Trump amenaza con expulsar a España de la OTAN: ¿Puede realmente hacerlo?
La reciente amenaza proferida por el expresidente Donald Trump de "expulsar" a España de la OTAN ha reavivado el debate sobre el compromiso de los estados miembros con el gasto en defensa y la dinámica de poder dentro de la alianza. Más allá de la retórica, la pregunta central es si Estados Unidos tiene la capacidad real de forzar la salida de un país de la OTAN. Este artículo analiza en profundidad las bases legales de la alianza, el contexto político de las declaraciones de Trump, el cumplimiento de España con los objetivos de gasto y las implicaciones de una posible salida, explorando las complejidades de una situación que podría tener consecuencias significativas para la seguridad europea y transatlántica.
- El Artículo 13 y la Naturaleza Voluntaria de la Pertenencia a la OTAN
- El Contexto Político: Trump y la Presión sobre los Aliados
- El Caso de España: Cumplimiento del 2% y Flexibilidad Pactada
- Implicaciones de una Salida de España de la OTAN: Seguridad Europea y Transatlántica
- El Referéndum de 1986: La Legitimidad Democrática de la Pertenencia Española
- La Evolución del Gasto en Defensa en España: Factores Históricos y Actuales
El Artículo 13 y la Naturaleza Voluntaria de la Pertenencia a la OTAN
La piedra angular para entender la imposibilidad de una expulsión unilateral reside en el Artículo 13 del Tratado del Atlántico Norte, el documento fundacional de la OTAN. Este artículo establece claramente que la pertenencia a la alianza es voluntaria y que un estado miembro solo puede retirarse notificando formalmente su intención a los demás miembros. El proceso requiere un preaviso de un año, durante el cual el país en cuestión sigue siendo parte de la alianza y sujeto a sus obligaciones. No existe, por lo tanto, ninguna disposición en el tratado que permita a un miembro, ni siquiera a Estados Unidos, forzar la salida de otro.
La redacción del Artículo 13 es deliberadamente precisa y refleja la soberanía de cada estado miembro. Los fundadores de la OTAN, conscientes de las posibles tensiones políticas y divergencias de intereses, optaron por un sistema basado en el consenso y la cooperación voluntaria, en lugar de un modelo jerárquico donde un país pudiera dictar las condiciones de permanencia de otros. Esta estructura ha sido fundamental para la longevidad y la capacidad de adaptación de la alianza a lo largo de más de siete décadas.
El Contexto Político: Trump y la Presión sobre los Aliados
Las declaraciones de Trump no son un hecho aislado, sino parte de una estrategia consistente de presión sobre los aliados europeos para que aumenten su gasto en defensa. Desde su primera campaña presidencial, Trump ha criticado repetidamente a los países de la OTAN por no cumplir con el objetivo de destinar el 2% de su PIB a defensa, argumentando que Estados Unidos soporta una carga desproporcionada en la protección de la alianza. Esta postura se basa en una visión transaccional de las relaciones internacionales, donde la seguridad se considera un servicio que debe ser pagado.
La insistencia de Trump en que los aliados alcancen el 5% del PIB, un objetivo significativamente superior al 2% acordado previamente, ha generado tensiones y desconfianza dentro de la OTAN. Muchos países europeos argumentan que sus prioridades presupuestarias son diferentes y que no pueden permitirse aumentar drásticamente el gasto en defensa sin comprometer otras áreas importantes como la sanidad, la educación y el bienestar social. Además, algunos consideran que la amenaza de expulsión es una táctica divisiva que socava la cohesión de la alianza.
El Caso de España: Cumplimiento del 2% y Flexibilidad Pactada
España ha sido uno de los países más criticados por Trump debido a su bajo gasto en defensa. Durante años, el país se situó muy por debajo del objetivo del 2% del PIB, lo que generó la indignación del expresidente estadounidense. Sin embargo, tras la cumbre de la OTAN de este verano, España logró llegar a un acuerdo con la alianza para aumentar su gasto hasta un máximo del 2,1% del presupuesto militar. Este compromiso, aunque modesto, representa un avance significativo en comparación con las cifras anteriores.
Además, España pactó con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, una mayor flexibilidad a la hora de cumplir con el objetivo del 2%. Este acuerdo permite a España tener en cuenta factores como sus necesidades específicas de defensa y su situación económica, lo que le da un margen de maniobra para adaptar su gasto a sus propias circunstancias. Sin embargo, esta flexibilidad no ha sido suficiente para satisfacer a Trump, quien sigue insistiendo en que España debe hacer más.
Implicaciones de una Salida de España de la OTAN: Seguridad Europea y Transatlántica
Aunque la expulsión de España de la OTAN es legalmente improbable, las consecuencias de una salida voluntaria serían significativas. España desempeña un papel importante en la seguridad del sur de Europa, especialmente en el Mediterráneo, y su participación en la OTAN contribuye a la estabilidad regional. Una salida debilitaría la capacidad de la alianza para responder a las amenazas en esta zona, como el terrorismo, la inmigración ilegal y la inestabilidad en el norte de África.
Además, la salida de España podría tener un efecto dominó en otros países europeos que también se muestran reacios a aumentar su gasto en defensa. Esto podría socavar la cohesión de la OTAN y debilitar la alianza en su conjunto, lo que beneficiaría a actores como Rusia y China, que buscan desafiar el orden internacional liderado por Estados Unidos. La pérdida de España también afectaría a la capacidad de la OTAN para realizar operaciones conjuntas y compartir inteligencia, lo que reduciría su eficacia en la disuasión y la defensa.
El Referéndum de 1986: La Legitimidad Democrática de la Pertenencia Española
La adhesión de España a la OTAN no fue un proceso puramente político, sino que también contó con la validación democrática del pueblo español. En 1986, el gobierno de Felipe González celebró un referéndum sobre la permanencia de España en la organización, en respuesta a las preocupaciones de la oposición y de una parte de la sociedad civil. El 52,24% de los votantes aprobó finalmente la adhesión, lo que le dio legitimidad al compromiso de España con la alianza.
Este referéndum es un recordatorio de que la pertenencia a la OTAN no es solo una cuestión de política exterior, sino también de soberanía nacional y de la voluntad popular. Cualquier decisión que ponga en peligro la permanencia de España en la alianza debería ser sometida a un nuevo escrutinio democrático, para garantizar que refleje la opinión de la mayoría de los españoles. La historia de la adhesión española a la OTAN demuestra la importancia de la transparencia y la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre cuestiones de seguridad nacional.
La Evolución del Gasto en Defensa en España: Factores Históricos y Actuales
El bajo gasto en defensa de España durante décadas tiene raíces históricas y económicas. Tras la transición a la democracia, el país priorizó la inversión en áreas como la sanidad, la educación y el bienestar social, en detrimento del gasto militar. Además, la falta de amenazas directas a la seguridad nacional y la percepción de que Estados Unidos garantizaría la defensa de Europa contribuyeron a la complacencia en materia de defensa.
Sin embargo, la situación ha cambiado en los últimos años, con el aumento de las tensiones geopolíticas y la aparición de nuevas amenazas como el terrorismo y la ciberdelincuencia. España ha comenzado a reconocer la necesidad de aumentar su gasto en defensa para proteger sus intereses nacionales y cumplir con sus compromisos con la OTAN. El reciente acuerdo con la alianza para aumentar el gasto hasta el 2,1% del PIB es un paso en la dirección correcta, pero aún queda mucho por hacer. La modernización de las fuerzas armadas, la inversión en nuevas tecnologías y el fortalecimiento de la cooperación con los aliados son elementos clave para mejorar la capacidad de defensa de España.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//politica/puede-donald-trump-echar-espana-otan.html



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