al propio armador. La Prefectura Naval Argentina, presente en el muelle, no intervino para proteger a los trabajadores, lo que agravó aún más la situación.
Las Demandas del SOMU y el Convenio Colectivo
El SOMU argumenta que la exigencia de un mayor número de tripulantes en los barcos modernos es necesaria para garantizar la seguridad y las condiciones laborales de los marineros. Sin embargo, el propietario del ‘Marlene del Carmen’ denuncia que esta demanda es una imposición que no está respaldada por el convenio colectivo de trabajo. Santander afirma que su empresa cumple con todas las obligaciones contractuales y legales, y que la exigencia del sindicato solo busca generar un costo adicional y una fuente de ingresos ilegítimos.
La disputa se centra en la llamada “tablita”, una práctica informal en la que el SOMU exige un pago adicional a los armadores para permitir la salida de los barcos. Esta práctica, según denuncias de varios empresarios del sector, es una forma de extorsión que afecta la competitividad de las empresas y genera incertidumbre en el sector pesquero. La falta de regulación y control sobre estas prácticas ha permitido que el SOMU imponga sus condiciones a los armadores, aprovechando su posición de poder en los puertos.
El Miedo y la Intimidación a los Marineros
El ataque sufrido por los marineros del ‘Marlene del Carmen’ ha generado un clima de miedo e intimidación en el puerto de Mar del Plata. Los tripulantes, tras las agresiones y las amenazas de muerte recibidas, optaron por no salir a la pesca, priorizando la seguridad de sus familias. Este incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad de los trabajadores del sector y la falta de protección frente a las prácticas abusivas del sindicato.
La situación es aún más preocupante si se considera que el SOMU tiene un fuerte control sobre el acceso al empleo en los puertos. Los marineros que se oponen a las exigencias del sindicato pueden ser excluidos de las listas de contratación, lo que los deja en una situación de desamparo y los obliga a ceder a las presiones. Esta dinámica de poder perpetúa las prácticas abusivas y dificulta la defensa de los derechos laborales de los trabajadores.
Las Implicaciones Legales y las Denuncias Penales
El propietario del ‘Marlene del Carmen’ ha anunciado que iniciará demandas penales contra el SOMU y sus líderes, Oscar Bravo y Basaill, por incitación a la violencia y agresiones físicas. Santander cuenta con pruebas documentales y videos que respaldan su denuncia, y confía en que la justicia investigará los hechos y sancionará a los responsables. La presentación de la denuncia penal es un paso importante para romper con la impunidad que ha caracterizado a las prácticas del SOMU en el puerto de Mar del Plata.
Además de la denuncia penal, el incidente podría tener implicaciones legales en el ámbito laboral. El bloqueo de la salida del barco y las agresiones sufridas por los marineros podrían ser considerados como una violación del derecho al trabajo y una obstrucción a la libre circulación de mercancías. Las autoridades laborales podrían iniciar una investigación para determinar si el SOMU ha incurrido en prácticas antisindicales y si ha violado los términos del convenio colectivo de trabajo.
El Contexto Político y Sindical
El incidente del ‘Marlene del Carmen’ se produce en un contexto de tensiones políticas y sindicales en Argentina. El SOMU, liderado por Juan Carlos Schmid, ha sido un actor clave en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores marítimos, pero también ha sido acusado de prácticas corporativas y de utilizar su poder para obtener beneficios económicos. La relación del sindicato con el gobierno ha sido fluctuante, y ha estado marcada por conflictos y negociaciones.
El año electoral en curso podría haber influido en la decisión del SOMU de intensificar sus presiones sobre los armadores. Según el relato de Santander, los representantes del sindicato le indicaron que debían subir el número de tripulantes para evitar “desmadres” en el resto de la flota. Esta declaración sugiere que el SOMU está utilizando la situación política para obtener concesiones y fortalecer su posición en el sector pesquero. La falta de claridad en las reglas del juego y la ausencia de un control efectivo sobre las prácticas sindicales favorecen este tipo de situaciones.
La Necesidad de una Intervención Estatal
El incidente del ‘Marlene del Carmen’ pone de manifiesto la necesidad de una intervención estatal para garantizar la seguridad y la libre circulación de mercancías en los puertos argentinos. La Prefectura Naval Argentina, como responsable de la seguridad en los puertos, debe actuar con mayor firmeza para prevenir y reprimir los actos de violencia y extorsión. Es fundamental que se investiguen las denuncias de agresiones y que se sancione a los responsables, independientemente de su afiliación sindical.
Además de fortalecer la seguridad en los puertos, es necesario revisar y actualizar el marco legal que regula las relaciones laborales en el sector pesquero. El convenio colectivo de trabajo debe ser claro y preciso en cuanto a los requisitos de tripulación y las condiciones laborales, y debe establecer mecanismos efectivos para prevenir y sancionar las prácticas abusivas. La transparencia y la participación de todos los actores involucrados son fundamentales para lograr un acuerdo justo y equitativo.
El Impacto en el Sector Pesquero
La violencia y la incertidumbre generadas por el incidente del ‘Marlene del Carmen’ tienen un impacto negativo en el sector pesquero argentino. La paralización de la actividad pesquera no solo afecta a los armadores y a los marineros, sino también a toda la cadena de valor, desde los proveedores de insumos hasta los exportadores de productos del mar. La falta de previsibilidad y la inseguridad jurídica dificultan la inversión y el crecimiento del sector.
Para recuperar la confianza de los inversores y garantizar la sostenibilidad del sector pesquero, es necesario crear un clima de estabilidad y seguridad jurídica. Esto implica fortalecer la seguridad en los puertos, revisar el marco legal que regula las relaciones laborales, y promover el diálogo y la negociación entre todos los actores involucrados. La colaboración entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios es fundamental para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece el sector pesquero argentino.
Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/somu-violento-patotearon-a-marineros-que-querian-salir-a-trabajar/
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