Tomás Belmonte: el ADN del jugador que Boca necesita para su nueva era
Tomás Belmonte, el mediocampista que sueña con jugar con la cabeza cortada y vendada en medio de la lluvia, es un **jugador agresivo** que destaca por su versatilidad en diferentes posiciones. Su especialidad radica en la **recuperación** y la **movilidad**, lo que le permite ser un elemento clave tanto en defensa como en ataque.
Un jugador polivalente con ADN de Boca
Con una altura de 1,81 m y un juego aéreo imponente, Belmonte puede atacar y defender con eficacia. Sin embargo, su juego no se limita al cabezazo, ya que también domina el manejo del balón y gana duelos individuales. Capaz de marcar goles con la cabeza, potentes remates o llegando desde atrás, Belmonte no es un goleador nato. Además, demuestra habilidad en la marca, aunque no destaca como un cinco clásico.
El sueño de jugar con la cabeza vendada
En una entrevista, Belmonte reveló su peculiar sueño de jugar con la cabeza cortada y vendada. Esta metáfora simboliza su **garra y agresividad** en el campo, una cualidad que lo ha llevado a ganarse el interés de Juan Román Riquelme para Boca Juniors. El presidente xeneize ha iniciado negociaciones con Toluca para fichar al mediocampista, quien se muestra dispuesto a regresar al fútbol argentino.
Versatilidad y movilidad como volante
Belmonte se desempeña mejor como **volante llegador**, un "box to box" que puede cubrir mucho terreno. Su versatilidad le permite jugar como volante central en un 4-1-4-1, como doble 5 en un 4-2-3-1 o como interior derecho en un 4-3-3. Tanto en una posición más adelantada o retrasada, Belmonte se caracteriza por su **movilidad y su capacidad de llegar al gol**. Cuenta con un gran potencial para alcanzar los niveles de Toni Kroos o Keitá, figuras a las que admira.
Formación en el semillero de Lanús
Belmonte inició su carrera en el club Guido a los 3 años, pero llegó a Lanús a los 5, donde se formó como jugador. El Granate es su club del corazón, por el que siente un gran cariño. Elogia el trabajo del semillero granate, reconociendo que "es una gran escuela en todo sentido". Como hincha de Lanús, Belmonte vivió la final de la Copa Sudamericana 2016 contra San Lorenzo desde la tribuna, demostrando su pasión por el club.
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El sueño de jugar con la cabeza vendada
"El sueño mío en un partido era cortarme la cabeza y jugar con la cabeza vendada. Y, si encima llovía, que esté lloviendo… mejor. Soñaba eso. Ojalá pase algún día".
Tomás Belmonte
Esta frase define la **garra y el espíritu de lucha** de Belmonte, un jugador que no teme darlo todo en el campo. Su deseo de jugar con la cabeza vendada simboliza su determinación y su amor por el juego, valores que lo llevaron a triunfar en Toluca y a despertar el interés de Boca Juniors.
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