Venezuela en la Mira: Trump, Maduro y la Amenaza Terrorista que Preocupa a Lula
La sombra de la intervención se cierne sobre Venezuela. La escalada de tensiones entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro ha alcanzado un punto crítico, impulsada por la designación del “Cartel de los Soles” como organización terrorista extranjera. Esta decisión, lejos de ser una mera catalogación, abre un abanico de posibilidades –y amenazas– que podrían alterar drásticamente el panorama político y social de Venezuela y, por extensión, de toda América Latina. La preocupación expresada por líderes como Lula da Silva refleja el temor a un conflicto de consecuencias impredecibles. Este artículo analiza las acciones recientes de la administración Trump, el significado de la designación del Cartel de los Soles, y las posibles estrategias que Washington podría emplear en el futuro inmediato, explorando las motivaciones subyacentes y los riesgos inherentes a cada escenario.
El Ascenso de la Tensión: De Lanchas Atacadas a Despliegue Militar
La confrontación entre Estados Unidos y Venezuela no es un fenómeno reciente, pero ha experimentado una intensificación notable en los últimos meses. El punto de inflexión se sitúa en septiembre, cuando Donald Trump autorizó ataques contra lanchas venezolanas sospechosas de narcotráfico en el Caribe. Estas acciones, justificadas por la lucha contra el narcotráfico, fueron criticadas por su falta de transparencia y la ausencia de pruebas concretas que respaldaran las acusaciones. El hundimiento de 21 naves y la muerte de 83 personas sin una investigación exhaustiva generaron indignación y alimentaron las tensiones bilaterales.
Paralelamente, Estados Unidos ha llevado a cabo el mayor despliegue militar en la región en décadas, incluyendo el envío del portaaviones USS Dwight D. Eisenhower. Esta demostración de fuerza, acompañada del anuncio de la operación “Lanza del Sur”, ha sido interpretada como una clara señal de intenciones y una advertencia al gobierno de Maduro. La ambigüedad en torno a los objetivos específicos de esta operación –expulsar a los “narcoterroristas” y proteger a Estados Unidos de las drogas– ha contribuido a la incertidumbre y al temor a una escalada militar.
El Cartel de los Soles: La Justificación para la Intervención
La designación del “Cartel de los Soles” como organización terrorista extranjera representa un cambio cualitativo en la estrategia de Estados Unidos hacia Venezuela. Esta medida, anunciada el 16 de noviembre, acusa directamente a Nicolás Maduro y a altos cargos de su gobierno de estar involucrados en el narcotráfico y la corrupción, y de utilizar las Fuerzas Armadas para facilitar estas actividades. Al equiparar al gobierno venezolano con organizaciones terroristas como el Cartel de Sinaloa, Washington se otorga una justificación legal para tomar medidas más enérgicas, incluyendo posibles acciones militares.
El origen del término “Cartel de los Soles” se remonta a la década de 1990, refiriéndose inicialmente a generales de la Guardia Nacional venezolana investigados por corrupción. Sin embargo, su uso se popularizó a partir de mediados de los años 2000, cuando miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a involucrarse activamente en el tráfico de drogas. Según expertos en crimen organizado, el Cartel de los Soles no es una estructura jerárquica o ideológica, sino más bien una red informal de funcionarios militares y civiles que participan en actividades ilícitas. La designación de esta red como organización terrorista permite a Estados Unidos congelar activos, imponer sanciones y, lo más importante, justificar una intervención militar bajo el pretexto de combatir el terrorismo.
Las Motivaciones de Washington: Más Allá del Narcotráfico
Si bien la lucha contra el narcotráfico es un argumento recurrente en la retórica de la administración Trump, es probable que las motivaciones detrás de la escalada de tensiones con Venezuela sean más complejas. El control de las reservas petroleras venezolanas, las más grandes del mundo, podría ser un factor clave. Estados Unidos ha expresado su interés en asegurar el acceso a estos recursos, especialmente en un contexto de creciente competencia geopolítica. Además, la situación migratoria en la región, con un flujo constante de venezolanos que buscan refugio en países vecinos, podría ser otro incentivo para presionar a Maduro.
La posibilidad de un cambio de régimen en Venezuela también podría estar en la mente de los estrategas estadounidenses. La administración Trump ha apoyado abiertamente a la oposición venezolana y ha reconocido a Juan Guaidó como presidente interino. Derrocar a Maduro y establecer un gobierno más favorable a los intereses de Estados Unidos podría ser un objetivo a largo plazo. Sin embargo, esta estrategia conlleva riesgos significativos, incluyendo la posibilidad de una guerra civil y una crisis humanitaria aún mayor.
El Abanico de Opciones: De Sanciones a Intervención Militar
La designación del Cartel de los Soles amplía considerablemente el abanico de opciones disponibles para la administración Trump. Las sanciones económicas, que ya han afectado gravemente a la economía venezolana, podrían intensificarse aún más. El congelamiento de activos de funcionarios venezolanos y la imposición de restricciones comerciales podrían aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro. Sin embargo, estas medidas han demostrado ser insuficientes para lograr un cambio de régimen.
Una opción más agresiva sería el apoyo encubierto a grupos opositores y la realización de operaciones especiales para desestabilizar al gobierno. Esta estrategia, que ya ha sido utilizada en el pasado, podría incluir el entrenamiento y financiamiento de grupos paramilitares y la realización de ataques cibernéticos contra infraestructuras críticas. Sin embargo, este tipo de acciones podrían ser contraproducentes y generar una mayor polarización.
La opción más extrema, y la que genera mayor preocupación, es una intervención militar directa. La administración Trump podría invocar la doctrina de la seguridad nacional para justificar una invasión de Venezuela, argumentando que el gobierno de Maduro representa una amenaza para los intereses de Estados Unidos. Esta opción, sin embargo, conlleva riesgos enormes, incluyendo la posibilidad de una guerra prolongada y costosa, y la condena internacional. La resistencia armada del gobierno venezolano y el apoyo de otros países a Maduro podrían complicar aún más la situación.
La Reacción Internacional y el Papel de Brasil
La escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela ha generado preocupación en la comunidad internacional. Muchos países han expresado su rechazo a la intervención militar y han abogado por una solución pacífica y negociada. Brasil, bajo el liderazgo de Lula da Silva, ha ofrecido su mediación para facilitar el diálogo entre Washington y Caracas. Lula ha advertido sobre los peligros de una confrontación armada y ha instado a todas las partes a buscar una solución diplomática.
Sin embargo, la posición de Brasil no es compartida por todos los países de la región. Algunos gobiernos, como el de Colombia, han mostrado un mayor alineamiento con la política de Estados Unidos. La falta de un consenso regional dificulta la búsqueda de una solución pacífica y aumenta el riesgo de una escalada del conflicto. La Organización de Estados Americanos (OEA) también se encuentra dividida sobre la cuestión venezolana, lo que limita su capacidad para actuar como mediador.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//global/que-hara-trump-venezuela-abanico-opciones-baraja-maduro.html



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