Trump amenaza con aranceles y EEUU se distancia del ataque israelí a Irán.
La semana ha estado marcada por dos anuncios con potencial para reconfigurar el panorama geopolítico y económico global. Por un lado, la amenaza de Donald Trump de imponer tarifas unilaterales a socios comerciales, un movimiento que evoca su anterior presidencia y sus políticas proteccionistas. Por otro, la escalada de tensiones en Medio Oriente, con el ataque israelí a Irán y la declaración del Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, que reconoce la acción como “unilateral” pero la justifica como un acto de autodefensa israelí. Estos dos eventos, aparentemente dispares, comparten un hilo conductor: la unilateralidad, la toma de decisiones sin consenso y el riesgo de desestabilización que ello conlleva. Este artículo analizará en profundidad ambos escenarios, explorando sus posibles causas, consecuencias y las implicaciones para el orden internacional.
El Regreso de las Tarifas Unilaterales: La Amenaza de Trump
La promesa de Donald Trump de imponer tarifas unilaterales a sus socios comerciales, en caso de ser reelegido, ha generado preocupación en los mercados globales y entre los líderes mundiales. Esta estrategia, ya empleada durante su primer mandato, busca proteger la industria nacional estadounidense, reducir el déficit comercial y renegociar acuerdos comerciales considerados desfavorables. Sin embargo, la imposición de tarifas unilaterales a menudo desencadena represalias, dando lugar a guerras comerciales que perjudican a todas las partes involucradas. La incertidumbre generada por esta amenaza ya se refleja en la volatilidad de los mercados financieros y en la cautela de las empresas a la hora de realizar inversiones a largo plazo.
El enfoque de Trump se centra en países como China, México y Canadá, a quienes acusa de prácticas comerciales desleales. La imposición de aranceles a productos importados de estos países podría aumentar los costos para los consumidores estadounidenses, reducir la competitividad de las empresas que dependen de insumos importados y perturbar las cadenas de suministro globales. Además, la unilateralidad de esta política podría socavar la autoridad de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y erosionar el sistema multilateral de comercio basado en reglas. La experiencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante el primer mandato de Trump demostró los efectos negativos de este tipo de políticas, con un aumento de los precios, una disminución del comercio y una desaceleración del crecimiento económico global.
La justificación de Trump para imponer estas tarifas se basa en la idea de que Estados Unidos ha sido explotado por sus socios comerciales durante demasiado tiempo. Argumenta que los acuerdos comerciales existentes no son justos para los trabajadores y las empresas estadounidenses, y que es necesario tomar medidas drásticas para proteger los intereses nacionales. Sin embargo, los críticos señalan que esta visión ignora los beneficios del libre comercio, como la reducción de los precios, el aumento de la variedad de productos y la promoción de la innovación. Además, argumentan que las tarifas unilaterales no son una solución efectiva para los problemas económicos de Estados Unidos y que podrían tener consecuencias negativas a largo plazo.
El Ataque Israelí a Irán: Unilateralidad en Medio Oriente
El ataque israelí a Irán, confirmado por el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, como una acción “unilateral”, representa una escalada significativa en las tensiones ya existentes en Medio Oriente. Este ataque, que según fuentes oficiales israelíes se dirigió contra instalaciones nucleares iraníes, se produce en respuesta al ataque masivo con drones y misiles lanzado por Irán contra Israel el pasado fin de semana. La justificación de Israel para este ataque es la autodefensa, argumentando que tiene derecho a protegerse de las amenazas provenientes de Irán. Sin embargo, la unilateralidad de esta acción, es decir, la falta de consulta o coordinación con sus aliados, ha generado preocupación en la comunidad internacional.
La declaración de Rubio, en la que se afirma que Estados Unidos no participó en el ataque, pero que comprende la necesidad de Israel de defenderse, refleja la delicada posición en la que se encuentra la administración Biden. Por un lado, Estados Unidos es un aliado estratégico de Israel y tiene un compromiso firme con su seguridad. Por otro lado, Estados Unidos busca evitar una escalada mayor del conflicto en Medio Oriente, que podría tener consecuencias catastróficas para la región y para el mundo. La estrategia de la administración Biden se centra en la disuasión, buscando evitar que Irán desarrolle armas nucleares y que continúe apoyando a grupos terroristas en la región. Sin embargo, la unilateralidad de las acciones israelíes complica esta estrategia y aumenta el riesgo de una guerra regional.
La respuesta de Irán al ataque israelí aún es incierta. Teherán ha condenado enérgicamente el ataque y ha prometido una respuesta contundente. Sin embargo, también ha señalado su deseo de evitar una escalada mayor del conflicto. La diplomacia juega un papel crucial en este momento, con esfuerzos internacionales para mediar entre Israel e Irán y para evitar una guerra regional. La comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas, debe trabajar en conjunto para encontrar una solución pacífica a este conflicto, basada en el diálogo y el respeto al derecho internacional.
El ataque israelí a Irán también plantea interrogantes sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC). Este acuerdo, que fue negociado en 2015 entre Irán y seis potencias mundiales, buscaba limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas impuestas a Teherán. Sin embargo, Estados Unidos se retiró del acuerdo en 2018 bajo la administración Trump, y desde entonces las negociaciones para revivirlo se han estancado. La escalada de tensiones en Medio Oriente dificulta aún más la posibilidad de un acuerdo nuclear y aumenta el riesgo de que Irán desarrolle armas nucleares.
La Unilateralidad como Tendencia: Implicaciones para el Orden Internacional
Tanto la amenaza de Trump de imponer tarifas unilaterales como el ataque israelí a Irán comparten un denominador común: la unilateralidad. Esta tendencia, que se ha observado en otros contextos internacionales, representa un desafío para el orden internacional basado en reglas y en la cooperación multilateral. La unilateralidad socava la autoridad de las instituciones internacionales, erosiona la confianza entre los países y aumenta el riesgo de conflictos. En un mundo cada vez más interconectado, la cooperación multilateral es esencial para abordar los desafíos globales, como el cambio climático, la pandemia y la pobreza.
La unilateralidad también puede tener consecuencias negativas para la economía global. La imposición de tarifas unilaterales, por ejemplo, puede desencadenar guerras comerciales que perjudican a todas las partes involucradas. De manera similar, las acciones unilaterales en materia de seguridad, como el ataque israelí a Irán, pueden desestabilizar regiones enteras y aumentar el riesgo de conflictos armados. La incertidumbre generada por la unilateralidad puede disuadir la inversión extranjera, reducir el comercio y desacelerar el crecimiento económico global. Es fundamental que los países trabajen en conjunto para promover un sistema internacional basado en reglas, en la cooperación y en el respeto mutuo.
La creciente polarización política en muchos países también contribuye a la tendencia hacia la unilateralidad. Los líderes populistas y nacionalistas a menudo promueven políticas que priorizan los intereses nacionales por encima de la cooperación internacional. Esta retórica puede generar tensiones con otros países y socavar la confianza en las instituciones internacionales. Es importante que los ciudadanos estén informados sobre los beneficios de la cooperación multilateral y que exijan a sus líderes que adopten políticas que promuevan la paz, la seguridad y la prosperidad global.
La respuesta de la comunidad internacional a la unilateralidad es crucial. Las instituciones internacionales, como la OMC y las Naciones Unidas, deben fortalecer su papel como foros para la negociación y la resolución de conflictos. Los países deben trabajar en conjunto para defender el sistema internacional basado en reglas y para promover la cooperación multilateral. Además, es importante que los ciudadanos se involucren en el debate público sobre estos temas y que exijan a sus líderes que adopten políticas que promuevan un mundo más justo, pacífico y sostenible.
Artículos relacionados