Toallas suaves como nuevas: el truco de 3 ingredientes de cocina
Descubrir el placer de salir de una refrescante ducha y envolverse en toallas suaves es una sensación inigualable. Pero mantener ese reconfortante tacto y agradable aroma puede ser un desafío después de pasar por la lavadora. En este texto, exploraremos tres sencillos trucos para convertir la salida del baño o la ducha en un momento de lujo.
Vinagre para suavidad suprema
El primer truco consiste en incorporar una taza de vinagre blanco al tambor de la lavadora junto con el detergente habitual. Este ingrediente ácido neutraliza los restos alcalinos del detergente, que pueden dejar las toallas ásperas. El resultado son toallas excepcionalmente suaves y agradables al tacto, como si fueran nuevas.
Bicarbonato para eliminar olores
El segundo truco se enfoca en eliminar los olores desagradables de las toallas. Para ello, se deben sumergir en un barreño de agua caliente al que se le ha añadido media taza de bicarbonato de sodio. Este polvo milagroso actúa como neutralizador de olores, absorbiéndolos para dejar las toallas con un aroma fresco y limpio. Después de unas horas de remojo, lavarlas como de costumbre.
Agua hirviendo para esterilización
Si se prefiere un lavado a mano, el siguiente truco es efectivo para esterilizar y suavizar las toallas. Hervir un litro de agua y sumergir las toallas en ella durante media hora antes de lavarlas. El calor y la acción del agua hirviendo eliminan las bacterias y dejan las toallas suaves y limpias.




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