Triple Crimen Florencio Varela: Chats Reveladores de la Detenida Magalí González Guerrero

El horror se desató en Florencio Varela, Buenos Aires, con el brutal triple femicidio que sacudió a la comunidad el 19 de septiembre. La investigación, que ya ha derivado en la detención de nueve personas, ha tomado un giro escalofriante con la viralización de chats y audios comprometedores de Magalí Celeste González Guerrero, una de las primeras arrestadas. Estos mensajes, intercambiados con su madre adoptiva, revelan una admisión de responsabilidad, un desesperado intento por borrar pruebas y un miedo palpable a las consecuencias de sus actos. El caso, conocido como la “casa del horror”, continúa desvelando detalles macabros que arrojan luz sobre una red de relaciones complejas y una planificación que apunta a una premeditación escalofriante.

El Triple Femicidio en Florencio Varela: Cronología de los Hechos

El 19 de septiembre, la policía fue alertada sobre la desaparición de tres mujeres en una vivienda ubicada en Florencio Varela. Al ingresar al inmueble, los agentes se encontraron con una escena dantesca: los cuerpos de Sandra Cabrera, de 55 años; su hija, Micaela Cabrera, de 26 años; y la pareja de esta última, Florencia Espinoza, de 24 años, presentaban signos de extrema violencia. La investigación inicial reveló que las víctimas habían sido torturadas y asesinadas con crueldad. Rápidamente, la policía comenzó a rastrear a las personas cercanas a las víctimas, enfocándose en la pareja de Micaela, Miguel Ángel Villanueva Silva, y en Magalí Celeste González Guerrero, quien residía en la misma casa.

La detención de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, y Matías Agustín Ozorio, amplió el espectro de la investigación, sugiriendo la participación de una red más amplia en los crímenes. Las primeras hipótesis apuntaban a un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico, pero a medida que avanzaba la investigación, se fueron descubriendo otros posibles motivos, incluyendo conflictos personales y venganzas. La “casa del horror” se convirtió en el centro de una investigación exhaustiva, con peritajes forenses que buscan reconstruir los últimos momentos de vida de las víctimas y determinar la identidad de todos los involucrados.

Los Chats y Audios Incriminatorios de Magalí González Guerrero

La viralización de los chats y audios de Magalí González Guerrero ha añadido una nueva dimensión al caso. Los mensajes, enviados a su madre adoptiva el 23 de septiembre, apenas horas antes de que se encontraran los cuerpos, revelan una creciente desesperación y un intento frenético por encubrir su participación en los hechos. En uno de los mensajes, la detenida implora a su madre que borre todas las conversaciones, advirtiendo sobre la presencia policial en la vivienda: “Mamá, borrá las conversaciones, por favor”. Esta solicitud desesperada sugiere que González Guerrero era consciente de la gravedad de la situación y temía que las pruebas incriminatorias pudieran ser descubiertas.

Los audios, aún más reveladores, muestran la angustia y el miedo de la detenida. En uno de ellos, González Guerrero expresa su temor a ser la única responsable de los crímenes, afirmando que si se entrega sola, “voy a pagar el plato de todo”. También menciona a un individuo al que se refiere como “el jefe”, sugiriendo que existe una jerarquía dentro del grupo involucrado en los asesinatos. La detenida expresa su necesidad de “acomodarse” con este jefe, lo que podría indicar un intento por proteger a alguien más o por obtener algún tipo de beneficio a cambio de su silencio. En otro mensaje, González Guerrero insiste en que su madre borre todas las pruebas, reiterando su miedo a las consecuencias de sus actos.

La Testimonial Clave: La Admisión a la Madre Adoptiva

Un testimonio crucial en la investigación proviene de una persona que declaró haber escuchado a Magalí González Guerrero admitir su responsabilidad en los hechos. Según esta testigo, la detenida le confesó a su madre adoptiva: “Me mandé una cagada, está la Policía en casa, algo pasó en casa”. La testigo también relató que González Guerrero se encontraba “llorando y angustiada” y que planeaba “darle solución al problema” tras hablar con alguien. Esta declaración refuerza la idea de que la detenida era consciente de su participación en los crímenes y que intentaba encontrar una manera de minimizar las consecuencias.

La testigo también describió cómo González Guerrero y su madre adoptiva se dirigieron al centro de Florencio Varela mientras la vivienda ya estaba rodeada por la policía. Este movimiento sugiere que ambas intentaban escapar de la escena del crimen o buscar ayuda legal. La declaración de la testigo, junto con los chats y audios incriminatorios, proporciona una imagen más clara de la desesperación y el miedo que experimentaba González Guerrero en las horas posteriores a los asesinatos.

El Desarrollo de la Investigación y las Detenciones

Hasta el momento, nueve personas han sido detenidas en relación con el triple femicidio. Además de Magalí González Guerrero y Miguel Ángel Villanueva Silva, se encuentran detenidos en la cárcel de Melchor Romero: Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”; Matías Agustín Ozorio; y otros individuos cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades. Las detenciones recientes sugieren que la investigación se está enfocando en desmantelar una red criminal más amplia, involucrada en actividades ilícitas como el narcotráfico y la extorsión.

La investigación continúa abierta, con pericias forenses, análisis de comunicaciones y recolección de pruebas para determinar la participación de cada detenido en el triple crimen. Las autoridades están trabajando para reconstruir los últimos momentos de vida de las víctimas, identificar a todos los involucrados y esclarecer los motivos detrás de los asesinatos. Se espera que en los próximos días se realicen nuevas detenciones y se presenten nuevas evidencias que permitan avanzar en la investigación.

La Complejidad de las Relaciones y los Posibles Motivos

La investigación ha revelado una red de relaciones complejas entre las víctimas y los detenidos. Se ha descubierto que Magalí González Guerrero mantenía una relación sentimental con Miguel Ángel Villanueva Silva, quien a su vez era pareja de Micaela Cabrera. Esta situación sugiere que existían celos y rivalidades que podrían haber desencadenado los hechos. Además, se ha investigado la posible participación de las víctimas en actividades ilícitas, como el narcotráfico, lo que podría haber generado conflictos con otros grupos criminales.

Los posibles motivos detrás del triple femicidio son diversos y aún no han sido completamente esclarecidos. Se barajan hipótesis como un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico, un conflicto personal entre las víctimas y los detenidos, y una venganza por algún agravio pasado. La investigación se está enfocando en determinar cuál de estas hipótesis es la más plausible y en identificar a los responsables materiales e intelectuales de los asesinatos. La complejidad de las relaciones y la multiplicidad de posibles motivos dificultan la tarea de los investigadores, pero se espera que con el tiempo se pueda llegar a la verdad.