Trigo en Riesgo: Encharcamientos y Enfermedades Amenazan Cosecha Prometedora en Rosario.
La campaña de trigo 2024/2025 se presenta como un desafío para los productores de la región núcleo argentina. Si bien las perspectivas iniciales eran prometedoras, con estimaciones que superan las 7 millones de toneladas, las intensas lluvias de julio y agosto han introducido complicaciones significativas. Encharcamientos generalizados y un aumento en la presión de enfermedades amenazan con reducir el potencial de rendimiento. Este artículo analiza en detalle la situación actual, los riesgos que enfrentan los agricultores y las posibles estrategias para mitigar los daños.
Impacto de las Lluvias en los Lotes de Trigo
Las precipitaciones abundantes registradas durante los meses de julio y agosto, con acumulados que superan los 90 milímetros en algunas zonas, han provocado encharcamientos en numerosos lotes de trigo. Esta saturación del suelo tiene consecuencias directas en el desarrollo de la planta, afectando la absorción de nutrientes y la oxigenación de las raíces. El trigo es particularmente sensible al exceso de humedad, especialmente en las etapas iniciales de crecimiento. Los encharcamientos prolongados pueden provocar la pudrición de las raíces, la aparición de enfermedades fúngicas y, en casos extremos, la pérdida total del cultivo.
La situación es especialmente preocupante en el noreste de Buenos Aires, particularmente en áreas como Pergamino, donde se han reportado inundaciones significativas. Los productores de estas zonas temen pérdidas sustanciales en sus cosechas, ya que el agua permanece estancada en los campos, impidiendo la recuperación de las plantas afectadas. La capacidad de drenaje del suelo juega un papel crucial en la mitigación de los daños, pero en muchos casos, la intensidad de las lluvias ha superado la capacidad de absorción y evacuación del agua.
Además del daño directo a las plantas, los encharcamientos también dificultan las labores agrícolas, como la fertilización y el control de malezas. La imposibilidad de acceder a los lotes impide la aplicación oportuna de insumos, lo que agrava aún más la situación. Los productores se encuentran en una situación delicada, ya que deben evaluar cuidadosamente los riesgos y tomar decisiones estratégicas para minimizar las pérdidas.
Aumento de la Presión de Enfermedades
El exceso de humedad generado por las lluvias crea un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades fúngicas que afectan al trigo. La roya, tanto la roya amarilla como la roya de la hoja, son particularmente agresivas en condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas. Estas enfermedades se propagan rápidamente, causando la destrucción de las hojas y reduciendo la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis. La detección temprana y el control oportuno son fundamentales para evitar la propagación de la roya y minimizar las pérdidas de rendimiento.
Otra enfermedad que se ve favorecida por la humedad es la septoria tritici, una enfermedad foliar que causa manchas en las hojas y reduce la calidad del grano. La septoria tritici es especialmente problemática en años con alta humedad y temperaturas suaves durante el período de floración y llenado del grano. El control de la septoria tritici requiere la aplicación de fungicidas específicos, pero la eficacia de estos productos puede verse reducida por las condiciones climáticas adversas.
Además de las enfermedades fúngicas, los encharcamientos también pueden favorecer la aparición de enfermedades bacterianas, como la pudrición de la raíz, que afectan el sistema radicular de la planta y dificultan la absorción de agua y nutrientes. La prevención de enfermedades bacterianas se basa en la utilización de semillas certificadas, la rotación de cultivos y la aplicación de productos biológicos que promueven la salud del suelo.
Perspectivas de la Campaña de Trigo: ¿Aún Prometedora?
A pesar de las complicaciones generadas por las lluvias y las enfermedades, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) mantiene una perspectiva optimista sobre la campaña de trigo 2024/2025. Las estimaciones actuales sugieren que la zona núcleo podría producir más de 7 millones de toneladas, lo que representa un volumen considerable. Sin embargo, la BCR advierte que estas estimaciones están sujetas a revisión, ya que la evolución de las condiciones climáticas y la incidencia de las enfermedades podrían afectar el rendimiento final.
La clave para alcanzar estas estimaciones radica en la capacidad de los productores para mitigar los daños causados por los encharcamientos y controlar la propagación de las enfermedades. La aplicación oportuna de fungicidas, la mejora del drenaje del suelo y la adopción de prácticas agrícolas que promuevan la salud de las plantas son fundamentales para proteger el cultivo y asegurar una buena cosecha. La BCR recomienda a los productores monitorear de cerca sus lotes y tomar decisiones informadas basadas en el análisis de las condiciones locales.
El precio internacional del trigo también juega un papel importante en la rentabilidad de la campaña. Los precios han experimentado cierta volatilidad en los últimos meses, influenciados por factores como la guerra en Ucrania, las condiciones climáticas en las principales regiones productoras y la demanda global. Un aumento en los precios podría compensar parcialmente las pérdidas de rendimiento causadas por las lluvias y las enfermedades, mejorando la situación económica de los productores.
Estrategias para Mitigar los Daños y Proteger el Cultivo
Ante la adversidad, los productores de trigo deben adoptar una serie de estrategias para mitigar los daños y proteger sus cultivos. En primer lugar, es fundamental mejorar el drenaje del suelo, ya sea mediante la construcción de canales de desagüe o la implementación de técnicas de labranza que favorezcan la infiltración del agua. La nivelación de los lotes también puede contribuir a mejorar el drenaje y reducir el riesgo de encharcamientos.
En segundo lugar, es crucial monitorear de cerca los lotes para detectar la presencia de enfermedades y actuar rápidamente. La identificación temprana de la roya y la septoria tritici permite aplicar fungicidas de manera oportuna y evitar la propagación de las enfermedades. La BCR recomienda utilizar variedades de trigo resistentes a las enfermedades, pero advierte que la resistencia no es absoluta y que es necesario complementar con medidas de control químico.
En tercer lugar, es importante ajustar la fertilización en función de las condiciones del suelo y las necesidades de la planta. Los encharcamientos pueden provocar la lixiviación de nutrientes, por lo que es necesario aplicar fertilizantes adicionales para compensar las pérdidas. Sin embargo, es importante evitar el exceso de fertilización, ya que esto puede favorecer el desarrollo de enfermedades y contaminar el medio ambiente.
Finalmente, es fundamental contar con un seguro agrícola que proteja al productor contra las pérdidas causadas por eventos climáticos adversos. El seguro agrícola puede cubrir los daños causados por las lluvias, las enfermedades y otros riesgos, brindando una red de seguridad financiera en caso de que la cosecha se vea afectada.
El Rol de la Tecnología en la Gestión de Riesgos
La tecnología está jugando un papel cada vez más importante en la gestión de riesgos en la agricultura. El uso de sensores remotos, drones y sistemas de información geográfica (SIG) permite monitorear los lotes de trigo en tiempo real, detectar la presencia de enfermedades y evaluar el impacto de las lluvias. Estos datos pueden utilizarse para tomar decisiones informadas sobre la aplicación de fungicidas, la fertilización y el riego.
Los modelos de pronóstico climático también son herramientas valiosas para la gestión de riesgos. Estos modelos pueden predecir la probabilidad de lluvias, temperaturas extremas y otros eventos climáticos adversos, lo que permite a los productores prepararse y tomar medidas preventivas. La BCR ofrece a sus asociados acceso a información climática actualizada y herramientas de análisis que les ayudan a tomar decisiones estratégicas.
La agricultura de precisión, que utiliza tecnologías como el GPS y los sensores para aplicar insumos de manera variable en función de las necesidades de cada zona del lote, también puede contribuir a mejorar la eficiencia y reducir los riesgos. La agricultura de precisión permite optimizar el uso de fertilizantes, fungicidas y otros insumos, minimizando el impacto ambiental y maximizando el rendimiento.





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